Название: La terra de todos / Соблазнительница. Книга для чтения на испанском языке
Автор: Висенте Бласко-Ибаньес
Издательство: КАРО
Жанр: Прочая образовательная литература
isbn: 978-5-9925-1320-2
isbn:
Según avanzaba Watson entre las dos filas de viviendas, fué encontrando á los principales personajes del pueblo. Primeramente vió al señor de Canterac, un francés, antiguo capitán de artillería, que, según afirmaban muchos que se decían amigos suyos, se había visto obligado á marcharse de su patria á consecuencia de ciertos asuntos de índole privada. Ahora servía como ingeniero al gobierno argentino, en obras remotas y penosas de las que huían sus colegas hijos del país.
Era un hombre de cuarenta años, enjuto de cuerpo, con el pelo y el bigote algo canosos, pero conservando un aspecto juvenil. Tenía al andar cierto aire marcial, como si aún vistiese uniforme, y se preocupaba de la elegancia de su indumento, á pesar de que vivía en el desierto.
Había entrado á caballo por la llamada calle principal, vistiendo un elegante traje de jinete y cubierta la cabeza con un casco blanco. Al ver á Watson echó pie á tierra para caminar junto á él, sosteniendo á su caballo de las riendas, al mismo tiempo que examinaba unos dibujos del americano.
– ¿Y Robledo, cuándo vuelve? – preguntó.
– Creo que llegará de un momento á otro. Tal vez ha desembarcado hoy en Buenos Aires. Vienen con él unos amigos.
El francés siguió examinando los planos del joven, sin dejar de andar, hasta que llegaron frente á la pequeña casa de madera que le servía de alojamiento. Allí entregó las riendas con una brusquedad de cuartel á su criado mestizo, y antes de meterse en su vivienda dijo á Ricardo:
– Creo que sólo nos faltan seis meses para terminar la primera presa en el río, y Robledo y usted podrán regar inmediatamente una parte de sus tierras.
Continuó Watson la marcha hacia su casa; pero á los pocos pasos hizo alto para responder al saludo de un hombre todavía joven, vestido con traje de ciudad, y que tenía el aspecto especial de los oficinistas. Llevaba anteojos redondos de concha, y sostenía bajo un brazo muchos cuadernos y papeles sueltos. Parecía uno de esos empleados laboriosos, pero rutinarios, incapaces de iniciativas ni de grandes ambiciones, que viven satisfechos y como pegados á su mediocre situación.
Se llamaba Timoteo Moreno y era nacido en la República Argentina, de padres españoles. El Ministerio de Obras Públicas lo había enviado como representante administrativo á las obras de la Presa, y él era el encargado de pagar al contratista Pirovani las sumas debidas por el gobierno.
Después que saludó á Watson se dió una palmada en la frente y quiso retroceder, mirando al mismo tiempo sus papeles.
– He olvidado dejar en casa del capitán Canterac el cheque sobre París que le entrego todos los meses.
Luego hizo un movimiento de hombros y continuó andando junto al norteamericano.
– Se lo daré cuando vuelva á mi casa. De todos modos, no tenemos correo hasta pasado mañana.
Estaban frente al bengalow habitado por el hombre más rico del campamento, y vieron cómo salía éste y se acodaba en la barandilla de una de las galerías. Luego, al reconocerlos, bajó apresuradamente la escalinata de madera.
El italiano Enrico Pirovani había llegado á la Argentina como obrero diez años antes, y era tenido ya por uno de los hombres más ricos del territorio patagónico que se extiende desde Bahía Blanca á la frontera andina de Chile. Todos los Bancos respetaban su firma. No pasaba de los cuarenta años;
llevaba el rostro afeitado; era grande y musculoso, pero empezaba á mostrar la blandura naciente de los organismos invadidos por la grasa. Tenía el aspecto del trabajador manual que ha hecho fortuna y no puede ocultar cierta tosquedad reveladora de su origen. Lucía numerosas sortijas, así como una gran cadena de reloj, y su traje siempre era flamante.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.