Название: Crisis del Estado nación y de la concepción clásica de la soberanía
Автор: Manuel Alberto Restrepo Medina
Издательство: Bookwire
Жанр: Юриспруденция, право
isbn: 9789587843538
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En materia de salud, el Ministerio de Salud y Protección Social publicó un boletín electrónico en el que indicaba y guiaba a los inmigrantes venezolanos en temas relacionados sobre esta materia.36 Todos los venezolanos pueden ser atendidos si necesitan atención inicial de urgencias, según el artículo 168 de la Ley 100 de 1993, la Ley 715 de 2001 y la Ley 1751 de 2015. Además, cabe destacar la sugerencia a los ciudadanos venezolanos para que se afilien a una entidad promotora de salud (EPS) y así puedan ser atendidos por el sistema de salud de manera integral. Para complementar lo anterior, y según la Resolución 3015 de 2017, se ordena incluir el PEP como documento válido de identificación ante el Sistema de Protección Social. Menciona también que la vinculación al SGSSS se sujeta al marco legal vigente de cada régimen.37 Finalmente, existe un denominado Plan básico de beneficios, que incluye atención en urgencias hospitalarias, actividades de promoción y prevención, controles prenatales, y algunas vacunas. Este plan se estableció para llenar el vacío jurídico sobre los derechos mínimos de los inmigrantes, en este caso de los venezolanos.
4.4. Migración venezolana. ¿Una oportunidad?
Muchos de los inmigrantes que llegan al país están en capacidad de aportar a la ciencia, a la tecnología, o a distintas áreas su conocimiento, su experiencia y su formación. Esa nueva forma de ver las cosas y de usarlas puede fortalecer la industria y los demás sectores económicos. La doctrina la denomina “migración calificada”. En términos generales, “la migración calificada se ha establecido en referencia al nivel de escolarización alcanzado: personas que habiendo obtenido el grado de licenciatura, profesionistas, se movilizan a nivel internacional.38 El país puede apropiarse en su beneficio de los conocimientos, madurez y experiencia de estos profesionales, convirtiéndose sin duda en una oportunidad. De igual manera, es posible que se constituyan en un costo de nómina inferior al del mercado (con el límite de las garantías mínimas de cualquier trabajador).
Además, se tiene que tomar en cuenta que la inmigración venezolana impactará la economía, como ya se mencionó, debido a que estas personas demandarán otros productos que normalmente no se producían en masa por razones culturales, incrementando la producción de ciertos productos y generando un cambio en el mercado laboral. Por consecuencia, se crearían nuevos empleos en industrias que antes no se necesitaban.
De hecho, la funcionalidad estructural de la migración en el sistema capitalista ha sido justamente poder incorporar un conjunto laboral en condiciones de desigualdad salarial para obtener una mayor competitividad. Para ello es importante mantener las diferencias en el costo unitario entre la fuerza de trabajo extranjera y la nativa.39 Así, aunque al principio se presente y se cuestione una competencia entre los trabajadores nacionales e inmigrantes, se tendrá un efecto positivo a mediano plazo debido a la demanda de productos y servicios, que producirá una inversión posterior en la economía, generando así más y mejores empleos, creados por la demanda de productos y servicios que necesitan o que ofrecen este nuevo grupo de personas.40
El fenómeno de la migración puede ser una oportunidad para que el gran número de personas que está llegando al país genere nuevos emprendimientos y dinamismo en la economía. En efecto, algunos capitales venezolanos se han introducido e invertido en territorio colombiano. Un ejemplo claro es la cadena de farmacias de autoservicio Farmatodo, la cual además de generar empleo y mover la economía, demuestra que la inmigración no tiene por qué verse solo desde un punto de vista negativo. También demuestra que nuestra sociedad “ve con distintos ojos” a quien viene con recursos económicos. Es bienvenido el inversor (el que trae capital) o aquel trabajador que viene vinculado con un contrato de trabajo a priori a su desplazamiento (porque tendrá capacidad económica) y rechazado el que viene a buscar empleo.
4.5. Transitoriedad y no asentamiento
Como en la mayoría de los grandes y medianos períodos de migración en el mundo, seguramente se observará en algún momento el efecto contrario de haber emigrado, es decir, el retorno al país de origen. Este fenómeno obligará a los poderes públicos a tener presente la necesidad de proteger a ese colectivo, adoptando una serie de medidas cuyo objeto sea garantizar la reinserción,41 por ejemplo en temas de empleabilidad y de seguridad social o de homologación de títulos obtenidos en el exterior (así como de permisos de conducción, entre otros).
El regreso puede ser involuntario, derivado de una política coercitiva del Estado para que el extranjero abandone el territorio, o porque inicialmente había sido pactado a través de una inmigración temporal que compromete a la persona a no permanecer en el país receptor más tiempo del necesario para desarrollar el trabajo asignado. A fin de asegurar esa temporalidad y evitar que sirvan de fraude como vía de acceso a la permanencia ilegal, los países de acogida normalmente combinan factores coercitivos con incentivos, como el pasaje de avión, ayuda con obtención de documentación requerida para viajar, información sobre programas de reintegración, asesoramiento en materia de derechos y responsabilidades, medidas de reinserción laboral y social.42 También se denomina regreso forzoso, aludiendo a la repatriación impuesta por las autoridades competentes del país de acogida.43
El regreso también puede ser voluntario —creemos que es la mayoría de los casos— y obedece sobre todo a factores económicos o sociales. Con respecto a los factores económicos, el regreso al país de origen puede ser consecuencia del cumplimiento de los objetivos económicos que se pretendían con la inmigración, por ejemplo cuando la decisión de marcharse se debió a la búsqueda de dinero para una inversión o un proyecto en el país de origen. Esto, aunque positivo, también trae algunos problemas, como encontrarse con una situación económica distinta al país de origen que imposibilite esa prosperidad anhelada; haber contraído obligaciones en el país del que se emigra o la desinformación en el momento de trasladar el dinero entre países que puede traer malas sorpresas. Por lo general, el retorno se asocia con éxito y prosperidad, y si el migrante no regresa triunfante se prefiere posponer la vuelta, pues la imagen que se transmite será la del fracaso.44
Si el pensamiento inicial del migrante es salir y probar suerte, y esa suerte se materializa, obteniendo una vivienda propia o algún tipo de inversión en el país de destino, las posibilidades de dejar lo construido para regresar al país de origen pueden verse disminuidas. Otro factor que debe tenerse en cuenta en el momento de la vuelta es aquel que depende de la situación actual del país de origen, el contexto económico, político y social que se encuentre. Si ha habido un crecimiento económico, por ejemplo, será más factible el retorno.
Por su parte, entre los factores sociales generalmente es común que los migrantes inicien su traslado con la idea de regresar al país bien sea a mediano o largo plazo, pero esta idea puede afectarse según el grado de inserción real que se tenga en el país destinatario. Sin vacilar, ese arraigo es un factor determinante sobre la decisión de regresar. Un grado alto de inserción puede provocar un efecto llamada, que motiva el desplazamiento de familiares, reduciendo así aún más las probabilidades de volver al país de origen, pues sin duda uno de los factores más difíciles de superar es la distancia de los seres queridos. Esto cambia diametralmente si la familia, la compañía o los hijos los ha creado en su estancia como extranjero.
De todas maneras, hoy en día las tecnologías han permitido que esos lazos familiares y de amistad perduren más fácilmente y que la distancia se haga virtualmente más corta. СКАЧАТЬ