Название: Maldivas
Автор: vvaa
Издательство: Bookwire
Жанр: Книги о Путешествиях
Серия: Petit Futé
isbn: 9782305018720
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Aunque el ámbar gris se consideraba un producto valioso, su origen era todo un misterio. A lo largo de los siglos, cada uno hizo su propia interpretación. En el siglo IX, los árabes escribieron: «El mar arroja grandes trozos de ámbar en las costas de estas islas: algunas de estas piezas tienen la forma de una planta, o parecida. El ámbar crece en el fondo del mar como las plantas; cuando el agua está muy agitada, lo rompe en pedazos del tamaño de las calabazas o las trufas». En los siglos X y XI, los chinos se refirieron al ámbar como el «escupitajo de dragón» y lo recogían en las montañas de Liu (Maldivas). Sheng-Tsen escribió: «Hay muchos dragones en las rocas de estas islas. En primavera escupen su saliva que acaban consumiendo las bandadas de aves y los bancos de peces. El ámbar amarillo es como la cola de pescado, el negro como el excremento de murciélago, y el blanco como el pai-yao-chien».
Entre 1501 y 1517, el soldado portugués Duarte Barbosa escribió: «A menudo le preguntaba a los moros qué era ese ámbar y de dónde provenía. Pensaban que eran excrementos de pájaro, y me explicaban que, en su archipiélago, viven grandes aves que aterrizan en los acantilados y rocas del océano en las que depositan este ámbar, que el viento, el sol y la lluvía colorean y pulen. Los trozos, pequeños o grandes, son arrastrados por las tormentas y acaban cayendo al mar, donde los encuentran o son engullidos por las ballenas». En 1505, un portugués anónimo descubrió el verdadero origen del ámbar cuando observaba a los maldivos cortar la grasa de las ballenas varadas. Escribió, revelando el valor del ámbar: «Deben entregar este ámbar al sultán; si no lo hacen, los condenarán a muerte». El ámbar permitió a los maldivos comprar su libertad: en 1754 pagaron a los franceses con una pieza de ámbar de 153 kilos para que les ayudaran a luchar contra la flota malabar. Actualmente, el ámbar se vende entre 25 y 60 $/g, con impuestos del 100 %. En 1980 se encontró la pieza más grande jamás documentada, con un peso de 214 kilos. No hace falta decir que encontrar un trozo de ámbar es como descubrir una pepita de oro. Sin embargo, el afortunado que lo encuentre no debe perder el tiempo: tiene que agarrarla a la primera porque, al menor contacto, el ámbar se sumerge de nuevo y puede tardar días en volver a la superficie.
Inglés
Alrededor del 60 % de la población de las Maldivas habla inglés. Lo aprenden desde temprana edad, en la escuela, con muy buenos profesores. Los maldivos casi no tienen acento y su inglés es extraordinario. Por lo tanto, es muy fácil comunicarse a través de este idioma.
Atolón
Atolón - Las Maldivas están formadas por muchos atolones.
© Forcdan – Fotolia
El término atolón proviene del divehi atholhu. Se forma en aguas cálidas sobre un volcán extinto, por la acumulación de colonias de pólipos (corales) en una estructura de piedra caliza. Cuando el islote se hunde, las colonias se concentran hacia arriba en la estructura, uniéndose a los esqueletos de los corales muertos. Esta amalgama de estructuras calcáreas forma eventualmente una isla anular que encierra una laguna poco profunda. El atolón, hecho de arrecifes de coral, tiene la forma típica de las islas maldivas. Las Maldivas tiene 26 atolones geográficos, anteriormente organizados en 20 atolones administrativos, hasta que la Local Government Authority lo reorganizó en el sistema actual. El archipiélago se abre al norte por el atolón de Haa Alifu y se cierra al sur por el atolón de Addoo.
Cauris
Una parada obligada para los comerciantes es las Maldivas, antes conocida como Islas de la Plata. Proporcionaba una gran cantidad de la moneda internacional de la época: cauris, una variedad de mariscos. El cauri es ahora el emblema monetario de las Maldivas y aparece en los billetes y monedas.
Cocotero
El árbol emblemático de las Maldivas es el cocotero, que en 1985 se convirtió en el árbol nacional. Esto se debe a su omnipresencia en todo el archipiélago, ya que es un símbolo de riqueza. El cocotero crece solo, no requiere mantenimiento, el hombre solo interviene a la hora de recoger los cocos. Esta palmera es muy productiva y los maldivos han aprendido a utilizar todo del árbol y sus frutos: en un país sin materias primas, el cocotero es un recurso natural valioso. El número de cocoteros en una isla es decisivo a la hora de evaluarla. En principio, ningún edificio —excepto en Malé— supera la altura del cocotero más alto de la isla.
La kurumba es un coco que se recolecta antes de que madure. Se agujerea por un extremo, con un machete bien afilado, para poder beber el jugo, que es como agua y no leche como en los cocos maduros. Una vez consumido el jugo, la kurumba se abre por la mitad y, con una espátula, se separa la piel verde del coco para comer su carne que, a pesar de su aspecto gelatinoso, es deliciosa.
Dhoni
Dhoni - El dhoni es el barco tradicional de las Maldivas.
© MMPRC
El dhoni es el barco maldivo por excelencia. Construido tradicionalmente con madera de cocotero, tiene forma de barco acampanado y una esbelta proa que se extiende con una protrusión curva a 1,50 metros por encima del puente. La silueta general de los dhonis evoca la imagen de las naves fenicias. Su construcción va perdiendo impulso a medida que los arquitectos navales crean nuevos tipos de embarcaciones, más grandes y planas para los pescadores, aunque todavía se pueden ver algunos dhonis en el puerto de Malé. Ahora se utilizan para garantizar el abastecimiento de las islas y transportar a los turistas.
Dhufun
Aunque raras veces se lo ofrecerán en los resorts, verá que al pedir la cuenta en restaurantes, cafés y teterías de Malé y las islas locales le sirven dhufun, también llamado foh. Está compuesto de nueces de areca y acompañado con cardamomo, clavo de olor, canela en rama o lima, en la mayoría de los casos. Tanto hombres como mujeres lo mastican después de cada comida, y durante todo el día, para obtener un aliento fresco. Tiene un sabor algo fuerte, ya que es muy picante, pero es un alimento muy natural para mantener un aliento impecable. Para los lugareños, es casi como un dulce. Cada familia compra, por 40 MVR, un kilo de nueces de areca y lo elabora con su propia receta. El momento de compartir el dhufun es todo un rito de convivencia y hospitalidad. Para los extranjeros, parecen virutas de madera. Lo encontrará en todas las tiendas de alimentación.
Agua
El agua es un bien escaso en las Maldivas. Las islas habitadas fueron seleccionadas por sus aguas subterráneas, pero la capacidad de estos acuíferos es limitada y, al poco tiempo, el agua dulce ya no es potable. Este fenómeno ha aumentado, en particular, en las islas turísticas, ya que los visitantes no están acostumbrados ni dispuestos a limitar el consumo diario del agua. En el caso de Malé, el Gobierno construyó estaciones de bombeo más potentes para llegar a aguas más profundas. Luego, se centró en las técnicas de desalinización de agua de mar. Male Water and Sewerage Company Ltd. (MWSC), fundada en 1995 con la ayuda de una empresa alemana, produce 2000 toneladas de agua dulce al día. Se estima que el 90 % de la población de los atolones tiene acceso a agua potable. Las islas turísticas, por su parte, se han dotado de sus propias desalinizadoras.
El Niño
Al igual que en otras partes del mundo, El Niño, una corriente marina cálida causada por el cambio climático, ha repercutido de forma significativa СКАЧАТЬ