ISLA ÇUBU (Posesion y trazado del fuerte) (8 Mayo)
En la ysla de Çubu de las felipinas del poniente de su Mag.d A ocho dias del mes de mayo de mill y quinientos y sesenta y cinco años el muy yllustro señor miguel lopez de legaspi governador y capitan general por su Mag.d de la gente y armada del descubrimiento de las yslas del poniente por ante mi hernando Riquel escrivano de governacion estando el dicho señor governador de pies en el pueblo llamado çubu que los naturales del lo desmampararon donde estaba alojada la gente del armada el qual dicho pueblo es junto a la marina y puerto donde los navios estan surtos en una punta que la tierra haze a la mar, dixo que en nombre de su Mag.d Real tomava e tomo e aprehendia y aprehendio la tenencia Posesion Propiedad e señorio de la dicha ysla e de todas las demas a ella subjetas y comarcanas y en señal de verdadera posesion aviendo hecho dezir en ella misa y celebrado el culto divino y señalado yglesia se anduvo paseando de una parte á otra e hizo otros auttos y çerimonias de verdadera posesion todo lo qual hizo en haz y en paz de los que presentes estavan sin contradicion de persona alguna y de como ansi passo todo lo suso dicho pidio á mi el dicho scrivano se lo diese por testimonio, e de como en nombre de su Magd. quedava por posehedor de la dicha ysla e tomada la dicha posesion con paresçer del maestre de campo y de otras personas que se hallaron presentes señalo e traço el fuerte que se ha de hazer en la dicha punta en triangulo con tres cavalleros que a de tener que miren y defiendan a la mar y a la tierra e luego el dicho señor governador tomo una açada en la mano y començo a cabar el lugar y sitio del primer cavallero hazia la punta de la mar y en el se puso por señal un madero alto y en el secundo cavallero començo a cabar el maestre de campo e se puso otro madero y en el terçero cavallero començaron a cabar los capitanes martin de goiti e joan de la ysla, en que ansi mismo se puso otro madero e hecho esto el dicho señor governador mando que ante todas cossas se haga una cassa de tierra dentro del sitio del dicho fuerte donde se metan y pongan las municiones rescates y bastimentos del armada y acabada esta se entienda en hazer el fuerte, lo qual cometio y encargo al maestre de campo, y para que conste desto que dicho es el dicho señor governador lo firmo de su nombre testigos los dichos capitanes e otros muchos soldados, miguel lopez passo ante mi e doy fee de todo lo suso dicho porque me halle presente a todo ello. Hernando Riquel scrivano de governacion – corregida con la original. – Una rubrica.
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(Año de 1565.) – Relacion mui circunstanciada de lo ocurrido en el Real y Campo de la Isla de Zubu de las Islas Philipinas desde 1.º de Junio de 1565, que su Gobernador Miguel Lopez de Legazpi despachó la Nao Capitana de su Armada á descubrir la Navegacion de la vuelta para Nueva España; y de los varios descubrimientos y conquistas que hizo en aquellas Islas hasta el mes de Julio de 1567, que despachó tambien para Nueva España la Nao San Juan, con el suceso de la nombrada San Gerónimo, que arribó á la propia Isla en el mes de Octubre del año anterior de 1566 con el aviso de la llegada de la Capitana á Acapulco. (C. i. de N., t. 17, d, n. 28.)15
Sabado dos dias del dicho mes de Junio vino al campo un Moro llamado Sidamit que dixo ser interprete de la lengua Malaya, el cual traia el paño de manos blanco que el dia antes llevó la India que embió el Governador á Zubu, por señal de paz, y dixo como venia de parte de Tupas y Principales, como les dixo la India que embiase un Interprete, y que él era Interprete de la lengua Malaya, y de estos naturales, al qual habló el Governador mediante Geronimo Pacheco, Interprete de la misma lengua Malaya, y le dixo, que le pesava mucho que Tupas y los demas Principales, y naturales de esta Isla anduviesen por los montes huyendo desasosegados, inquietos, y fuera de sus casas, por no le haber querido creer, ni querido aceptar la paz, amistad, y favor y ayuda, y amparo que en nombre de S. M. les havia ofrescido, de lo qual tanto bien á todos ellos resultava, y que si lo creyeran desde el primero dia estuvieran con sus casas y haciendas, sin que hovieran rescivido daño ni molestia alguna, y que de su parte dixese á Tupas, que tenia gran lastima de hacerles guerra, ni daño, y que del que havian rescivido le pesava, y que si su intencion fuera destruirlos hasta echarlos de la Isla, no hoviera tenido recogida ni encerrada la gente sin dexarla salir á hacerles guerra en mas de un mes que havia que estavan en este Puerto y que todo esto havia hecho aguardando que vernian á pedir la paz que antes el mismo les havia ofrescido, y que si les parecia ser cosa de que se les seguiria provecho y descanso con seguridad de poseer sus casas y haciendas que lo viesen y viniesen ante su señoria, el cual liberalmente los resciviria; y que la causa que les movió á entrar la tierra adentro, fué por que sobre seguro, y á traycion, cuando se trataban las condiciones de la paz, le havian muerto un Español, y que no embargante todo esto de la presa postrera se truxeron dos mugeres y dos niñas principales, las quales tenia en su poder guardadas con gran recaudo para volberlas á sus maridos y padres, sin que se hoviese tocado, en sus personas, ó honras, las quales les daria libremente é sin rescate viniendo á demandar perdon, y la paz; y que todo lo mirasen y tanteasen bien. El Moro Sidamit preguntó al Governador, si queria dar las dos mugeres y muchachas, que sus maridos y padres las resgatarian, y que, que cantidad de oro havian de dar por ellas? El Governador le respondió: que no las venderian ni tomarian rescate por ellas, porque él no tenia necesidad de sus haciendas, ni las queria, y que solo queria saber si eran vasallos del Rey de Castilla, y si querian venir pidiendo paz, porque haciendo esto volberia libremente las dos mugeres y muchachas para que las llevasen sus padres, y maridos, y que hasta que esto se concluyese queria el Governador tenerlas en su poder, donde havian sido tratadas, y se tratarian como si estuvieran en poder dellos mismos; y para que ellas mismas les dixesen el tratamiento que se les hacia para que lo significasen á su padre y maridos le permitió ir á donde estavan, el Moro fué á ellas y las vió y habló de todo lo que quiso tratar con ellas, y preguntó al Governador si daria licencia al padre de aquellas muchachas para venirlas á ver, y á su muger. el Governador le dixo, viniese á verlas que le asegurava para venir y asimismo á los demas que viniesen á demandar la paz y amistad, y ver las demás que acá estavan cautivas; y con esto se fué el Moro á dar qüenta de todo á Tupas, y los que con él estavan.
Aquel mismo dia á la tarde vinieron al campo dos Principales, que el uno se llamava Sicatepan, y el otro Simaquio, este parecia ser marido de la una de las dos mugeres principales y padre de las dos muchachas; con ellos venia el Moro Interprete, y otras veinte ó veinte y cinco Indias, traian la señal y vanderilla blanca, y llegando donde el Governador estava estos dos Principales, por lengua de Sidamit Moro, y de Geronimo Pacheco, Interprete, dixeron, que ellos eran hermanos de Tupas, señor desta Isla, y que el Simaquio era marido de una de las dos mugeres presas, y padre de las dos muchachas que estavan con ellas; que pues acá le tenian presas su muger é hijas, el venia á ponerse en poder del Governador, para que de él y dellas hiciese su voluntad, y los tuviese por esclavos ó los vendiese ó embiase á Castilla, ó hiciese lo que mas quisiese, que no saldria dello ni de su poder, y que con esta intencion y voluntad se ponia en su mano. El Governador lo recivió y dixo de la manera que havia tratado é guardado á su muger é hijas, y que havia sido mirado por su honra como si el mismo las tuviera en su propia casa, y le refirió todo lo que antes le havia dicho á Sidamit Moro, y que esto no era con intento ni voluntad de tenerlos por esclavos, ni venderlos, ni rescatarlos, sino para tener paz y amistad con ellos, queriéndola tener, y pidiéndola ellos al Governador por su parte, y mediante ser sus amigos hacerles muchas y buenas obras y favores en nombre de S. M. y como á sus vasallos, lo qual ya muchas veces se lo havia significado, y que como esto hoviese efecto podia llevar su muger y hijas libremente; y para que entendiese ser verdad todo lo que le havia dicho, le dava licencia, para que las fuese á ver y hablar, y despues de haverles hablado se platicaria del negocio de la paz si le estava bien, y con esto el Indio fué á la casa donde estava СКАЧАТЬ
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Este documento debe estimarse como continuacion de la relación publicada en la pág. 217 del tomo I bajo el núm. 27.