Название: Vía crucis con los santos
Автор: Pablo Cervera Barranco
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Fe e Imagen
isbn: 9788428566179
isbn:
Beata Teresa de Calcuta
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Jn 19,16-17
Entonces se lo entregó para que lo crucificasen. Tomaron, pues, a Jesús, que llevando la cruz, salió al sitio llamado Calvario, que en hebreo se dice Gólgota.
Reflexión
¿No tengo razón? ¡Muchas veces miramos pero no vemos nada! Todos nosotros tenemos que llevar la cruz y tenemos que seguir a Cristo al Calvario, si queremos reencontrarnos con Él. Yo creo que Jesucristo, antes de su muerte, nos ha dado su Cuerpo y su Sangre para que nosotros podamos vivir y tengamos bastante ánimo para llevar la cruz y seguirle, paso a paso.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
San Juan Pablo II
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Is 53,12
Fue contado entre los pecadores.
Reflexión
Empieza la ejecución, es decir, el cumplimiento de la sentencia. Cristo, condenado a muerte, debe cargar con la cruz como los otros dos condenados que van a sufrir la misma pena: «Fue contado entre los pecadores» (Is 53,12). Cristo se acerca a la cruz con el cuerpo entero terriblemente magullado y desgarrado, con la sangre que le baña el rostro, cayéndole de la cabeza coronada de espinas. ¡Ecce Homo! (Jn 19,5). En Él se encierra toda la verdad del Hijo del hombre predicha por los profetas, la verdad sobre el siervo de Yavé anunciada por Isaías: «Fue traspasado por nuestras iniquidades... y en sus llagas hemos sido curados» (Is 53,5). Está también presente en él una consecuencia de lo que el hombre ha hecho con su Dios que nos deja asombrados. Dice Pilato: Ecce Homo (Jn 19,5): «¡Mirad lo que habéis hecho de este hombre!» En esta afirmación parece oírse otra voz, como queriendo decir: «¡Mirad lo que habéis hecho en este hombre con vuestro Dios!».
Resulta conmovedora la semejanza, la interferencia de esta voz que escuchamos a través de la historia con lo que nos llega mediante el conocimiento de la fe. Ecce Homo! Jesús, el llamado Mesías (Mt 27,17), carga la cruz sobre sus espaldas (Jn 19,17). Ha empezado la ejecución.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
III. ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez
San Agustín
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Is 53,4-6
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Reflexión
Dios Creador de todo, tu amor gratuito vale más que la vida y, aunque mi vida está sobrecargada de problemas, sé que la fuerza de tu diestra me sostiene, por medio de mi Señor, Hijo del hombre, mediador entre ti, que eres el único, y nosotros, muchos, sumergidos en muchas dificultades. Por medio de Cristo Jesús quiero aprender a amar, porque yo también he sido conquistado por él y desde los tiempos antiguos soy llamado al seguimiento del Único, olvido lo pasado y me lanzo hacia el futuro, pero no hacia un futuro que desaparece, sino hacia la meta para llegar al premio. Se consume en el dolor mi vida, mis años pasan en llanto, pero, aunque estoy fragmentado en este tiempo, del que no conozco la trama, tú eres mi consuelo, Señor, Padre mío Eterno. Llegará el día en que me abocaré a ti, límpido y purificado, por el fuego de tu Amor. Tú sostienes a los que vacilan y levantas a todo el que ha caído y no caen quienes tienen en ti su maravillosa dignidad.
Oración
Padre Santo, que sostienes durante siglos tus promesas, levanta la cabeza de la humanidad oprimida por tantos males y abre nuestros corazones a la esperanza, para que sepamos esperar sin turbación el regreso glorioso de Cristo, juez y salvador. Por Cristo, nuestro Señor.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
San Juan de Ávila
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Is 63,8-9
Dijo él: «De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán». Y fue él su Salvador en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre.
Reflexión
Mirándote, Señor, todo me convida al amor: el madero, la figura, las heridas de tu cuerpo..., y todo me da voces para que te ame y nunca me olvide de ti; si de ti me olvidare, oh buen Jesús, y no te pusiese por principio de mis alegrías, que se me pegue la lengua al paladar, y se me paralice mi mano derecha.
Oración
¡Señor! ¿Quién no se come las manos tras ti y te desea noche y día? ¿Quién no pierde el sueño por ti? Concédenos, Señor, no estar dormidos en las vanidades de esta vida, sino vivir centrados en ti, Bien sobre todo Bien, pues quien te halla pone fin a buscar otras cosas.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
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