Название: Estrategias para la comprensión lectora
Автор: María Alicia Peredo Merlo
Издательство: Bookwire
Жанр: Учебная литература
isbn: 9786077423799
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3 Las rutinas y guiones de acción predicen el curso de las acciones en el aula. Son una especie de recetas que responden a qué hacer y cómo, y no tanto a por qué o para qué. En este caso se advierte la repetición de una técnica lectora casi homogénea: oralizar la lectura, responder cuestionarios y, cuando mucho, solicitar una lectura en silencio para reportar lo leído. Es decir, el alumno lee para dar cuenta al profesor, sin importar las herramientas que utiliza para comprender antes que reportar. Cabe destacar una fuerte tendencia a enseñar a los profesores a través de técnicas que en sí mismas son recetas didácticas.
4 Las teorías implícitas se refieren a un “no saber, más que al saber”, en el sentido de que no se pueden explicar las razones de las creencias. Los normalistas están convencidos (creen) de que la técnica que utilizan para formar lectores es correcta, pero no saben por qué; asimismo piensan que lo más importante es la motivación, pero tampoco saben explicar por qué o cómo influye ésta en la competencia y formación de buenos lectores.
En suma, se puede decir que la formación inicial de profesores está permeada por un conjunto de creencias y saberes que provienen de sus propias historias y trayectorias escolares y que para cambiarlas es necesario un proceso de formación teórica puntual que modifique las intuiciones y prenociones por un conocimiento sistemático y fundamentado.g
El proceso de reflexión grupal
Como se mencionó en el apartado metodológico, se llevaron a cabo sesiones con finalidad diversa. Con la idea de tener una mejor organización lógica del proceso, se presentan de forma independiente y secuenciada para llegar, después, a un análisis integral, pero sobre todo para poder vislumbrar el movimiento progresivo de las prenociones.
El objetivo de la primera sesión fue reconocer diferentes estructuras lingüísticas de presentación de la información: textos narrativos y expositivos de tipo clasificatorio. La dinámica de trabajo inició con una lluvia de ideas acerca de los textos con fines de aprendizaje escolar. Se otorgó a cada participante un texto narrativo y después el texto expositivo, junto con la instrucción de leer, atender la información que contiene y proponer después cómo se le enseñaría al niño o al joven, estudiante de primaria o de secundaria, según el caso, a localizar la información contenida. Se provocó la reflexión en dos niveles: como lector y como profesor (proceso individual y proceso de enseñanza).
Un primer motivo de reflexión grupal consistió en expresar la forma individual de proceder, lo que conduce a la metacognición.h Se da por entendido que los lectores competentes pueden monitorear su comprensión, ejecutar la tarea y recuperar información suficiente; asimismo son estratégicos porque aplican intencionadamente una estrategia para la mejor comprensión. El primer punto de tensión consistió en reconocer que no pueden atender dos aspectos al mismo tiempo: comprender el texto y reflexionar sobre la estrategia lectora. Esto conduce a pensar que no se eligió una estrategia como acción previa a la lectura a pesar de tener claro el objetivo de la tarea. No obstante, subrayar es la acción más mencionada, casi de forma unánime. Si bien subrayar es una estrategia para la identificación de información, la pregunta obligada es: qué y cómo se subrayan las ideas principales y si se identifica alguna estrategia. Por lo general no hay respuestas para este cuestionamiento y las que se mencionan tienden a ser poco exactas. Por ejemplo, se suele mencionar el párrafo como concepto asociado al subrayado. El párrafo segmenta y organiza el texto. El problema es pensar que la “primera oración de cada párrafo es la idea principal”j. Más allá de este error, leer por párrafos es una estrategia mencionada que parece subsumir la idea de que en cada párrafo hay información que es necesario identificar, y por tanto, subrayar. Hay una explicación muy coherente que afirma: tratar de encontrar el punto central del párrafo a partir de formar ideas con las palabras sin importar el lugar de éstas, de manera tal que se forme una idea nueva que permita comprender el contenido. Varios proponen subrayar palabras clave o desconocidas. Hay una falsa idea de que hay una oración clave que se debe identificar y subrayar.
Otros hablan de releer hasta comprender, asunto que es muy interesante porque es un hallazgo encontrado en los estudiantes de secundaria y bachillerato, quienes mencionan haber sido enseñados a releer para comprender e incluso subrayar lo que no se comprende.
Un grupo de lectores habla de la imaginación como estrategia; en realidad la imaginería mental sí es una estrategia útil para comprender el texto. Se verá más adelante que efectivamente es posible hacer que la representación mental del texto sea una estrategia para pensar sobre los objetos concretos y sobre las ideas abstractas escritas en un texto simple o complejo. Cuando tenemos que pensar sobre conceptos abstractos, pueden utilizarse procesos analógicos o asociaciones que faciliten la comprensión. Por ejemplo, si se habla de un olor fétido, la mente hace una representación para asociar ciertas experiencias del lector en las que el aroma siempre es desagradable. El olor no es un objeto tangible, pero tiene una imagen mental asociada a otros objetos posibles, como la basura, el estiércol, u otro que el lector activa para crear imágenes de lo que está leyendo.
Otra estrategia certera pero incompleta en su explicación es “leer primero el título”.
Como puede notarse, hay procesos de ejecución: subrayar, releer, buscar una idea central o clave, utilizar la imaginería mental y leer el título como una forma de anticipación del tema, lo cual es una idea vaga de algunas estrategias aunque no significa que todas sean erróneas, sino que no se sustentan como acciones intencionadas para un fin específico que favorezca la comprensión. Hay estrategias que se aplican antes, durante y después de la lectura, lo cual se abordará más adelante. Por el momento es suficiente hacer notar que la mayoría de las acciones reportadas corresponden a lo que hacen “durante” la lectura.
Cuando se sabe cómo procedieron, se prevé cómo enseñan o enseñarían. El análisis del título es utilizado como estrategia didáctica. Subrayar, comentar, discutir, identificar el significado de las palabras que lo conforman, elaborar predicciones son acciones aplicadas al título. Se afirma: “El título siempre predice el tema de la lectura”. Modelar la tarea es una forma de enseñar, se modelan procedimientos y se introduce la noción de cuestionarios; se hace por medio de preguntas y respuestas. Cuestionar al lector es una estrategia didáctica eminentemente evaluativa y de alta frecuencia. Sin duda que elaborar preguntas al texto es una estrategia lectora muy útil, pero las formula el lector y no tienen fines evaluativos sino de comprensión y automonitoreo, y las respuestas no están en las prenociones. Se reconoce poca claridad para enseñar y explicar qué y cómo subrayar; incluso se menciona que sólo se pide que cada lector subraye lo que considera interesante, o bien, subrayar palabras desconocidas e identificar conceptos. Otra estrategia es analizar la introducción, suponiendo que la haya. Definir un propósito antes de leer, lo cual indudablemente es útil. Incluso hay quien afirma que primero habrá que mecanizar la lectura y hasta una estrategia. Proponen la utilización de objetos, en este caso barcos, lo que podría suponer un pensamiento concreto y la dificultad infantil para pasar al pensamiento abstracto. Por último, hay quien basa la estrategia en la motivación para leer, con lo que regresamos a las prenociones actitudinales como elemento central del desempeño lector.
En suma, se modela y se solicita. Si el modelaje es correcto, se estima que se tendrá un aprendizaje adecuado, en cambio si el profesor modela un error de procedimiento también pudiera obtenerse un aprendizaje erróneo. Las demandas acompañadas de enseñanza no tienen problema, en cambio, si sólo se solicita la tarea sin mediación alguna, el lector irremediablemente procede de forma intuitiva y no estratégica.
En síntesis, las estrategias СКАЧАТЬ