Obsesionada . Морган Райс
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СКАЧАТЬ ver las pequeñas luces parpadeantes de la ciudad. Pensó en todas las personas en sus hogares, ignorantes del infierno que estaba a punto de desatar. Se rió para sí, imaginando el caos que estaba a punto de crear. Nada le daría más alegría que destrozar  todas y cada una de sus vidas.

      Pronto Kyle vio la escuela preparatoria a lo lejos, muy por debajo. La policía había establecido un bloqueo alrededor de un área grande de la zona, incluyendo cada camino que llevaba a la escuela. Cada camino estaba lleno de patrullas de la policía.

      Idiotas, Kyle pensó mientras volaba directamente sobre ellos sin ser notado.

      Eran presa la ignorancia por sus limitaciones. Era claro que la idea de un vampiro asesino suelto era demasiado para sus pequeños cerebros, por lo que en lo había bajado de categoría a sólo un asesino suelto. No tenían ni idea.

      Cuando Kyle se acercó a la entrada de la escuela, vio los trozos de cinta policial aleteando con el viento donde los dos hombres habían tratado de dispararle. Vio su propia sangre sobre el cemento. Apretó los puños y pensó en que ahora nadie podía detenerlo. Ahora, era inmortal. Ni coches, ni balas, nada podía detenerlo.

      Entonces, decidió entrar por la entrada trasera. Bajó sobre el campo de atletismo, donde había una práctica de fútbol bajo el resplandor de los reflectores, y se escondió entre las sombras. Usando su vista súper aguda, enfocó en las patrullas de policía aparcadas tan solo a la vuelta de la calle, con la idea de que estarían fuera de vista. Tal vez, Kyle pensó con una sonrisa, estaban fuera de la vista de un ser humano. Pero no de un vampiro.

      El lugar estaba en completo desorden. Había vidrios rotos y basura desparramados por todo el pavimento. Se preguntó cómo pudieron convencer a los niños a permanecer en la escuela. Era que no quería saber, de nuevo, pensó.

      Se paseó hacia las puertas cerradas del gimnasio, concluyó que era el mejor camino para entrar a la escuela. Allí, pudo notar, también había mayor vigilancia. Kyle vio que habían colocado a un tipo corpulento junto a las puertas, incluso era más grande que él. Era el tipo de guardia de seguridad que sería más fácil encontrar en un club nocturno del centro que en una escuela preparatoria. Kyle solo sonrió para sí, saboreando el reto de hacerse cargo del hombre.

      Con confianza, se paseó hasta donde estaba el guardia de seguridad, mientras notaba cómo la mano del hombre se deslizaba hacia su cintura. Kyle supuso que estaría alcanzando ya sea una pistola o un walkie-talkie de radio para pedir refuerzos. Nada de eso perturbaba a Kyle. Las armas no podían matarlo e incluso ni un centenar de agentes de policía no podrían hacer nada para detenerlo.

      "Tienes el descaro para volver", dijo el guardia de seguridad mientras Kyle se acercaba a él. “Te están buscando. Todo el personal de policía y de seguridad de la ciudad tienen tu foto. Toda la ciudad te está buscando.”

      Kyle sonrió y extendió los brazos.

      "Y, sin embargo, aquí estoy", respondió.

      El guardia de seguridad trató de ocultar la preocupación en su rostro, pero Kyle pudo notarlla.

      "¿Qué quieres?", preguntó, su voz estaba temblorosa.

      Con la cabeza, Kyle señaló las puertas del gimnasio. Podía escuchar el ritmo palpitante de la música que venía del interior e imaginaba a todas las porristas adentro, en la mitad de su  práctica. Quería convertir a todas y cada una de ellas.

      Kyle se acercó al guardia de seguridad y lo agarró por el cuello, levantándolo muy por encima del piso. A pesar de que era más grande y más alto que Kyle, la fuerza de Kyle era  mayor. El hombre se sentía que pesaba como apenas un niño.

      "Quiero hacer un ejército," Kyle susurró en el oído del hombre.

      El hombre dejó escapar un gemido estrangulado mientras daba patadas. Kyle inclinó la cabeza hacia abajo y mordió el cuello del guardia de seguridad. El hombre trató de gritar pero el Kyle le estaba agarrando el cuello con demasiada fuerza. No hizo ningún sonido mientras se le drenaba la sangre del cuello.

      Kyle dejó caer el hombre, sabiendo que había creado su segundo vampiro. Cuando se despertó, renacido, estaría en su ejército.

      Soldado número dos.

      Kyle abrió las puertas del gimnasio y la música fuerte estalló junto con el olor a sudor y los gritos de las chicas que estaban en la práctica.

      "¡Hey!" gritó una chica desde las gradas. "No puedes estar aquí."

      Llevaba el mismo equipo de porrista que el resto de las chicas. Ella precipitó hacia Kyle y se detuvo frente a él, mirándolo hacia arriba con el ceño fruncido.

      "¡Fuera de aquí!" ella le exigió.

      Kyle la ignoró.

      “¿Conoces a Scarlet Paine?", él dijo.

      Ella hizo una mueca. “¿Ese monstruo? Yo sé mucho de ella.”

      Detrás de la chica, las otras porristas se volvieron para ver lo que estaba pasando.

      "¿Dónde está?", preguntó Kyle.

      La chica se encogió de hombros.

      "¿Cómo voy a saberlo?", dijo.

      Kyle se lanzó hacia delante y la agarró, elevándola por encima de su cabeza. Las otras chicas comenzaron a gritar.

      "Si alguna de ustedes sabe donde está Scarlet Paine," Kyle les gritó, “les pido que mejor hablen ahora."

      Las porristas se hicieron para atrás. La chica que Kyle sostenía sobre su cabeza se retorcía. Sólo una de las muchachas que estaban mirando fue lo suficientemente valiente para decir algo.

      "No sé dónde está," ella dijo, temblando. "Sin embargo, sus amigas Becca y Jasmine están en el coro de la escuela. Están practicando al final del el pasillo.”

      Kyle entrecerró los ojos hacia la chica. "¿Estas diciendo la verdad?"

      Ella apretó los labios y asintió.

      Finalmente, Kyle bajó a la chica que estaba luchando en sus brazos. Ella corrió con el resto de las chicas y se juntaron en torno a ella, buscando protegerla, algunas estaban llorando.

      Kyle se acercó a la pared y, de un tirón, bajó una escalera. Arrancó una de las piezas largas de madera y, deslizándolas por las asas, aseguró las puertas del gimnasio.

      “Que nadie se mueva," ordenó a las chicas aterrorizadas.

      Todavía quería convertirlas, pero primero tenía que seguir la pista.

      Cuando salió del gimnasio y entró a los pasillos de la escuela, aun podía oír su llanto ahogado. A pesar de las trifulcas y disparos que habían ocurrido más temprano, el lugar todavía estaba lleno de niños. Kyle se rió para sí al darse cuenta de que debieron pensar que rodeando la escuela con patrullas sería suficiente para mantenerlo lejos. Estaban tratando de mantener todo en la normalidad para no asustar a los niños ni a los padres de la comunidad.

      "¿Qué tan tontas pueden llegar a ser estas personas?" pensó Kyle para sí mientras sonreía.

      Kyle se acercó a un grupo de chicos de aspecto alternativo que estaban pasando el tiempo junto a los casilleros. Se veía como la clase de niños con quienes habría estado dando vueltas si estuviera СКАЧАТЬ