Название: La Biblia en la era audiovisual
Автор: Pablo López Raso
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Digital
isbn: 9788418360183
isbn:
Lévi-Strauss, C. (1973). Anthropologie structurale deux. París: Librairie Plon.
Libro de los secretos de Enoch (2009), en A. Díez Macho (ed.), Apócrifos del Antiguo Testamento, A. Díez Macho y A. Piñero (eds.). Madrid: Cristiandad, 7 vol.
Meletinski, E. M. (2001) [1993]. El mito. Literatura y folclore. Pedro López Barja de Quiroga (trad.). Madrid: Akal.
Molina, F. (2018). «Piu indu degli indu? Skrjabin, le cosmogonie orfiche e la mitologia vedica». En Luisa Curinga y Marco Rapetti (dir.), Skrjabin e il Suono-Luce. Florencia: Firenze University Press, pp. 75-89.
Reinach, S. (1905-1912). Cultes, mythes et religions. París: Ernest Leroux, 4 vols.
Ricœur, P. (2009) [1950]. Philosophie de la volonté. I. Le Volontaire et l’Involontaire. Jean Greisch (pref.). París: Éditions Points.
— (2009) [1960]. II. Finitude et culpabilité. Jean Greisch (pref.). París: Éditions Points.
Skrjabin, A. N., «Zápisi», Rússkie propilei, 6 (1919), pp. 120-247.
Steinbeck, J. (1952). East of Eden. Londres: Mandarin Paperbacks.
— (2002). Al este del Edén, Vicente de Artadi (trad.), Barcelona: Tusquets Editores.
Tolkien, J. R. R. (2001). On Fairy-Stories, en Tree and Leaf. Londres: HarperCollins.
Ubieta, J. A. (dir.) (1975). Biblia de Jerusalén. Bilbao: Desclée De Brouwer.
Young, D. A. (1995). The Biblical Flood. A Case Study of the Church’s Response to Extrabiblical Evidence. Grand Rapids: M. I., William B. Eerdmans Publishing Company & Carlisle (R. U.), The Paternoster Press.
1 Vid. Calame, C., 2015, p. 123.
2 «A quien dijo que los mitos eran mentiras y, por lo tanto, sin valor alguno, aunque sean “susurrados a través de plata”» («To one who said that myths were lies and therefore worthless, even though “breathed through silver”»), 2001, p. 85. El destinatario de Tolkien (Filómito, Philomythus ‘el amante de los mitos’) es C. S. Lewis (Misómito, Misomythus ‘el que odia los mitos’).
3 Vid. Meletinski, E. M., 2001, pp. 155 y 186.
4 Vid. Reinach, S., 1905-1912, II, p. 388.
5 Para una explicación cristiana y contemporánea de este pasaje, vid. Juan Pablo II, 2000.
6 Vid. Bressolette, M., 2005, p. 21.
7 Así, el R.gveda o Himno del conocimiento considera el hálito del Uno como entidad primordial. Vid. «R.gveda Sam.hitā», 10, 129, 2b, en T. Aufrecht, 1877, II, p. 430. Sintomáticamente, Scriabin hace otro tanto en su «Acto preliminar» cuando atribuye a esta respiración divina la creación universal: «En este hálito, en este estallido, en este resplandor de fulgor, en su soplo ardiente, todo el poema de la génesis del mundo». Skrjabin, A. N., 1919, pp. 120-247. Vid. Molina, F., 2018, pp. 77-79. Es prácticamente seguro que el compositor ruso desconocía el texto hindú.
8 Antes de la creación de Eva —clarifica Frye basándose en la antigua tradición textual de Oriente Próximo—, la simbología masculina y femenina correspondía, respectivamente, a Adán y a la Madre Naturaleza, esta última parangonada, a su vez, tanto con el seno originario como con la tumba terminal. La primacía de la diosa tierra prebíblica habría sido transferida, en el relato bíblico, a un simbólico Padre Dios varón asociado con los cielos. Vid. Frye, N., 1992, pp. 191 y 206.
9 Cal (Caleb) se creyó, erróneamente, rechazado por Adam, su padre, y su ira acarreó la muerte de su hermano, Aron. Ante el padre moribundo, Lee ruega a Adam que mire y bendiga a su hijo Cal; de lo contrario, este quedará irremisiblemente «marcado por la culpa». Adam entreabre los ojos y llena dolorosamente de aire sus pulmones: «Expelió el aire y sus labios se arquearon para modular aquel suspiro. La palabra que susurró pareció quedar flotando en el aire: —¡Timshel!» («He expelled the air and his lips combed the rushing sigh. His whispered word seemed to hang in the air. “Timshel!”»). Steinbeck, 1952, p. 666; 2002, p. 684. Steinbeck extrae la expresión de la enigmática pregunta de Yavé a Caín: «¿No es cierto que si obras bien podrás alzar tu rostro?» (Gen 2:16). Timshel ‘podrás’, en inglés thou mayest, evoca, en esta forma interrogativa, tanto el poder como el no poder; esto es, la libertad de elección.
10 Además, en el pensamiento cristiano, hay una continuidad entre los estados originario (o de naturaleza íntegra), histórico (o de naturaleza caída) y definitivo (o de naturaleza gloriosa del que gozarán los justos, y de naturaleza condenada o alejada de Dios que sufrirán los injustos al final de los tiempos); el estado de naturaleza penitente o purgante es solo temporal.
11 «La même aliénation se suscite une histoire fantastique, l’exil de l’Éden, qui en tant qu’histoire arrivée «in illo tempore» est mythe». Ricœur, P., 2009, p. 221. A un intelectual de la talla de Ricœur se le puede pasar por alto la desafortunada utilización, en este caso, del atributo fantastique.
12 Para el estructuralista, el texto solo interesa en la medida en que es lenguaje, sistema susceptible de exposición según fórmulas concisas, matemáticas incluso; para el investigador de literatura, en cambio, el texto configura un sentido susceptible de comprensión, contiene un significado: su centro «es de naturaleza contentiva». Friedrich, H., 1973, p. 183.
13 Eliade, M. «La Fin du Monde a déjà eu lieu», 1963, p. 74. Este pensamiento mítico también se da, según los casos, en el registro estrictamente religioso. Tras la ascensión de Cristo, dos ángeles preguntan a sus discípulos, boquiabiertos: «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, ese mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo» (Hch 1:11). No en vano leemos en el Apocalipsis (1:8) que ese mismo personaje es «el que era y el que va a venir», origen y término absoluto, «el Alfa y la Omega». El Cristo de la parusía o segunda venida es el mismo que el de la primera, aunque vendrá de otra manera. No así las religiones judía y musulmana, aún expectantes de modo absoluto.
14 Vid. Eliade, M., 1969, pp. 9-10.
15 «L’homme archaïque ne connaît pas d’acte qui n’ait été pas posé et vécu antérieurement par un autre, un autre qui n’était pas un homme». Ibid., p. 15.
16 Vid. Eliade, M., 1963, pp. 74-81.
17 Vid. Antolini-Dumas, T., 2016, p. 669.
18 La arqueología y la paleografía han demostrado ampliamente que, al menos, un diluvio ocurrió realmente en el Próximo Oriente en torno al tercer milenio a. C. No hay duda, tampoco, de que el texto acadio precedió e inspiró el babilónico. Aún no se ha concluido científicamente la identidad entre el diluvio relatado por los textos acadio, sumerio y babilónico y el diluvio relatado por el texto hebreo, ciertamente posterior. Vid. Young, D. A., 1995, pp. 226-243.
19 Se trata de la hermana de Tubalcaín, procedente de Gen 4:22, que la compilación midrásica Génesis Rabba 23:3 identifica como la mujer de Noé.
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