Название: Una Razón para Esconderse
Автор: Блейк ПирÑ
Издательство: Lukeman Literary Management Ltd
Жанр: Современные детективы
Серия: Un Misterio de Avery Black
isbn: 9781640293953
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“¿Entonces crees que nuestro sospechoso pudiera estar cerca, observando?”.
Sloane lo consideró por un momento y luego se encogió de hombros. “Ciertamente es una posibilidad. Sin embargo, la precisión con la que dijiste que está quemando los cuerpos me hace pensar que este tipo también es paciente y organizado. No creo que haría algo tan tonto como volver a visitar la escena del crimen”.
“Paciente y organizado”, pensó Avery. “Esto coincide con su excelente planificación, el uso de la niebla como cobertura para llegar a sus víctimas y verter los restos”.
Pensó en la forma en la que los huesos casi habían sido puestos en exhibición, casi igual de chocante y obvio como un fuego desatado.
“¿Qué piensas del caso hasta ahora?”, preguntó Sloane.
“Pienso que es un asesino en serie. Creemos que esta es su primera víctima, pero la forma flagrante en la que exhibió los restos me molesta. Más que eso, hay algo muy organizado sobre tomar a una víctima, quemarla por completo y luego verter los restos de una manera específica. Son tendencias de un asesino en serie”.
“Estoy de acuerdo con eso”, dijo Sloane.
“Quisiera que algunos de los hombres con los que trabajo fueran tan brillantes”, dijo Avery con una sonrisa.
“¿Cómo te has sentido últimamente, Avery? Nada de mentiras, por favor”.
“Estoy bien en general. Por primera vez en mi vida, mis problemas parecen normales en comparación con mi pasado”.
“¿Qué tipo de problemas normales?”, preguntó Sloane.
“Problemas con mi hija. Una relación complicada con un hombre”.
“Los peligros de una mujer que trabaja duro”.
Avery sonrió, aunque sintió que una conversación más profunda se aproximaba. Esta era la razón por la cual suspiró internamente cuando su teléfono sonó en ese momento. Se lo sacó del bolsillo y vio el número de Connelly. “Tengo que atender esta llamada”.
Ella asintió.
Avery salió de la oficina y contestó la llamada en el pasillo.
“Black, no dejes que esto se te suba a la cabeza, pero tienes razón. Ya analizaron los registros dentales de los restos. Acertaste. La víctima es Keisha Lawrence. Treinta y nueve años de edad y vivía a dos kilómetros de la zona”.
“¿Qué más sabemos?”, dijo Avery, haciendo caso omiso de los cumplidos.
“Lo suficiente como para comenzar”, dijo. “Ahora sabemos con certeza que no tenía familia inmediata en la zona. La única persona de interés que tenemos es un novio y su madre, que murió hace muy poco”.
“¿Ya hablaron con el novio?”.
“Ya asigné a alguien a la tarea. Ya busqué sus antecedentes. Tiene muchos antecedentes penales de abuso doméstico y peleas en bares. Un excelente tipo, por lo visto”.
“¿Quieres que hable con él después que lo haga el agente que asignaste?”.
“Sí… ve a hablar con ese pendejo. Llamaré a Ramírez y lo sacaré de la tarea en el Boston College. Será todo tuyo por el resto del día”.
¿Eso fue sarcasmo en su voz? Estaba bastante segura de que sí. O era eso, o estaba paranoica.
“Tu vida sexual no es tan relevante”, pensó. “No te hagas la importante”.
“Apúrate, Black”, dijo Connelly. “Atrapemos a este tipo antes de que encontremos otra pila de huesos”.
Avery finalizó la llamada y se apresuró al garaje para tomar un auto. Pensó en lo que Sloane le dijo, que los incendiarios a menudo veían a los bomberos trabajando, sintiendo que estaban controlándolos de cierta forma.
“Tal vez tenemos que añadir ‘voyeur’ a la lista de las características potenciales del sospechoso”, pensó.
En cuanto al hecho de que los incendiarios querían sentir que estaban controlando las personas que trabajaban para comprender sus crímenes… Avery Black no era bombera y obviamente no le gustaba la sensación de que alguien estuviera controlándola.
Salió del garaje rápidamente, los neumáticos chillando de la velocidad. El novio de Keisha Lawrence era su primera pista real en este caso y Avery quería visitarlo antes de que cualquier otra persona lo hiciera.
CAPÍTULO OCHO
Avery se estacionó en frente al apartamento del novio justo cuando Ramírez se estaba bajando de su propio auto delante de ella. Le sonrió, una sonrisa diferente a la que estaba acostumbrada. Aunque no quería admitirlo, estaban compenetrándose de una forma que era mucho más profunda que una simple asociación laboral.
“¿Cómo te fue en la universidad?”, preguntó Avery a lo que se encontraron en las escaleras.
“Fue sofocante. Una protesta estúpida. ¿Qué tenemos aquí?”.
“Novio con un pasado agresivo. Antecedentes penales de abuso. Recibí una llamada en el camino. Me dijeron que se portó mal con la policías que le dieron la noticia”.
“Entonces esto será divertido”, dijo Ramírez.
Avery asintió cuando empezaron a subir las escaleras. Tocó el timbre y escuchó pasos pesados acercándose a la puerta. En cuestión de segundos, un hombre corpulento abrió la puerta. Era grueso, pero era evidente por sus grandes músculos que iba al gimnasio. Tenía varios tatuajes en ambos brazos, uno de los cuales era de una mujer desnuda montando un cráneo.
“¿Sí?”, dijo, sonando más irritado que triste.
“¿Usted es Adam Wentz?”, preguntó Avery.
“¿Quién lo pregunta?”.
Avery le mostró su placa y dijo: “Soy la detective Black y este es el detective Ramírez. Queremos hacerle unas preguntas sobre Keisha”.
“Ya hablé de ella demasiado hoy”, dijo Adam Wentz. “Que dos policías lleguen a tu casa temprano en la mañana para decirte que una mujer con la que estabas saliendo está muerta es una forma terrible de comenzar el día. Así que no hablaré más de eso hoy”.
“Perdóneme por decir esto”, dijo Avery, “pero yo esperaría que un hombre que acababa de perder a su novia de una manera tan trágica querría ayudar en todo lo que pudiera mientras la policía trata de llegar al fondo de todo”.
“No importa lo que descubran. Nada de eso la traerá de vuelta”, dijo Adam.
“Sí, eso es cierto”, dijo Avery. “Sin СКАЧАТЬ