Miradas prospectivas desde el bicentenario. Jorge Eliécer Martínez Posada
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СКАЧАТЬ concepto de instituciones científicas superiores como cumbre en la que converge todo lo que acontece inmediatamente para la cultura moral de la nación, descansa en que éstas están destinadas a elaborar la ciencia en el sentido más profundo y más amplio de la palabra, y a suministrar a la formación espiritual y moral un material que, aunque no haya sido elaborado premeditadamente para que sea apropiado

      para ésta, sí que resulta apropiado por sí mismo para su utilización en esta formación.

      Por ello, la esencia de estas instituciones científicas consiste internamente en conectar la ciencia objetiva con la formación subjetiva, externamente en conectar la enseñanza que ya se ha completado en la escuela, con el estudio que el estudiante comienza a guiar por sí mismo, o más bien consiste su esencia en efectuar el tránsito de lo uno a lo otro. Pero el punto de vista principal lo constituye sólo la ciencia. Pues si ésta se mantiene pura, es aprehendida correctamente por sí misma y en su totalidad, por más que puedan darse también desviaciones singulares (Humboldt, 1809).

      Con estos planteamientos se fundó, en 1810, la Universidad Humboldt en Berlín, de la cual en cierta forma surge la que se ha llamado “la idea de la universidad alemana”{1}. A partir de esta idea, queremos analizar si la universidad colombiana actual puede responder a la propuesta de Boaventura de Sousa Santos, ante la crisis de la universidad moderna, “para una reforma democrática y emancipadora de la universidad”. Advierto, desde un principio, que sus reflexiones se refieren primordialmente a la universidad pública, de todas formas paradigma de educación superior en la modernidad, por el cual, de alguna forma, se han ido orientando también las verdaderas universidades privadas{2}. Mostraré la relación, más cercana de lo que él sospecha, de su universidad de las ideas con la idea de universidad de la modernidad, esforzándome por resaltar en las fronteras mismas, lugar natural de la comunicación y los lenguaj es, más las vecindades prácticas y afinidades pragmáticas de los diversos saberes y contextos, que sus diferencias epistemológicas. Pienso que esto es lo común a los diversos manifiestos por la interdisciplinariedad o la transdisciplinariedad con los que se pretende convocar hoy a la renovación de la universidad. Quiero terminar, profundizando en el aporte del nuevo humanismo que debería caracterizar a la universidad del presente, antes de que esta termine por ser colonizada definitivamente por el mercado: capitalismo educativo, lo llama con elegancia y picardía Boaventura de Sousa Santos.

      1. Las tres crisis de la universidad moderna

      Para Boaventura tres son las crisis que sufre hoy la universidad, originadas en la naturaleza de su idea, la del idealismo alemán de Schelling, Fichte, Humboldt y Schleiermacher, de acuerdo con su ensayo de 1989 denominado De la idea de universidad a la universidad de ideas.

       La crisis de hegemonía en la medida en que la universidad no puede ya desempeñar cabalmente sus funciones aparentemente contradictorias de producir alta cultura, pensamiento crítico y conocimientos ejemplares, científicos y humanistas, necesarios para la formación de las élites de las que se venía ocupando desde la edad media europea; y, por otro lado, la producción de patrones culturales medios y conocimientos instrumentales, útiles para la formación de una mano de obra calificada exigida por el desarrollo capitalista. Al dejar de ser la única institución en el campo de la educación superior y en la producción de la investigación, la universidad entró en una crisis de hegemonía.

       La crisis de legitimidad en la medida en que se hace socialmente visible la carencia de objetivos colectivos asumidos por la universidad como un todo, frente a la contradicción entre la jerarquización de los saberes especializados de un lado, mediante las restricciones del acceso y de la certificación; y de otro, por las exigencias sociales y políticas de la democratización de la universidad y la reivindicación de igualdad de oportunidades para los hijos de las clases populares.

       La crisis institucional “resultado de la contradicción entre la reivindicación de la autonomía en la definición de valores y objetivos y la presión creciente con la que se pretende imponerle modelos organizativos vigentes en otras instituciones consideradas como más eficientes” (Boaventura, 2005, pp. 23-24){3}.

      De estas tres crisis, la institucional, causa en última instancia de las otras dos en el caso de la educación pública, se ha radicalizado: “El Estado decidió reducir su compromiso político con las universidades y con la educación en general, convirtiendo a ésta en un bien, que siendo público, no tiene que estar asegurado por el Estado, por lo que la universidad pública entró automáticamente en crisis institucional” ((Boaventura, 2005, p. 27). Esta llevó a la pérdida de prioridad del bien público universitario en las políticas públicas y al consiguiente desfinanciamiento de las universidades. Así, los dos procesos que marcan la última década, la disminución de la inversión del Estado en la universidad pública y la globalización mercantil de la universidad, son las dos caras de una misma moneda, a saber:

      a. La descapitalización de la universidad pública

      Con la transformación de la universidad en un servicio al que se tiene acceso, no por vía de ciudadanía sino por vía de consumo, y por lo tanto mediante el pago, el derecho a la educación sufrió una erosión radical. La eliminación de la gratuidad de la educación universitaria y la sustitución de becas de estudio por préstamos fueron los instrumentos de la transformación de los estudiantes, de ciudadanos a consumidores (Boaventura, 2005, p. 35).

      b. La transnacionalización del mercado universitario

      La universidad se ha ido transformando en empresa bajo la égida de la Organización Mundial del Comercio en el ámbito del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS). Los defensores de esta organización mercantil de la educación ven en ella la oportunidad de ampliar y diversificar la oferta de educación y los modos de transmitirla de tal forma que se hace posible combinar ganancia económica con mayor acceso a la universidad. Esta oportunidad se basa en las siguientes condiciones: fuerte crecimiento del mercado educativo en los últimos años, a pesar de las barreras nacionales; difusión de medios electrónicos de enseñanza y aprendizaje; necesidades crecientes de mano de obra calificada; aumento de movilidad de estudiantes, docentes y programas; incapacidad financiera de los gobiernos para satisfacer la creciente demanda de educación superior (Boaventura, 2005, pp. 39-40).

      De manera simultánea a esta transformación institucional de la universidad pública, debida a su descapitalización y a la transnacionalización mercantil de la educación, se han presentado otros tres fenómenos significativos para su crisis:

      i. El paso del conocimiento universitario al conocimiento pluriuniversitario

      Hasta ahora se pensaba que la universidad producía conocimiento que la sociedad aplicaba o no, de acuerdo con la percepción de su relevancia por parte del mercado. A diferencia de esto, hoy un conocimiento pluriuniversitario es contextual en la medida en que el principio organizador de su producción es la aplicación que efectivamente demandan los contextos sociales. Con ello, la sociedad deja de ser un objeto de las interpelaciones de la ciencia, para convertirse ella misma en sujeto de interpelaciones a la ciencia (Boaventura, 2005, p. 45).

      ii) ¿El fin del proyecto de nación?

      El ataque neoliberal tuvo por objetivo primordial al Estado nacional y específicamente a las políticas económicas y sociales en las que la educación venía ganando peso. En el caso de la universidad pública, los efectos de este ataque no se limitaron a la crisis financiera, sino que también repercutieron en la definición de prioridades de investigación y de formación, tanto en las ciencias sociales y humanísticas como también en las ciencias naturales, especialmente en las más vinculadas con proyectos de desarrollo tecnológico (Boaventura, 2005, p. 49). Para países semiperiféricos, como los de Latinoamérica, el nuevo contexto global exige una total reinvención del proyecto nacional, sin el cual no podrá haber reinvención de СКАЧАТЬ