La Evangelii Gaudium, una novedad eterna. Silvia Somaré
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СКАЧАТЬ infinitamente amado, más allá de todo. Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias. (EG 2)

      El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. (EG 3)

      Si vamos a la vida de Catalina, ella fue una buena mujer, alegre, con buen humor, anclada en el Corazón de Jesús y con una vida con más espinas que rosas. En ella primó la alegría que trae la fe en Cristo resucitado y fue uno de esos rostros que, como el de Teresita y Nicolás, llevan a los demás la alegría de ser Hijos de Dios y desde ese eje se dejan llevar.

      Considerando la formalidad en el trato que se imponía en su época, es doblemente llamativo el estilo que usa. Es frecuente encontrar en sus cartas expresiones como:

      Madre Catalina está lejos de una alegría superficial y burlona, en cambio se siente cercana a un Dios que nos regala un nuevo día para disfrutar la vida que Él mismo da en abundancia. No piensa en ella misma, sino en el modo de hacer un mundo mejor para ella y para los demás. No dramatiza las situaciones, no se victimiza ni toma lugares de jerarquía. Sencillamente vive la alegría, el buen humor de los buenos.

      En cada una de nuestras vidas, y en la vida de la Iglesia, debemos tener presente que la iniciativa siempre es de Él, que nos amó primero (1 Jn 4,19). “Esta convicción nos permite conservar la alegría en medio de una tarea tan exigente y desafiante que toma nuestra vida por entero. Nos pide todo, pero al mismo tiempo nos ofrece todo” (EG 12).

      La alegría del Evangelio es misionera. Evangeliza y nos evangeliza.

      Volviendo al título de este apartado, opino certeramente que la bondad tiene en la alegría su mejor marketing y su mejor rostro. Como hija de la Iglesia me duelen los cristianos con “cara de vinagre” o los que se sientan en un trono y desde allí gobiernan a lo que consideran un feudo.

      Ya los primeros cristianos, que fueron sumamente perseguidos, repetían: “¡estén alegres! ¡Cristo resucitó!” (cfr. Flp 4, 5-9).

      • Te invito a que, como hijo de Dios y con una memoria agradecida, recorras tu vida y pases por el corazón el momento en que Jesús se hizo presente en él y le dio otro sentido a tus opciones, a tus intereses, a tu amor. Probablemente no ha sido en una capilla, quizás ocurrió mientras mirabas o escuchabas a alguno de estos “buenos alegres”.

      Jesús tiene sus momentos para encontrarnos y sellarnos con su misericordiosa presencia.

      • A partir de allí, y alimentando el deseo de hacer un mundo mejor, repasa, agregando o quitando, los modos en que, tomándote de esa presencia, llevas a tu corazón y al de los demás la alegría del Evangelio.

      Para ahondar: Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. (Mt 5, 10)

      3- Cfr. Evangelii Gaudium, 3.

      4- http://www.esclavasargentinas.com/padres-de-jeremias-nuestra-cruz-de-chocolate/

      5- Rodríguez, Catalina de María. Memorias, 32.

      6- Ibídem 66. El subrayado es original de Catalina.

      7- Cfr. Rodríguez, Catalina de María. Apuntes, 263.

      8- Ibídem, 302. Este hecho se comprende mejor desde el contexto en que la hermana vicaria era la encargada de ofrecerle los últimos sacramentos a las hermanas enfermas.

      9- Rodríguez, СКАЧАТЬ