Sin ti no sé vivir. Angy Skay
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Sin ti no sé vivir - Angy Skay страница 14

Название: Sin ti no sé vivir

Автор: Angy Skay

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия:

isbn: 9788417160036

isbn:

СКАЧАТЬ encima de la mesa, pensando que no va a contestarme, pero vuelve a vibrar.

      Kylian:

      No me hagas sacarte a hombros del pub.

      Con ese vestido, se te va a ver todo. (05:45)

      Katrina:

      ¡Ja! No te atreverás… (05:45)

      Una sonrisa burlona sale de mis labios.

      Kylian:

      No me tientes. (05:47)

      Katrina:

      Déjame tranquila, Kylian. (05:47)

      Lanzo el teléfono sobre la mesa con desgana y me incorporo un poco para llegar hasta mi copa. Le doy un pequeño sorbo, pero no me da tiempo a nada más, ya que desaparece de mis labios sin darme cuenta. Me giro para regañar a Dexter, pero me doy cuenta de que no es él… Es un impresionante hombre con unos prados verdes por ojos. Intento mantener la cabeza en su sitio, sin embargo, la gran cogorza que llevo me lo impide y empiezo a hablar más de la cuenta:

      —¡Hombre! ¿Te invito a una copa? —le pregunto con retintín—. No hace falta que me quites la mía. —Arrugo el entrecejo, enfadada. Me levanto como puedo de mi asiento e intento coger la copa que tiene alzada, pero me es imposible. Sí, soy pequeña; ni con tacones supero a este tío—. ¡Kylian! ¡Dame la jodida copa!

      Mi enfado crece por segundos. No me molesto ni en mirar a mi alrededor, pues seguro que estoy haciendo el ridículo en una discoteca que está llena hasta la bola.

      No me contesta, solo se digna a mirarme con una pícara sonrisa en los labios. Es obvio que está divirtiéndose más de la cuenta con esta situación. Durante mis intentos por alcanzar mi meta, pone con cuidado la copa sobre la mesa, agarra el lado izquierdo de mi cadera y me sienta en sus rodillas. Intento girar mi cara para mirarlo, pero no me lo permite. Mis ojos se van a sus manos, que agarran las mías para ponerlas en la mesa.

      —Déjalas ahí —susurra en mi oído.

      Abro los ojos en su máxima extensión. ¿Qué está haciendo? Miro hacia la pista de baile y no encuentro a Dexter ni a Ross por ningún sitio. El pánico comienza a apoderarse de mí al pensar que pueden llegar en cualquier momento.

      —Tus amigos están ocupados bebiendo y bailando, te lo aseguro.

      —¿Qué haces aquí? —consigo preguntarle.

      Empuja mi cuerpo hasta ponerlo en el filo de sus rodillas, de tal manera que casi estoy pegada a la mesa, inclina mi espalda hacia delante y me susurra:

      —Deberías dejar de beber.

      —No eres mi padre —le contesto de mala gana.

      —Lo sé. Aun así, creo que tendrías que irte a casa. Es tarde y…

      —¿Y vas a llevarme tú? —lo interrumpo. Me giro, lo miro con una ceja alzada, le sonrío chula y me pongo un dedo en la barbilla—. Espera…, ¿quieres meterte en la cama conmigo y con Joan?

      Mi pregunta no le hace gracia; lo noto en sus ojos. Me empuja más al filo, lo que hace que me agarre a la mesa para no caer.

      —Eres muy graciosa.

      Durante un segundo, nos miramos fijamente y se hace el silencio. Lo único que nos interrumpe es la estridente música que tenemos de fondo. Miro de nuevo hacia delante para contemplar la pista. Intento levantarme de encima de él, pero me lo impide agarrando mis caderas aún más fuerte. Todo mi cuerpo tiembla cuando escucho cómo me dice roncamente:

      —Sé que no has podido olvidarte de mí.

      No me muevo, no pestañeo; solo abro los ojos de nuevo sin dar crédito a lo que acabo de oír. Y, para ser sinceros, también sé que nunca olvidaré aquel momento.

      Toca el borde de mi vestido, lo dobla e introduce una mano dentro de él.

      —Sé que te encantaría volver a sentirme dentro de ti.

      Aparta mis bragas a un lado y me estremezco.

      —¿Qué estás haciendo, Kylian? —le pregunto con un hilo de voz, incapaz de moverme.

      —Estás mojada —musita.

      Mis manos se agarran más fuerte a la mesa, si es que pueden, mis nudillos se vuelven blancos y mi respiración se agita. Un dedo entra en mi sexo valiéndose de movimientos lentos y precisos mientras otro aprieta mi clítoris y lo pellizca de vez en cuando. Seguidamente, otro dedo se introduce.

      —Reza para que después de esto no te tire encima de esta mesa y te folle delante de toda esta gente y de tus amigos.

      Vuelvo a temblar, ya no sé si por lo que acaba de decirme o por el gran placer que está haciendo que sienta en este mismo instante. Mis muslos se aprietan contra su mano cuando todos mis músculos se contraen.

      —Estás empezando a temblar.

      Ya no oigo, ya no veo y ya no me percato de si viene alguien o no. Miro a un punto fijo de la barra mientras intento concentrarme en el orgasmo que voy a tener de un momento a otro. Noto mi pecho acelerado, escucho mis gemidos y siento los dedos de Kylian moverse con precisión y agilidad.

      —Córrete —me ordena sensual.

      Sin poder evitarlo, arqueo mi espalda, pegando con ello mi cuerpo al suyo, y estallo en mil pedazos entre jadeos ahogados. Pese a la poca luz que hay en la discoteca, de reojo veo cómo mira mi cara y sonríe. Retira los dedos de mi interior y los chupa sin dejar de observarme. Sin más, se levanta y se marcha, dejándome sola y excitada.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4AAQSkZJRgABAQEAYABgAAD//gAhR2VuZXJhdGVkIGNvdmVyOiBjYWxpYnJlIDMuNDcuMf/b AEMAAwICAwICAwMDAwQDAwQFCAUFBAQFCgcHBggMCgwMCwoLCw0OEhANDhEOCwsQFhARExQVFRUM DxcYFhQYEhQVFP/bAEMBAwQEBQQFCQUFCRQNCw0UFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQU FBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFP/AABEIBkAEsAMBIgACEQEDEQH/xAAfAAABBQEBAQEBAQAA AAAAAAAAAQIDBAUGBwgJCgv/xAC1EAACAQMDAgQDBQUEBAAAAX0BAgMABBEFEiExQQYTUWEHInEU MoGRoQgjQrHBFVLR8CQzYnKCCQoWFxgZGiUmJygpKjQ1Njc4OTpDREVGR0hJSlNUVVZXWFlaY2Rl ZmdoaWpzdHV2d3h5eoOEhYaHiImKkpOUlZaXmJmaoqOkpaanqKmqsrO0tba3uLm СКАЧАТЬ