Название: Ética en las profesiones
Автор: Fabio Orlando Neira Sánchez
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9789588572710
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Tercero, las motivaciones para la generación de empatía no son posibles en ambientes en los cuales la actuación filantrópica o altruista sea vista como una obligación que, en caso de no ser satisfecha, conlleve a sanciones de tipo moral como el aislamiento o el señalamiento. Ello conduciría más bien a obrar de modo prosocial por el temor al castigo y no por el interés hacia el bienestar del otro. Hay que aclarar que las sociedades contemporáneas están cimentadas sobre este tipo de señalamientos, lo cual, comporta una base moral muy frágil, ya que, en ausencia de vigilancia u observación los individuos tienden a hacer lo incorrecto.
Fortalezas de este medio de educación moral
La capacidad de empatía constituye uno de los determinantes del comportamiento prosocial, es decir, las acciones cuyo objeto son mejorar la situación de otra persona.
Muchos movimientos comunitarios participan de esta idea, la cual resulta alentadora en vista de las desigualdades que ha creado el desarrollo económico y tecnológico, sobre todo en las últimas décadas; efectivamente, conceptos como la subsidiariedad, la proporcionalidad y la integración social, conforman la base discursiva de muchas comunidades marginadas que buscan la formación de una conciencia ciudadana menos indiferente hacia las condiciones de precariedad de la gran mayoría. La psicología social acepta dos presupuestos básicos en este plano: primero, la mayoría de psicólogos aceptan que existe una correlación positiva entre la capacidad de empatía y el comportamiento prosocial, el cual se puede expresar de la siguiente forma: cuanto mejor pueda un sujeto representarse las vivencias de otro individuo, especialmente aquellas que supongan necesidad, tanto más dispuesto estará a ofrecer su ayuda o por lo menos a mostrarse solidario para que éste la consiga.
Y segundo, introyectarse implica la asunción de la carga emotiva del otro lo que conlleva al desarrollo de actitudes favorables para la construcción de contratos sociales más equitativos. Todo esto resulta esencial en la transición de las democracias representativas -que aceptan las diferencias económicas como inherentes a las dinámicas sociales propias del liberalismo- a las democracias participativas -que persiguen el establecimientos de garantías básicas, no sólo de subsistencia, sino también de desarrollo del individuo.
Crítica a los medios educativos
Algunas visiones sociológicas marxistas argumentan que este tipo de formación moral, al situarse en el plano de la ciudadanía individual y no en el de la política, distrae de las verdaderas fuentes de la desigualdad que radica en las formas de distribución de privilegios característicos de las instituciones públicas. De esta forma, el hecho de tratar de superar las contradicciones sociales mediante un mejoramiento de las relaciones interhumanas no sería más que una forma de identificar las necesidades de las masas con los intereses de las clases dominantes.
MODELOS DE BUEN COMPORTAMIENTO PARA EL APRENDIZAJE POR OBSERVACIÓN Y POR IMITACIÓN
Una de las máximas de la educación moral cristiana es la prédica y la enseñanza por el ejemplo. La mente del educando es representada como una hoja en blanco en la cual se imprimen toda serie de experiencias sin que opere en ello ningún proceso de selección. De esta manera, se espera que los encargados de la educación rodeen, especialmente a los niños y jóvenes, con toda clase de ejemplos morales y virtuosos para que a fuerza de contemplarlos no tengan otra vía de imitación.
También, es necesario forzar al sujeto de aprendizaje para que dirija su atención únicamente a los objetos de imitación que maestros, padres o autoridades sitúen en su entorno y establecer mecanismos de vigilancia y narración -usualmente confesionales-, en caso de que un individuo tenga contacto con alguna mala influencia o dirija sus pensamientos hacia objetos poco virtuosos.
Características de la personalidad moralmente buena
El aprendizaje por imitación tiene a la parábola del buen samaritano como ideal de vida cristiano y cívico. En ella queda claro que las diferencias raciales y culturales se pueden superar al momento de ver a una persona en apuros, sin embargo, el samaritano sigue siendo un creyente del “Dios verdadero” y, en este sentido, un prójimo que está en capacidad de ofrecer buenos ejemplos.
La máxima de “no perjudicar a ningún semejante” acepta la idea bíblica -desarrollada particularmente en los proverbios- de que toda situación por fuera de la devoción divina es perjudicial para el hombre. De esta manera, las autoridades eclesiásticas tienen exclusividad para decidir, a partir de un procesamiento lógico derivado de principios inamovibles, qué experiencias son moralmente lesivas para el individuo. De lo anterior se derivan las expectativas formativas del aprendizaje por imitación: en primer lugar, se espera que el educando tenga una actitud humilde hacia quienes desean encauzarlo y que esté interesado en buscar ejemplos de vida que le permitan actuar de forma automática en cualquier situación cotidiana por caprichosa que ésta parezca. La forma de responder a los dilemas morales que presentan diversas situaciones es planteada en la pregunta ¿qué haría cual o tal personaje en esta circunstancia?
Segundo, el educando debe estar en la capacidad cognitiva de hacer transpocisiones que le lleven de una situación real o ficticia a la deducción del juicio moral. Por ejemplo, en las fábulas es necesario estar dispuesto a buscar la intención formativa del autor, utilizar los patrones morales para identificarla y luego determinar los contextos en los cuales la moraleja pudiera ser aplicada.
Y tercero, se espera que el educando por voluntad propia se aparte de los círculos sociales que le provean mal ejemplo o que se declaren en contravía de sus preceptos morales, aunque éstos tengan “apariencia de piedad” o tolerancia. El mejor ejemplo de esta exhortación es el Emilio, que en su niñez y juventud sacrifica el goce de la sociabilidad por su restricción a ambientes que le provean de buenos ejemplos. La moraleja es que el joven, representado como un adulto en miniatura viene a coincidir totalmente con la imagen que su educador tiene a la vista.
Características del contexto ideal para la actuación moral
Existen ciertas condiciones para que el aprendizaje por imitación sea posible:
1 Dado que el desarrollo integral (emocional, físico, intelectual y lúdico) se ha posicionado como uno de los principios rectores de la educación contemporánea es necesario que las instituciones interesadas en la formación moral de los individuos satisfagan estos requerimientos estableciendo vínculos con otras entidades cuya misión sea moralmente aceptable. Cada vez es mayor el número de iglesias y congregaciones que amplían su oferta recreativa buscando aumentar la retención de jóvenes.
2 Se debe ejercer estricta vigilancia sobre los ambientes en que se desarrolla el educando para garantizar su coherencia moral. Un comportamiento diferenciado de los padres, los maestros o los profesionales con quienes el joven mantiene contacto regular disminuye la intensidad de la inmersión y reduce proporcionalmente los efectos del buen encauzamiento.
3 El aprendizaje por imitación implica la existencia de grupos lo suficientemente amplios en los cuales el individuo tenga contacto con personas más adelantadas en su desarrollo moral (padres, religiosos, líderes comunitarios). Igualmente, debe congregarse con otros individuos que compartan similares características etáreas y de género, que actúen como parámetros de desarrollo moral para indicarle cuál es su posición con respecto al grupo y en qué aspectos debe ser más diligente.
Fortalezas de este medio de educación moral
La mayoría de argumentos a favor del aprendizaje por imitación radican en su capacidad de mantener por largos periodos de tiempo -a veces a lo largo de la vida- las motivaciones del comportamiento prosocial:
1 En este tipo de aprendizaje existe un vínculo emocional entre el observador y la persona que da el СКАЧАТЬ