Название: El gran libro de las civilizaciones antiguas
Автор: Patrick Riviere
Издательство: Parkstone International Publishing
Жанр: Документальная литература
isbn: 978-1-68325-077-7
isbn:
59
Según algunas versiones, se trataba de una ciénaga, y este «huevo cosmogónico» salía de las entrañas de la «oca del Nilo» (¡el «Gran Graznador»!).
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Su antiguo nombre civil era Un.
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Véase Mircea Eliade,
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Aunque en algunas versiones se trataría, de hecho, del propio dios Ptah.
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R. P. Festugière,
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Schwaller de Lubicz,
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El ojo de Ra,
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Como el chakra o centro,
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Según algunas versiones, podría tratarse también de la diosa Hathor (con cabeza de vaca) que simboliza la feminidad, así como la fecundidad y la fertilidad.
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Las tradiciones cananeas se sirven de un mito similar.
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Probablemente se tratara de cerveza.
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Lo que recuerda a otra diosa que adopta la forma de un bóvido: la diosa Mehurt.
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Plutarco,
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En el mito de la concepción de Anubis encontramos la intervención de la luz (Osiris) y la oscuridad (Neftis, como hermana y esposa de Set) situando «al que abre los caminos» fúnebres en relación simbólica con la puesta de sol crepuscular…
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Según Isidore Lévy (en
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Imagen arquetípica del Eje del Mundo, el
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Según otras versiones, Isis consiguió hacerse fecundar por el cadáver de Osiris. Luego, oculta entre los papiros del delta del Nilo, habría dado a luz a su hijo Horus. Plutarco menciona también esta «procreación post mórtem», pero la relaciona con otro hijo, salido de un loto: Harpócrates (que, por otra parte, fue asimilado a Horus niño).
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Según Diodoro de Sicilia, Tifón (Set) lo dividió en veintiséis partes.
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De ahí la asimilación en ocasiones de Isis con la diosa Hathor, la Venus egipcia. ¡De hecho, en
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Es conveniente citar sobre todo la «isla de Philae», el «campo sagrado» que Diodoro y Plutarco evocaron.
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A. E. Mariette-Bey (1821-1881), entre otras cosas, descubrió la tumba de los Apis, al hallar el Serapeum de Menfis. Además, fue el creador del Museo de Boulaq.
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Véase V. Loret,
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El
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La iniciación sigue con un banquete ritual. Después de todo un año, por petición de Isis, el misto debía reconocer «los misterios nocturnos del dios supremo» (
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Expresión literal extraída del
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Esta «segunda muerte» es evocada en particular en los capítulos 44, 130, 135, 136, 175 y 176 del
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Mientras que en el
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El «ojo divino» era indistintamente considerado como ojo de Horus y ojo de Ra.
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A. Moret,
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Mircea Eliade,