Название: La fe cristiana frente a la corrupción en América Latina
Автор: Roberto Laver
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9786124252419
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En el primer capítulo, presenta la corrupción en el escenario internacional y aclara que no es un problema exclusivo de los países latinoamericanos; es un problema en el mundo. Hasta la década del 80, no se aceptaba que era un asunto relevante para la comprensión del desarrollo social y económico de los países. Esa situación cambió en la década siguiente cuando se reconoció como un tema central para la agenda global del desarrollo, como lo constató en su momento el Banco Mundial, afirmando en su momento que no había nada más importante que la corrupción, como bien lo reseña con lujo de detalles el Dr. Laver.
En los siguientes tres capítulos, se presentan los conceptos más importantes acerca de la corrupción. Se exponen diferentes definiciones, así como sus sistemas de clasificación; las diferencias conceptuales con gobernabilidad, trasparencia y entrega de cuentas; las diferentes modalidades o formas de la corrupción; los indicadores que suelen usarse para su medición técnica y, en el cuarto capítulo, sus costos y causas. Con admirable capacidad pedagógica ahonda en los vericuetos académicos del tema, más sin detenerse en ellos, porque su finalidad es, ante todo, educativa, pastoral y misionera. Así nos alienta a considerar la corrupción como campo de misión cristiana, porque, si la corrupción impide el desarrollo económico, intimida la inversión, reduce los ingresos y encubre el gasto público, debilita la calidad de los servicios públicos, deteriora la calidad de la salud y la educación pública, entre otros costos, ¡cómo dejar de considerarla dentro del proyecto cristiano de trasformación social y de denuncia de aquello que contradice la buena voluntad del Señor!
A partir del quinto capítulo y hasta el séptimo, nuestro autor explica los enfoques y las lógicas de muchas de las reformas institucionales que se han aplicado, sobre todo en los países emergentes y en desarrollo. Esas reformas se examinan, se clasifican y se analizan sus resultados y se considera su eficacia hasta concluir que han tenido un escaso impacto y que exigen algo que muchas veces se deja al margen, como es la práctica de valores y actitudes coherentes que las respalden. Por otra parte, se abordan los factores culturales, es decir, la influencia que tienen las creencias, valores y actitudes que predominan en la sociedad. Estos factores, como lo afirma el autor, inciden en la corrupción al punto de tener mayor prevalencia que las normas formales contra la corrupción. Existen leyes y normas (pululan en América Latina), pero por encima de ellas sobresalen las normas informales adoptadas y validadas por la cultura.
El octavo capítulo, antes de las conclusiones, contiene una amplia y contundente exposición del papel de la fe y la iglesia cristiana para un cambio cultural. Porque si la corrupción está emparentada con la cultura, entonces su solución no se reduce al cambio de las leyes o a la reforma de las instituciones deficientes —asuntos siempre válidos y necesarios, pero no suficientes—, sino que debe ir al fondo del problema, allí donde se cultivan los hábitos, se asimilan los valores y se adoptan las normas. Y en ese fondo del problema, las comunidades de fe tienen un campo de oportunidad ministerial y una responsabilidad misionera primordial.
Estoy entre los entusiastas lectores que le dan la bienvenida al libro del Dr. Laver. Le agradezco su honestidad académica y su admirable talante cristiano para proponernos que frente a la corrupción la fe cristiana tiene una enorme tarea que asumir. Es asunto de responsabilidad con Dios mismo y su proyecto de bienestar de restauración social y humana integral (Mi 6.8).
Harold Segura
Director de Fe y Desarrollo de World Vision para América Latina
Prólogo
En septiembre de 2016 participé de un encuentro pionero con líderes y representantes de organizaciones cristianas, de varios países y regiones, sobre la iglesia y la lucha contra la corrupción. El encuentro tuvo lugar en los hermosos claustros del Centro de Estudios de Misiones de Oxford, Inglaterra. Éramos un grupo de alrededor de veinte personas con distintas trayectorias profesionales incluyendo académicos, ejecutivos, teólogos, abogados, médicos y misioneros. La gran mayoría del grupo está involucrado en iniciativas concretas en sus propias comunidades para promover la integridad pública y reducir la corrupción, tanto dentro del seno de la iglesia como en la sociedad general. Al mes siguiente, octubre de 2016, tuve ocasión de participar en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en la ciudad de Washington D.C. En un panel sobre corrupción, el director legal del Fondo expresó que la lucha contra la corrupción requería fundamentalmente del fortalecimiento de los valores y normas sociales de una sociedad. Para alguien como yo, que he trabajado gran parte de mi vida profesional con organismos internacionales, éste era un verdadero y asombroso reconocimiento. No podía dejar de pensar en lo esencial y oportuno de nuestro encuentro en Oxford.
De alguna manera, las semillas de este libro fueron plantadas hace más de dos décadas. En ese tiempo, yo me encontraba trabajando como abogado del Banco Mundial. Fui asignado a formar parte de los primeros equipos de proyectos en reforma judicial en América Latina. Estas iniciativas intentaban, entre otras cosas, reducir la corrupción judicial en los países de la región. Mi experiencia como oficial del Banco Mundial en estos proyectos fue intelectualmente muy estimuladora. La Justicia era un sector totalmente nuevo para el Banco Mundial y la oportunidad de tener un impacto en las sociedades más plagadas por la corrupción era muy grande. Sin embargo, la experiencia fue en otro nivel intensamente frustrante. El desafío de la corrupción judicial, así como la corrupción en general, requería un enfoque holístico que excedía la óptica estrecha, formalista y tecnocrática del Banco Mundial. Las cuestiones profundas de la ética social, los valores y normas culturales y sociales, tan evidentes y fundamentales, no eran relevantes, mucho menos prioritarios, para los economistas del Banco Mundial. Como se verá, los resultados hablan por sí mismos.
Centro Oxford de Estudios de Misiones
Este libro es producto de, y refleja, una convergencia de mis diversas trayectorias personales y profesionales en las áreas del Derecho, del desarrollo internacional y de la misión integral de la iglesia cristiana. Como abogado, investigador y consultor en el campo del desarrollo internacional, he tenido la oportunidad de trabajar extensamente en temas de gobernabilidad, estado de derecho y anticorrupción. He evaluado y participado en diversos proyectos de reforma anticorrupción. Conozco, en teoría y en la práctica, los enfoques, métodos y herramientas de los organismos internacionales de desarrollo para combatir la corrupción. Y he visto de primera mano, y padecido, las limitaciones de las soluciones “seculares” a la corrupción. Por otra parte, mi experiencia en el campo de las misiones me ha permitido afirmar, entender y apreciar mejor la responsabilidad y potencial de la iglesia cristiana, como comunidad de creyentes, de ser agente de una transformación integral de la sociedad. Estoy convencido que la iglesia debe modelar conductas y prácticas de integridad y jugar un rol activo y protagónico en la lucha contra la corrupción.
No hay duda de que la corrupción es tema preeminente en el mundo actual. En prácticamente todos los países, uno lee a diario en los periódicos alguna noticia de corrupción. De acuerdo a encuestas realizadas entre 2014 y 2016, ha sido considerado el problema más serio y el tema más hablado en todo el mundo.1 En la Argentina, mi país de origen, como en tantos otros países latinoamericanos, es noticia de todos los días. La corrupción es un fenómeno universal que afecta a personas, instituciones y naciones. No es particular de ningún grupo de individuos, cultura o país. Todas las sociedades la padecen, aunque de distintas formas e intensidades. Es una enfermad social, un virus que ataca las estructuras y cimientos vitales que permiten que una sociedad funcione y se desarrolle política, económica y socialmente. No asombra que haya atraído la atención de organismos internacionales, políticos, activistas y académicos.
James СКАЧАТЬ