Las fragancias también afectan subliminalmente. Los aromas fragantes cambian y mejoran nuestra conciencia con tanta facilidad como mirar una imagen o escuchar una pieza musical que nos llega al alma.
Pausa para un «corazón floreciente»
1 • Siéntate en una silla cómoda.
2 • Respira hondo y relaja el cuerpo.
3 • Recuerda tu aroma favorito.
4 • ¿Cuándo fue la primera vez que lo oliste?
5 • ¿Dónde te encontrabas?
6 • ¿Qué estabas haciendo?
7 • ¿Quién estaba contigo?
Mi aroma favorito es el pomelo, un aceite esencial que inicia un movimiento que me da fuerzas y me hace sentir más optimista. Cuando lo huelo, su fragancia ligera y frutal tiene un efecto positivo sobre mi estado de ánimo. Cuando era una niña, mis amigas del vecindario tenían un jardín con árboles frutales. Jugábamos en este jardín secreto disfrutando en nuestro mundo mágico y cuando el pomelo maduraba siempre me encantaba su aroma fresco y poderoso.
La dicha fragante de Bali
A mediados de la década de 1970, cuando viajé por primera vez a Bali, la experiencia sensorial fue deliciosa gracias a las terrazas de los arrozales verdes, el sonido de la música y los balineses sonrientes de corazón abierto. Había olores que nunca había olido, aromas a coco, mango, chile, jengibre, clavo, nuez moscada, hierba limonera, canela, cúrcuma y flores de tuberosa, frangipani y cananga mezclados con los olores de la arena y el mar; el humo del incienso suspendido en el aire, junto con el aroma de los miles de ofrendas diarias a los dioses. El recuerdo de toda esta belleza dejó su huella en el fondo de mi olfato. Incluso ahora, cuando vuelvo a Bali siempre recuerdo esos olores. Una parte de mí se encuentra como en casa en Bali. Me relajo y me adentro en mi ser interior en un entorno pacífico que agudiza todos mis sentidos. La belleza y los aromas exquisitos abundan allí.
Hasta que estudié aromaterapia no sabía que mi recuerdo de Bali estaba unido tan profundamente al sentido del olfato. Luego aprendí que el olfato y las emociones se hallan unidos intrínsecamente. Los olores influyen en nuestro mundo emocional y llegan a los rincones más profundos de la mente despertando poderosos sentimientos. Estas experiencias me han conducido hasta un mundo rico.
Mi experiencia en Bali, los estudios posteriores y la vida profesional me han permitido entender que amar lo que hago y hacer lo que amo es el medio más poderoso para vivir mi vida. Me encanta compartir la sencillez y belleza de lo que he aprendido.
CAPÍTULO SEGUNDO
El viaje curativo
No se trata de lo que hagas, sino de cuánto amor
pones en ello.
Madre Teresa de Calcuta
CAPÍTULO SEGUNDO
El viaje curativo
Empezar con una meta
Escribir un libro constituye todo un desafío y un proceso emocionante. Para empezar, comencé teniendo una meta en mente. Visualicé a muchas personas leyendo «El corazón floreciente» y aportando alegría, amor y belleza a sus vidas después de aplicar los principios del libro. Sentí que era importante insuflar a estas páginas la esencia de lo que ocurre durante los seminarios de cinesiología aromática. Al principio me ceñí a crear belleza para que los corazones florezcan y mi visión fue una oración mediante el conocimiento de los caminos del corazón.
Recientemente me invitaron a dirigir un seminario en Taiwán. Estaba emocionada y nerviosa ante esa posibilidad. Representaba un desafío grande. Los participantes eran terapeutas y dueños de balnearios, no hablaban inglés, no sabían nada sobre cinesiología y no estaban familiarizados con la labor en el ámbito emocional. En la cultura china, los sentimientos y emociones suelen ser asuntos privados. Mi seminario manual se redujo a menos de un cuarto de su amplitud y se tradujo al chino mandarín. Me pregunté cómo transmitiría mis ideas y principios sin perder la esencia del trabajo en la traducción.
Una vez más, comencé con una meta en mente: me visualicé dirigiendo el seminario como el retiro de mujeres en Bali, en contacto con el paisaje del corazón. Dirigí mi atención a hacer florecer los corazones y a estimular la capacidad amatoria del alma. Entonces inicié un baile sorprendente y magnífico del corazón con esa gente estupenda y fui bendecida al trabajar junto a una mujer joven, amable y cariñosa que fue mi traductora durante toda la estancia.
La primera mañana, durante la primera hora, la gente derramó lágrimas de alegría, tristeza, inspiración y amor. Nunca había ocurrido antes al comienzo de un seminario. Incluso la traductora lloraba. Mantuvimos la belleza del momento hasta que el corazón del grupo latió a un ritmo maravilloso. Cada día floreció con una sabiduría que aparentemente procedía de ninguna parte.
Sólo tengo gratitud por la oportunidad que me dio esta experiencia para confiar en que el corazón es más poderoso que la mente. Claramente vi adónde quería encaminarme y mantuve la atención en ese punto, en vez de dejarme abrumar por el desafío. Cuando actúas en la vida desde el corazón, se trascienden todas las fronteras, incluida la del lenguaje.
Pausa para un «corazón floreciente»
• Todos los desafíos son una bendición.
• No importa el desafío porque siempre es un regalo.
• ¿Qué bendiciones has recibido el día de hoy?
Sanar y curar
Durante mis primeros años de práctica clínica leí un artículo de un autor mucho tiempo olvidado donde hablaba de la diferencia entre sanar y curar. Tuvo un profundo impacto en mí. Cambió la forma en la que enseño, en la que trabajo con los clientes y en la que vivo mi vida.
El autor explicaba que la curación comprende formación, evaluación y cambiar muchas de las condiciones en las que vivimos y volved a examinar la estructura de nuestras vidas. Hubo un momento en que comprendí que si la vida nos echa hacia atrás, tal vez necesitemos cuestionarnos costumbres, deseos, conductas, creencias e incluso nuestras propias relaciones.
La sanación exige seguir examinándolo todo hasta encontrar la verdad y descartar todo lo que siembra el desorden en la vida. El desorden se manifiesta de muchas formas: el invisible, que acecha en nuestra psique, puede ser el más difícil de cambiar; el mental comprende el miedo, la preocupación por lo que los demás piensan de nosotros, los pensamientos negativos, la necesidad de tener razón y centrarse en cosas que no son realmente importantes. De la misma forma que el cajón СКАЧАТЬ