Cultivar con microbios. Jeff Lowenfels
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Cultivar con microbios - Jeff Lowenfels страница 9

Название: Cultivar con microbios

Автор: Jeff Lowenfels

Издательство: Bookwire

Жанр: Математика

Серия: General

isbn: 9788418403361

isbn:

СКАЧАТЬ cantidad igual de arcilla del grosor de una partícula, necesitarías una cancha de baloncesto e incluso algunas de las gradas alrededor.

      Un diagrama de las texturas del suelo.

      ¿Qué importancia tiene la textura? El tamaño de las partículas determina su área superficial y el área superficial de los espacios porosos entre las partículas individuales. La arcilla tiene una enorme área superficial en comparación con la arena. El limo está en medio. La arcilla tiene espacios porosos más pequeños entre las partículas, pero muchos más espacios porosos en total, así que el área superficial de los espacios porosos en la arcilla es mayor que la del limo, que a su vez es mayor que la de la arena. Por cierto, la materia orgánica, normalmente en forma de humus, se compone de partículas diminutas que, al igual que la arcilla, tienen mucha área superficial en donde se adhieren los nutrientes de las plantas, lo que evita la lixiviación. El humus también retiene el agua capilar.

      Todos los suelos tienen texturas diferentes, pero cada uno puede ponerse en una categoría específica, dependiendo de la cantidad de granos del tamaño de la arena, limo y arcilla que contengan. El suelo ideal de un jardín es el suelo franco, una mezcla relativamente a partes iguales de arena, limo y arcilla. El suelo franco tiene el área superficial de limo y arcilla para retener nutrientes y agua, y el espacio poroso de la arena para facilitar el drenaje y ayudar a absorber aire.

      Analiza tu suelo

      Un buen suelo de jardín contiene de un 30 a un 50 % de limo, de un 20 a un 30 % de arcilla y de un 5 a un 10 % de materia orgánica. Puedes averiguar lo cerca que están tus suelos de este ideal: la tierra franca. Todo lo que se necesita es un tarro de un litro, dos tazas de agua, una cucharada sopera de un suavizante de agua como, por ejemplo, Calgon líquido. También necesitarás suelo de la parte superior de unos 30 cm de profundidad de las zonas que quieras analizar, ya sea tu huerto, arriates o césped.

      Mezcla cada muestra de suelo con dos tazas de agua y una cucharada sopera de suavizante del agua. Deposítalo en el tarro, ciérralo y agita vigorosamente de forma que todas las partículas queden suspendidas en el agua. Entonces déjalo en reposo para que las cosas se asienten. Tras un par de minutos, todas las partículas de arena se habrán asentado. Lleva unas cuantas horas para que las partículas más pequeñas de limo se asienten encima de la arena. La mayor parte de las partículas más pequeñas del tamaño de la arcilla estarán en suspensión hasta un día entero. El material orgánico en el suelo flotará arriba y permanecerá ahí durante un periodo más largo.

      Espera veinticuatro horas y entonces mide el grosor de cada capa con una regla. Para determinar el porcentaje de cada una, divide la profundidad o grosor de cada capa por el total de la profundidad de las tres capas y luego multiplica el resultado por cien. En el momento que sepas los porcentajes de cada material en tu suelo, podrás empezar a cambiarlo físicamente de ser necesario. Cómo hacerlo se aborda en la segunda parte de este libro.

      La estructura del suelo

      El tamaño individual del material particulado o textura es obviamente una característica importante de los suelos, pero también lo es la forma real que adoptan estas partículas cuando se agrupan. Esta forma o estructura del suelo depende de las propiedades físicas y químicas del suelo. Los factores que influencian la estructura del suelo son la orientación de las partículas, la cantidad de arcillas y humus, la contracción y esponjamiento debido a las condiciones climáticas (humefacción y secado, así como congelación y deshielo), la fuerza de las raíces, las influencias biológicas (gusanos y animales pequeños) y la actividad humana. Los tipos de estructura del suelo o peds se dividen en varias categorías distintas.

      Cuando observas el suelo de tu jardín, no ves partículas individuales sino más bien agregados de estas partículas. La biología en el suelo produce las colas que unen las partículas individuales en agregados. Mientras se ocupan con sus tareas cotidianas, las bacterias, hongos y gusanos producen polisacáridos, carbohidratos pegajosos que actúan como pegamento, juntando partículas individuales de minerales y humus en agregados.

      Comencemos con las bacterias. La biopelícula que producen les permite adherirse a las partículas, así como entre ellas. Así se forman colonias y estas se pegan entre sí, así como a las partículas a las que estén adheridas. Los hongos también ayudan a crear agregados del suelo. Un grupo común de hongos del suelo del orden de los Glomales produce una proteína pegajosa llamada glomalina. A medida que los filamentos fúngicos o hifas crecen a través de los poros del suelo, la glomalina recubre las partículas del suelo como si fuera Super Glue, pegando estas partículas en agregados o terrones. Estos agregados cambian los espacios porosos del suelo, facilitando que el suelo retenga agua capilar y nutrientes solubles y reciclándolos lentamente para las plantas.

      Las lombrices procesan las partículas del suelo en búsqueda de comida. Las partículas individuales de minerales y material orgánico son ingeridas y finalmente excretadas como agregados; estos son tan grandes que son fácilmente identificables como turrículos. Considera también el impacto de los organismos del suelo cuando lo atraviesan. Cada grupo de animales tiene su ancho corporal. A medida que se mueven, crean espacios en y entre las partículas y agregados. Como comparación, imagina que una bacteria de 1 micrómetro de diámetro (1 μm = 0,000001 m) tuviera el ancho de un espagueti. Los cuerpos fúngicos suelen ser más anchos, de 3 a 5 μm. Los nematodos (de 5 a 100 μm de promedio) tendrían el ancho de un lápiz, incluso uno de esos gruesos; y los protozoos (de 10 a 100 μm) tendrían el diámetro de un perrito caliente al estilo americano. Si continuamos utilizando nuestra escala, los ácaros y colémbolos del suelo (de 100 a 5 μm) tendrían el diámetro de un árbol de buen porte. Los escarabajos, lombrices y arañas (de 2 a 100 mm) tendrían el diámetro de árboles realmente grandes. Imagina cómo cada uno abre las partículas del suelo mientras discurre en sus actividades cotidianas.

      Peds de la estructura del suelo.

      Finalmente, las cargas eléctricas en las superficies de la materia orgánica y en las partículas de arcilla se atraen mutuamente además de a los elementos químicos (calcio, hierro, aluminio) en una solución acuosa, actuando como aglutinantes que mantienen juntas las partículas del suelo.

      ¿Por qué abordamos esto de la estructura del suelo? Porque la estructura del suelo es una característica clave para unas buenas condiciones de cultivo. Si hay una estructura del suelo adecuada, habrá un amplio drenaje entre los agregados, y también suficiente agua capilar accesible para las plantas. La circulación del aire necesaria para la actividad biológica es suficiente. Y, quizás lo más importante, si hay una estructura del suelo adecuada, habrá espacio para que la biología del suelo pueda prosperar. Una buena estructura del suelo aguanta las lluvias torrenciales, la sequedad de las sequías de tipo desértico, el tráfico de las manadas de animales, y las congelaciones acusadas. La retención del agua y los nutrientes es alta. La vida en su interior y en la superficie prospera.

      Una estructura del suelo pobre significa una incapacidad para retener el agua y, en consecuencia, el suelo se colapsa bajo las presiones medioambientales y humanas mencionadas con anterioridad. En él escasea la vida, y la importante reducción de la fertilidad empuja a la gente a recurrir a fertilizantes químicos cada vez en mayor cantidad.

      Visión microscópica de un hongo creciendo en una raíz de maíz. Los cuerpos redondeados son esporas fúngicas, los filamentos son hifas fúngicas y el color verde proviene del tinte de la glomalina, el pegamento que mantiene las partículas del suelo unidas. Sara Wright, usda-ars.

      La capacidad de intercambio СКАЧАТЬ