Psicofonías. El enigma de la transcomunicación instrumental. José Ignacio Carmona Sánchez
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СКАЧАТЬ por el misterio de las «voces sin rostro», como las bautizó el maestro Sinesio Darnell, creció con los años. Poco a poco me fui informando sobre el tema y formándome en aquellas materias que necesitaba para poder estudiarlo, hasta llegar a un punto en que me percaté de la verdadera dificultad de su estudio, así como de la necesidad de derrochar grandes dosis de esfuerzo y dedicación para trabajar seriamente en el mismo.

      Debido a esto, no es fácil encontrar investigadores que dediquen el tiempo y los recursos necesarios para desarrollar un trabajo con las mínimas garantías de rigor y metodología. Por eso, cuando conocí a José Ignacio Carmona me di cuenta de que estaba ante un investigador singular.

      En un tiempo en el que muchos se llaman a sí mismos «investigadores» y lo único que hacen es hablar de cosas que raras veces —o que tal vez jamás— han experimentado, encontrarse con una persona centrada en la verdadera investigación, ajena a la búsqueda gratuita de la fama y volcada por completo en el estudio empírico de un fenómeno tan especial, es todo un lujo.

      He tenido la suerte de seguir muy de cerca los últimos trabajos de José Ignacio Carmona, Iñaki para los amigos, y puedo dar fe del tesón con que los ha desarrollado, así como de la ilusión que ha impregnado toda su actividad.

      El fenómeno de las psicofonías requiere de estudiosos que desprovistos de prejuicios, y con la cabeza muy fría, planteen hipótesis y diseñen experimentos para comprobarlas. Es un camino duro donde se puede tender con facilidad al desánimo y al abandono. Por otra parte, la dimensión trascendental que, querámoslo o no, presenta el fenómeno supone también un riesgo emocional para el experimentador. No saber guardar las «distancias mínimas» puede acarrear malas consecuencias para el equilibrio psicológico a quien no sepa enfocar adecuadamente el trabajo. Desgraciadamente existen casos muy tristes que nunca debieron haberse producido. Esto no es un juego.

      Para los que somos partidarios de una hipótesis relacionada con las potencialidades desconocidas de la mente humana, el que un investigador pueda estar en contacto con su propio subconsciente podría ser incluso más peligroso que admitir que son las voces de seres fallecidos las que nos hablan, pues no hay peores demonios que los que cada uno lleva dentro.

      Por eso, amigo lector, debemos congratularnos de tener este libro entre nuestras manos, pues es el fruto de muchos años de experiencia y trabajo en el mundo de la parapsicología, en un campo complejo como es el universo de las psicofonías, y más concretamente en lo que técnicamente se denomina «transcomunicación instrumental».

      La presente obra viene a aportar elementos muy valiosos para todos aquellos que quieran conocer el fenómeno de las «voces de Raudive» en profundidad. Sobre todo, ofrece el saber acumulado de un incansable buscador de misterios, que trabaja desde los postulados más racionalistas, pero con una mentalidad abierta a todas las posibles causas que puedan provocar tan desconcertante enigma.

      Joaquín Abenza

      Director del programa El Último Peldaño Onda Regional de Murcia Radiotelevisión de la Región de Murcia

       PREFACIO

      Los que nos interesamos por el fenómeno de las voces electrónicas algún día seremos como el coleccionista que precede al científico. Vamos dejando un rastro de datos inconexos que en un futuro serán de gran utilidad. Que nadie olvide que la investigación, no únicamente la parapsicológica, surge del azar y de la necesidad.

      En cuanto a dónde ubicar la génesis de las voces sin dueño todo apunta al cerebro como su eje vertebrador, ya sea como su punto de partida o como una simple estación de paso.

      Esto lo conoce bien la parapsicología y, valiéndose de determinadas técnicas, podemos reconducir al sujeto hacia nuestros fines experimentales. Sacar al sujeto de su estado de vigilia se consigue, por ejemplo, con una simple lámpara estroboscópica dirigida al nervio óptico. Como veremos, la práctica psicofónica suele realizarse al aire libre y no está sujeta a mecanismos de control, pero, aun así, alrededor de una grabación se dan determinadas circunstancias que predisponen al sujeto para que el fenómeno tenga lugar. Los investigadores del Instituto de Metapsíquica Internacional de París hablan de que las capacidades «psi» pueden atender a una función primitiva antes que evolutiva, por lo que la separación entre mente y cuerpo no debería ser un dogma de las nuevas corrientes parapsicológicas. En resumen, aceptan que estas facultades puedan estar sistematizadas en el propio ser humano. Nadie debería sentirse molesto, ya que al aducir que el fenómeno es «mental», lejos de estar menoscabándolo, se está situando en el mejor de los escenarios.

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       INTRODUCCIÓN AL MUNDO DE LAS PSICOFONÍAS

      Hace ya muchos años acampé en el abandonado monasterio de Caaveiro, cerca de Pontedeume, en Galicia. Me contaron que muchos años atrás, en el interior de sus estancias subterráneas se había llevado a cabo abusos, por parte de los monjes, para con algunas doncellas del entorno. Procedí a realizar una grabación con la intención de recoger sonidos paranormales y, apenas transcurridos unos minutos, aparecieron una serie de voces femeninas llenas de temor y de una gran angustia. Ciertamente los lugares «hablan», y no puedo decir que aquellas voces fueran algo así como improntas psíquicas o simples ecos de un tiempo remoto. Su misterio, el misterio de las psicofonías, es que respondían en tiempo presente y encajaban en el contexto inmediato de la experiencia.

      En otra ocasión decidí aparcar el coche junto a una iglesia de una pequeña parroquia cerca de Santiago. Suelo encabezar la grabación con el nombre del lugar, en este caso hablamos de la iglesia de San Vicente de Aguas Santas. Súbitamente, recién iniciada la grabación, tras pronunciar el nombre de la iglesia, se registró una voz de mujer que en tono lastimoso apuntaba: «aún tiene llagas». Allí únicamente estaba yo e incomprensiblemente aquella voz me revelaba un dato muy preciso sobre la hagiografía del santo, información que en absoluto conocía.

      Esa es la sensación que te transmiten los mensajes de las psicofonías, la de estar acompañado por invisibles presencias que se improvisan como guías, acompañantes o desairados interlocutores dependiendo de la ocasión, de tal suerte que, como entonces, no cuesta imaginarse a cualquier devota parroquiana haciéndote partícipe de la vida y obra del santo.

      Si alguna vez ha escuchado usted hablar de psicofonías se preguntará cómo en pleno siglo XXI hay quienes aseguran que, detrás de esos ruidos tan molestos al oído, se esconden mensajes pertenecientes a personas fallecidas. Seguramente haya sentenciado que el mundo no ha evolucionado en СКАЧАТЬ