Название: Jesús maestro interior 2
Автор: José Antonio Pagola Elorza
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Fuera de Colección
isbn: 9788428835152
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Juan 1,35-39
35 Estaba Juan con dos de sus discípulos 36 y, fijándose en Jesús, que pasaba, dijo:
–Este el Cordero de Dios.
37 Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó:
–¿Qué buscáis?
Ellos contestaron:
–Rabbí (que significa «maestro»), ¿dónde vives?
39 Él les dijo:
–Venid y lo veréis.
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.
Estamos al comienzo de nuestro recorrido. Vamos a escuchar una pregunta importante de Jesús: ¿Qué buscáis? Con esta pregunta, Jesús puede despertar en nosotros esa actitud de búsqueda, tan importante para iniciar nuestro recorrido. ¿Qué es lo que yo busco realmente en estos momentos?
LEEMOS
El evangelista narra cómo fue naciendo el grupo de discípulos de Jesús. El texto evangélico recoge dos momentos y una conclusión. En la primera escena, Juan el Bautista orienta a dos de sus discípulos a seguir a Jesús. En la segunda escena se describe cómo los dos discípulos entran en contacto con Jesús, su nuevo Maestro. En la conclusión se dice que los dos discípulos vieron dónde vivía y se quedaron con él.
1. Primera escena: orientados por el Bautista, dos discípulos entran en contacto con Jesús (vv. 35-37)
El Bautista está acompañado por dos de sus discípulos. Sin duda, han escuchado su predicación y han recibido su bautismo en las aguas del Jordán, cerca del lugar donde se encuentran en este momento. El Bautista les ha enseñado a vivir esperando la llegada de alguien que es más grande que él. Su llegada es inmediata. Incluso, poco antes, se ha atrevido a decirles: «Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia» (Juan 1,27-28). Todos han de estar atentos a su llegada.
De pronto, Juan ve que Jesús «pasaba» por allí. No se nos dice de dónde viene ni adónde se dirige. No se detiene junto a Juan. Va más lejos que este grupo que busca ser limpiado de su pecado en las aguas del Jordán. Juan se fija en él e inmediatamente lo comunica a sus discípulos: «Este es el Cordero de Dios».
Jesús viene de Dios, no con poder ni gloria, sino como un cordero indefenso e inerme. Nunca se impondrá por la fuerza, a nadie forzará a creer en él. Nunca se defenderá. Un día será sacrificado en una cruz. Los que quieran seguirlo habrán de acogerle libremente.
Seguramente, los dos discípulos no han entendido gran cosa. Jesús sigue siendo para ellos un desconocido, pero, al oír a Juan, algo se despierta en su interior. Abandonan al que hasta ahora ha sido su profeta y maestro y siguen a Jesús. Se distancian del Bautista y comienzan un camino nuevo.
El texto lo dice de manera clara: «Oyeron a Juan y siguieron a Jesús». Así comienza con frecuencia el seguimiento a Jesús. Estas palabras subrayan lo importantes que son las personas que ayudan a otros a entrar en relación con Jesús. Estos dos discípulos encontraron a Jesús gracias a las palabras y la orientación de Juan. No hemos de olvidarlo.
2. Segunda escena: primer diálogo con Jesús
(vv. 38-39a)
Los dos discípulos que han escuchado a Juan comienzan a seguir a Jesús sin decir palabra alguna. Todavía no ha habido un contacto personal con él. Hay algo en Jesús que los atrae, aunque todavía no saben quién es ni hacia dónde los lleva. Sin embargo, para seguir a Jesús no basta escuchar lo que otros nos dicen de él. Es necesario vivir una experiencia personal.
Es Jesús quien rompe el silencio. Durante un cierto tiempo, los discípulos caminan tras él y Jesús es consciente de que le siguen. El texto sugiere que, cuando alguien se está acercando a Jesús, es él quien sale a su encuentro.
«¿Qué buscáis?». Es la primera palabra de Jesús en el evangelio de Juan y también la pregunta que, desde el Evangelio, Jesús nos hace a los lectores de todos los tiempos: ¿qué buscáis? ¿Qué esperáis de mí? ¿Por qué me seguís precisamente a mí?
«Maestro, ¿dónde vives?». La respuesta de los discípulos es decisiva en este relato evangélico. Ya el título con el que se dirigen a Jesús es significativo: «Maestro». Los dos discípulos sienten que Jesús es alguien que les puede enseñar a vivir. Más aún. Están dispuestos a convertirse en discípulos. Es el primer paso. «¿Dónde vives?», ¿dónde está el secreto de tu vida?, ¿qué es para ti vivir? Jesús los está encaminando hacia un lugar nuevo, y lo quieren conocer: ¿dónde vives? Estos dos discípulos no andan buscando en Jesús nuevas doctrinas. Quieren aprender de él un modo diferente de vivir que todavía no conocen: les atrae aprender a vivir como él. El texto nos plantea a quienes queremos vivir como Jesús esa misma pregunta: ¿dónde podemos encontrar hoy a Jesús? ¿Dónde experimentar su estilo de vivir?
«Venid y lo veréis». Esta es la respuesta de Jesús. Haced vosotros mismos la experiencia. No busquéis por fuera información de otros. Venid a vivir conmigo y descubriréis cómo vivo, cómo oriento mi vida, a qué me dedico y qué es lo que me hace vivir. Esto dice el texto evangélico: solo teniendo la experiencia de un encuentro personal y vivo con él es posible ser discípulo de Jesús.
3. Conclusión (v. 39b)
«Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él». Los discípulos escuchan a Jesús y toman la decisión que cambiará para siempre su vida. Se olvidan de Juan, dejan otros caminos y se quedan con Jesús. Entran en contacto con el lugar donde vive. Se introducen en su mundo y se quedan con él.
Los tres verbos que emplea el autor expresan de forma precisa y clara el camino que conduce a la verdadera fe. Para conocer a Jesús no basta con oír hablar de él, no es suficiente obtener información sobre sus hechos y sus dichos. Es necesario encontrarnos con él, experimentar dónde vive y quedarnos con él. La lectura orante del Evangelio nos ofrece uno de los mejores caminos para ir a Jesús, contemplar cómo vive y dejarnos enseñar por sus palabras.
Este texto que estamos leyendo tiene gran importancia para nosotros. Escuchamos las primeras palabras que pronuncia Jesús en el evangelio de Juan. Nos ofrece el primer diálogo que tiene Jesús con los que comienzan a seguirle. Nos indica en qué actitud podemos empezar a practicar la lectura orante del Evangelio. Nos dice en pocas palabras lo esencial mejor que muchas palabras complicadas.
MEDITAMOS
Nos disponemos a meditar lo que hemos leído. Ahora nos disponemos a escuchar a Jesús, nuestro Maestro interior. Está dentro de mí. ¿Qué me dice a mí a través de este texto?
1. Primera escena: orientados por el Bautista, dos discípulos entran en contacto con Jesús
Leemos con atención cómo se produce el encuentro de dos discípulos del Bautista СКАЧАТЬ