Agencia Amur. 1 docena de historias. Leon Malin

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      Una semana después, invité a Boris y Lida a nuestra oficina. La reunión se llevó a cabo por iniciativa mía, lo que significa que es gratis. La pareja se sentó frente a frente, yo estaba a la cabeza de la mesa, Vika de lado. “Quiero reconciliarte”, dije. – Comunicándome contigo, me di cuenta de que ambos aman a su otra mitad y son geniales el uno para el otro. Estos cambios no cuentan, pero esto no es traición. Para Lida, este es un trabajo, pero Boris fue seducido. Además, se hizo evidente que su vida íntima ahora será más brillante y más saturada. A Boris le gusta observar desde un lado antes de “unirse a la batalla”. Tú, Lida, por alguna razón, tenía miedo de admitirlo. Y para ti tener sexo con otros hombres, no es trabajo, es un preludio a lo principal, a una reunión cercana con el marido. Entonces, de hecho? Y resulta que estás idealmente el uno para el otro. ¿Quieres que te lo pruebe ahora? ¿Cómo? Es muy simple Estoy teniendo sexo con Lida aquí, y luego se lo estoy dando a Boris. Entre los que están aquí ahora, ¿hay alguien que se oponga a esto? Levanta tu mano”. Nadie levantó su mano. Fue una invitación. “Si todos están contentos con todo”, continué, “entonces probablemente la Agencia podría esperar una cierta prima”. Nuevamente silencio. Y silencio, como dicen, un signo de acuerdo. Me levanté de la silla y Lida se levantó. Lida es una profesional, fue agradable trabajar con ella. Primero en el sofá, luego en la mesa. Tumbado, de pie, y luego acostado de nuevo. Enloquecí y me sentí como un verdadero actor porno. Pero Lida (que significa el profesional) no me dejó armar un escándalo. Ella me entregó a Vika, y ella misma aceptó a Boris. A Victoria también parecía gustarle “mirar”, porque ya estaba completamente lista para contactarme. Y encendimos… Nos separamos de nuestros clientes, como con viejos amigos. Este fue el caso con “doble traición”.

      Pasiones en un hogar rico

      Por la mañana empujé la puerta de mi oficina con un letrero “Agencia Amur”. Asuntos de negocios”. Mi asistente Vika estaba sentada a la mesa y estaba mirando algo en la computadora. Esperaba que estuviera ocupada con asuntos oficiales. Y ya tuvimos muchos casos. Las cosas iban cuesta arriba y estaba pensando en contratar un segundo asistente. En mis sueños, yo estaba sentado en la oficina en el teléfono y di sólo una indicación de sus empleados entusiastas que les gusta sabuesos recorrieron la ciudad, con lo que la Agencia (I) más y más dinero… Me senté en la silla, abrió su ordenador portátil y empecé a mirar a través del correo electrónico. Vika y yo esperábamos al cliente, a cierta Lilia Vitalievna. "¿Cuál es el nombre, Lilia?”, Pensé. Por el rabillo del ojo vi que el asistente “roza” el sitio de citas. Una mujer joven e interesante, pero con los mujiks no tiene suerte (como ella misma se dijo a sí misma). Victoria era realmente bonita. El espeso cabello castaño, los grandes ojos oscuros, una buena figura la hacían muy, muy atractiva. Sin embargo, en el trabajo, que “silicio”, sin trucos y novelas, sólo si en una necesidad, y que a veces sale…