Ciudad y Resilencia. Отсутствует
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Название: Ciudad y Resilencia

Автор: Отсутствует

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9788446049906

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СКАЧАТЬ restringir los movimientos de los ciudadanos.

      Para abril de 2020, casi un tercio de la humanidad se halla en situación de confinamiento obligatorio. En paralelo al control del confinamiento, otra serie de tecnologías se empleaban para obtener los datos de posición de las personas contagiadas y sus movimientos en el territorio con objeto tanto de anticipar posibles focos de contagio como para poder modular las restricciones de un confinamiento que estaba causando enormes estragos económicos y sociales.

      En comparación con el brote de 2002 de SARS y otros anteriores, la emergencia de la covid-19 está ocurriendo en un mundo mucho más digitalizado y conectado. En 2020, la vigilancia de la población no se realiza solo mediante cámaras de vídeo, sino también a partir de los smartphones que una gran mayoría de la población lleva consigo conectados todo el tiempo a internet. Esta posibilidad llevó a muchos gobiernos a diseñar plataformas y aplicaciones que les permitieran rastrear los pasos de sus ciudadanos con el objetivo de controlar la propagación del virus.

      ANÁLISIS AGREGADO DE MOVILIDAD

      Algunos gobiernos –incluidos China, Ecuador, Alemania, India, Israel, Italia, Polonia, Corea del Sur, Taiwán y Tailandia– están utilizando el GPS a través de teléfonos móviles para rastrear a las personas, controlar cuarentenas o saber dónde podría ocurrir una propagación del virus.

      Con casi 6.300 casos y más de 40 muertes registradas a mediados de marzo, Corea del Sur se alzaba como el país con el mayor brote de covid-19. El país ya contaba con la experiencia de haber sufrido la epidemia del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2015, y existe toda una cultura de cómo enfrentar colectivamente una epidemia. En vez de poner en marcha medidas agresivas como controles de inmigración o confinamientos, Corea del Sur montó una estrategia consistente en trazar, testear y tratar. Además de realizar numerosos test, la política del gobierno coreano ha sido localizar la mayor cantidad de casos y aislarlos. Para ello, las agencias gubernamentales han venido recolectando las grabaciones de las cámaras de vigilancia, los datos de localización de los smartphones y los registros de las compras con tarjetas de crédito para ayudar a trazar los movimientos de los pacientes de covid y establecer las cadenas de transmisión del virus. Estos datos se publican y se muestran en distintas aplicaciones, a través de una API (Application Programming Interface) pública.

      A partir de esta API, han surgido una gran cantidad de servicios de mapas que geolocalizan a los infectados confirmados. Estos mapas incluyen la información por distritos de las rutas de los pacientes anonimizados registrados en los últimos 18 días. Estos servicios han sido posibles gracias a la rigurosa política de transparencia del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (KCDC). Por su parte, los gobiernos municipales y de distrito envían alertas de emergencia de forma regular a los teléfonos de sus habitantes para informar sobre cualquier nuevo caso del coronavirus.

      El control de los enfermos y pacientes en cuarentena se lleva a cabo a través de una aplicación de smartphone desarrollada por el Ministerio de Interior y Seguridad, que permite que las personas que han recibido la orden de no salir de casa se mantengan en contacto con los trabajadores sociales e informen sobre su progreso. También usa GPS para rastrear la ubicación de los usuarios y asegurarse de que no rompan la cuarentena. Denominada «protección de seguridad de autocuarentena», está destinada a ayudar a gestionar el creciente número de casos y prevenir a los «grandes propagadores», responsables de muchas infecciones. Dicha aplicación envía alertas, permite monitorizar la localización y, según las autoridades, es una forma más práctica que tener que llamar por teléfono a la persona afectada para saber si cumple las recomendaciones.

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      Figura 2. Mapa de seguimientos de pacientes de covid-19 en Corea del Sur, Corona Map, Corea del Sur, disponible en [http://coronamap.site].

      Esta cantidad de datos y transparencia no está exenta de problemas. La caza online de infectados busca identificar y detectar a los portadores del coronavirus, lo que ha causado un clima de miedo social. También se han producido filtraciones de información personal de pacientes, algunas de las cuales han demostrado ser falsas. Para minimizar estos riesgos, el gobierno coreano cambió las especificaciones de la aplicación para que solo pudieran acceder a ella las partes implicadas, es decir, el sujeto en cuarentena y el funcionario gubernamental asignado a su cuidado.

      TECNOLOGÍAS DIGITALES DE SEGUIMIENTO DE PROXIMIDAD

      Una forma de tecnología digital para la vigilancia que ha recibido amplia atención en muchos países que enfrentan la epidemia de covid en los últimos meses es el seguimiento de proximidad. El seguimiento de proximidad mide la intensidad de la señal entre dos teléfonos móviles para determinar si estaban lo suficientemente cerca como para que sus usuarios transmitieran el virus de una persona infectada a otra no infectada. Si un usuario da positivo de coronavirus, otros que han sido identificados como cercanos a esa persona pueden ser notificados y, a continuación, tomar las medidas adecuadas para reducir los riesgos para la salud de ellos mismos y de otros. El seguimiento de proximidad a menudo se combina con el «rastreo de contactos».

      El rastreo de contactos es el proceso de identificación, evaluación y gestión de personas que han estado expuestas a una enfermedad para prevenir la transmisión posterior. Cuando se aplica sistemáticamente, el rastreo de contactos permite cortar las cadenas de transmisión de una enfermedad infecciosa y, por lo tanto, es una herramienta esencial de salud pública para controlar los brotes de enfermedades infecciosas. Para que el rastreo de contactos sea efectivo, los países necesitan la capacidad adecuada, incluidos los recursos humanos, para evaluar los casos sospechosos de manera oportuna. Estos recursos humanos se concretan en brigadas detectivescas de rastreadores telefónicos, que, en los países donde se ha puesto en marcha, están compuestos por perfiles variados: desde sanitarios jubilados o parados hasta cadetes del ejército o militares en la reserva. La tecnología digital puede desempeñar un papel complementario en los programas implementados de rastreo de contactos.

      En el contexto de la pandemia, Singapur fue el país pionero en comenzar a usar las tecnologías digitales de seguimiento de proximidad con su aplicación TraceTogether. Esta registra la proximidad entre dos personas y la duración de su interacción, y asimismo registra a los usuarios que se encuentren a dos metros el uno del otro durante 30 minutos. Los datos se almacenan en el teléfono del usuario durante 21 días para que puedan realizar un seguimiento de las interacciones y posibles exposiciones al virus.

      Una tecnología similar a la de Singapur fue desarrollada en Europa bajo el acrónimo DP-3T, que da nombre al protocolo Decentralized Privacy-Preserving Proximity Tracing o rastreo descentralizado de proximidad con preservación de la privacidad. DP-3T es un protocolo de código abierto que utiliza la funcionalidad Bluetooth Low Energy en dispositivos móviles y que garantiza que los datos personales y la computación permanezcan en el teléfono de cada individuo. La preocupación principal de los desarrolladores del proyecto, liderado por la ingeniera Carmela Troncoso, es mantener la privacidad creando la figura de «identidades efímeras». Una vez que una persona tiene la aplicación en su teléfono, esta genera una clave anónima que va «refrescándose» y cambiando cada cierto tiempo. Se trata así de un sistema descentralizado donde tanto la geolocalización como la lista de contactos no se guardan en un ordenador central en manos de la autoridad, sino que están en las manos de las y los usuarios: los datos se quedan en el teléfono de las personas y solo ellas pueden activar la alerta.

      El protocolo DP-3T fue producido por un equipo de más de 25 científicos e investigadores académicos de toda Europa, y ha sido analizado y mejorado por la comunidad internacional de desarrolladores de software libre y criptografía. Toda la documentación puede encontrarse en un repositorio de GitHub y hasta existe un pequeño cómic, elaborado por el propio equipo y traducido a múltiples lenguas, que explica mediante viñetas el СКАЧАТЬ