Cuando el pipí se resiste. Stephane Dr. Clerget
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Cuando el pipí se resiste - Stephane Dr. Clerget страница 4

Название: Cuando el pipí se resiste

Автор: Stephane Dr. Clerget

Издательство: Parkstone International Publishing

Жанр: Медицина

Серия: Así es la vida

isbn: 978-1-68325-122-4

isbn:

СКАЧАТЬ a tocar pito»? ¿Y si la enuresis fuera sólo para el niño una forma de expresar sus angustias, sus preguntas respecto a la sexualidad?

      Los padres, abuelos y cuidadores deben utilizar el mismo discurso

      Es importante que todos los adultos que se ocupan del niño (padres, cuidadores, abuelos…) se pongan de acuerdo sobre el momento y la forma de abordar el aprendizaje de la continencia. Por ejemplo, si la abuela le obliga a estar mucho rato en el orinal y le riñe cuando no consigue hacerlo dentro, mientras que sus padres siguen utilizando el pañal (o por el contrario, si los padres son más rígidos que los cuidadores, en este caso la abuela), el niño puede no entender nada en absoluto. ¿Por qué lo que le agrada a uno no le gusta al otro y por qué uno se enfada y el otro no? ¿Qué tiene que deducir? ¿Qué está bien y qué está mal? ¿Cómo tiene que comportarse? Es importante que exista incluso una coherencia educativa en torno a este tema, que afecta a lo más íntimo de sí mismo; si no, corre el riesgo de sentirse trastornado y le costará aprender a controlar sus esfínteres. Sin duda, puede haber alguna diferencia en materia de educación de una persona a otra, pero lo esencial es que estos puntos de vista divergentes no entren en la rivalidad de los adultos, sobre todo en el seno de la familia. No hace falta que aprender a controlar los esfínteres se transforme en un reto importante, ni que la madre y la abuela se sientan responsables del fracaso o el éxito del niño a la hora de hacer sus necesidades en el orinal. Después de todo, es su cuerpo, su historia, más que la de su madre o de su abuela. Además, se tiene que demostrar flexibilidad, e intentar conseguir sólo una cosa: el bienestar del niño. Cuanta más armonía se perciba en los adultos de su alrededor, más a gusto se sentirá el niño. Se tiene que favorecer en su aprendizaje todo lo que pueda confortarlo. Al fin y al cabo, si está muy allegado a su orinal y si necesita llevárselo a casa de la abuela porque eso lo tranquiliza, ¿por qué no?

      Resolver los conflictos

      Si realmente se niega a sentarse en el orinal y no se está quieto cuando está sentado, es inútil reñirlo. Quizá no está listo para el aprendizaje. Sin duda, no ve ningún interés en hacerlo dentro del orinal. Es normal, porque desde que nació ha llevado pañales. Son casi como una parte de sí mismo. ¡Si se dibujara seguramente también se representaría así vestido! Es fácil entender que no quiera renunciar a ello.

      Además, significa decir adiós a esos momentos de complicidad que lo unen a su papá o a su mamá cuando lo cambian. Y, además, si es el único de la familia que utiliza un orinal, si no está en contacto con otros niños que también lo utilicen, eso no lo ayuda a entender lo que se espera de él. Algunos orinales son tan atractivos que parecen juguetes, y puede ser adecuado escoger uno más neutro. Además, mientras no se sienta motivado, es mejor abandonar este aprendizaje y retomarlo dos o tres meses más tarde. En efecto, si se convierte en objeto de conflicto, puede provocar a largo plazo una enuresis de oposición. Cuanto más insista, más se bloqueará el niño, sobre todo si se encuentra en el famoso período del no, muy frecuente en torno a los 2 años. No quiere ir al orinal. ¿Reclama su pañal? Pues, mala suerte, no le haga reproches, incluso aunque otras madres le digan que tendría que conseguirlo si su hermano ya controlaba los esfínteres a la misma edad. Después de todo, su cuerpo le pertenece y existen otros medios para que tenga ganas de dominarlo: animarlo a vestirse y comer solo, o ir en triciclo, subir al tobogán… Los juegos de agua también son muy útiles, porque no hay nada como llenar botecitos pequeños y vaciarlos, jugar con cañerías o hacer presas para entender cómo circula la orina en el cuerpo y querer controlarla. Pero si a pesar de todo eso su hijo sigue rechazando el orinal, también puede proponerle ir directamente al baño, como los mayores. Hoy en día, existen adaptadores que hacen que el váter sea más accesible para los niños. Se puede instalar un taburete para que pueda sentarse solo. ¿Por qué no intentarlo? Lo principal es ser flexible para que el aprendizaje del control de esfínteres se efectúe serenamente.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4AAQSkZJRgABAQEASABIAAD/2wBDAAEBAQEBAQEBAQEBAQECAgMCAgICAgQDAwIDBQQFBQUEBAQFBgcGBQUHBgQEBgkGBwgICAgIBQYJCgkICgcICAj/2wBDAQEBAQICAgQCAgQIBQQFCAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAgICAj/wgARCAMYAjoDAREAAhEBAxEB/8QAHgABAAAGAwEAAAAAAAAAAAAAAAECBgcICQMEBQr/xAAdAQEAAQUBAQEAAAAAAAAAAAAAAQIDBAUGBwgJ/9oADAMBAAIQAxAAAAGmPN/1bAAAAAAAAAAAAAAAAAuDY5LcP2vwVdvdcMAAAAAAAAAAAAAAAAB87nm/6twSAAAAAAKqvaOlbO8FSXdPTdrcAAXKyuOtri9iAKrvaKmbW5rW/wA5S1needTli6tnhtw3c/BNydryQAAAAAAAAAAAAAAAAHzueb/q3BIAAAAAEDP/AKL5YwI576iuPk8h69eBZrC9Dqm7o+abfuXNbbTF7LJbaePWawvQPNozOSaPcr1vt3Nbb3G6vJza+NY8a31j2Lmvt1i9ddWxw26T0L89qrzdKAAAAAAAAAAAAAAAAB87nm/6twSAAAAABdTL4is7/PTKbj5XIUXj9HjHq/Zsp9t4ja/F7O8+d55iDpffcltp49Q9jo6yvaHHXW+sZu735vs/hegVff5+3uN1nDFVcZHN4u6n2u8kee7u/R/zn5aqQAAAAAAAAAAAAAAAAPnc83/VuCRAAESAAALs5nC2yxeyvBmcB1Yv9WL1qMPubrZfDdem7z1W7WYfcXYzOD7U2PJo2FuMXr6xvc73pxuwtVzlc1Ttva8lUWa1/oV/L3l+6P0T894gAAAAAAAAAAAAAAAAGprzj7f9S7hwPZnA7s4/t3Nd7OTrpbtVY3ef4KL0Ygn0LmJ3qsbnm31pu927j96rGHPNrqW73DTd6MZHlUZ/r16
СКАЧАТЬ