Elementos históricos, políticos y militares para comprender las relaciones Colombo-Venezolana. Martha Ardila
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СКАЧАТЬ que en un nivel regional se disminuiría considerablemente la dependencia.

      Por su parte, Carlos Romero (2010) señala que el modelo político venezolano se sustenta en la construcción de una visión del mundo en donde el enfoque “amigo-enemigo” de la política, el uso indiscriminado de la tesis sobre la “voluntad de la mayoría” y el afán de promocionar un “paquete ideológico” radical, se han mezclado con tradiciones nacionales como el activismo internacional y el presidencialismo, con un discurso convincente y prometedor y una capacidad de gasto público que contempló importantes programas sociales. Lo anterior explica, desde lo planteado por Boersner, las razones por las cuales se presentó en Venezuela el rechazo a los tratados de libre comercio entre Estados Unidos y países latinoamericanos.

      De ese cambio se desprenden, al menos, cuatro referencias importantes: la primera, el creciente liderazgo del presidente Chávez basado primordialmente en los altos precios del petróleo; la segunda, un sistema de alianzas que es percibido por sus gobernantes como una red de lealtades, compromisos, afinidades y subordinaciones que se expresan en la idea de la existencia de un campo progresista y de izquierda internacional, que se concreta regionalmente en la Alianza Bolivariana de los Pueblos (Alba); tercera, la creciente politización de la acción exterior de Venezuela, en donde el ejercicio profesional y burocrático de los diplomáticos venezolanos se entiende como una labor comprometida con la causa revolucionaria, a la que se suma la creciente posición contestataria de Venezuela en los foros internacionales, así como en las mismas relaciones bilaterales y regionales; y la cuarta, la asociación en el ámbito de las relaciones transnacionales, con grupos, movimientos e iniciativas que se oponen al neoliberalismo.

      Profundizando lo planteado por Boersner referente a la política exterior y lo manifestado por Romero en lo relativo a la construcción del amigo-enemigo, Rosalba Linares (2010) examina la política exterior impulsada por Hugo Chávez, bajo la perspectiva de la política de Estado y de gobierno, con una agenda orientada a la construcción de un mundo multipolar, mediante un análisis documental evaluativo de los lineamientos consignados en los planes de la nación 2001-2007 y 2007-2013.

      En complemento con lo anterior y ahondando en aspectos estructurales relacionados con el mercado, Rafael Miranda (2016) propone “una teoría de la política exterior venezolana de carácter recurrente, con mayores niveles de generalización, capaz de plantear enunciados de tipo causal” (Miranda, 2016, p. 332). Para validar su propuesta, formula como hipótesis que “el nivel de activismo de la política exterior de Venezuela depende del mercado petrolero y, especialmente, de los precios internacionales dictados por este mercado, es decir, a mayores precios del petróleo mayor activismo de la política exterior de Venezuela, y viceversa” (Miranda, 2016, p. 334). Para dilucidar estos argumentos, comienza por hacer una serie de comentarios pre-teóricos y teóricos sobre la política exterior en general, citando a sobresalientes autores estudiosos de esta teoría y de la investigación científica, entre los que se encuentran Kenneth Waltz, James Rosenau, Karl Popper y Mario Bunge. Luego, explica la importancia que tiene el petróleo y su mercado en los asuntos domésticos por la renta que genera, así como en el plano de las relaciones internacionales que influyen en la política exterior de Venezuela, condicionando variables de dinámicas políticas e institucionales, estructura económica y proyección de poder económico.

      De igual forma, resalta su ubicación estratégica por la cercanía con Estados Unidos, además de ser el actor más importante de América Latina con las más grandes reservas y las segundas del hemisferio; enseguida, somete a prueba la hipótesis definiendo como única variable explicativa el petróleo. Parte de una impronta geohistórica de Venezuela, que se caracteriza en tres esferas de influencia: las relaciones con Colombia, las relaciones hemisféricas con Estados Unidos, el Caribe y América Latina y, por último, el resto del mundo. El siguiente paso lo enfoca al análisis de la evolución histórica de la política exterior venezolana determinando cómo se da la afectación de la variación de los precios internacionales del petróleo a lo largo de dicha evolución histórica. Finalmente, concluye que “las continuidades y discontinuidades del activismo de la política exterior venezolana se pueden insertar en una pauta recurrente que depende del mercado petrolero y, principalmente, de los precios internacionales del petróleo” (Miranda, 2016, p. 354). En otras palabras, el petróleo es una variable que condiciona en menor o mayor grado el activismo de la política exterior de Venezuela.

      A lo revelado, se suma el interés particular del gobierno venezolano en buscar cambios en el sistema normativo sobre el cual descansa la sociedad internacional que, no obstante ser anárquica, posee usos, costumbres y valores liberales que le dan cierto orden. En este sentido, el carácter revolucionario de la política exterior de Venezuela se ha hecho presente en la voluntad de alterar el sistema de creencias e instituciones sobre las cuales se sustenta el sistema internacional y, de manera particular, el orden hemisférico, al promover la instauración de un orden multipolar alternativo a la hegemonía estadounidense y la creación de organizaciones multilaterales, lo que le puede representar la expansión de su poder, ideología e influencia más allá de sus fronteras.

      Retomando a Romero (2010), el enfoque “amigo-enemigo” se convierte en un eje de análisis que responde a la relación entre las tradiciones nacionales como el protagonismo/activismo internacional en la política exterior de Venezuela y siguiendo a Linares (2010), se estructura bajo una estrategia multipolar de la susodicha política exterior venezolana. De un lado, Romero y Linares señalan que el dinamismo de las relaciones internacionales de Venezuela corresponde, en primera instancia, al liderazgo político de Hugo Chávez, seguido de un sistema de alianzas, esquematizada en su política exterior, basado en la búsqueda de un equilibrio internacional a la geopolítica internacional, multilateralidad e integración regional y caribeña promoviendo un nuevo sistema de seguridad integral hemisférico. Por otro lado, en contraste con Martínez (2013), Linares afirma que la política exterior antes de Chávez fue pasiva en el plano internacional a causa de la alternancia del poder en Venezuela. Este aspecto se encuentra relacionado con el liderazgo de Chávez caracterizado por el populismo y el mesianismo político, el cual derivó en la transformación del sistema político y de la política exterior venezolana. Subsidiariamente Miranda (2016), subraya el rol protagónico del petróleo que mantuvo a Venezuela activa en el plano de las relaciones internacionales, derivado del acondicionamiento de dinámicas políticas e institucionales, estructura económica y proyección de poder económico, configurando, de esta manera, la geopolítica de la región y su participación económica como uno de los mayores oferentes de petróleo.

      Recapitulando, se puede señalar que en las relaciones colombo-venezolanas se observan elementos históricos que son estructurales y que muestran altibajos a lo largo de la historia reciente. Se presentan otros factores que desde la llegada de Hugo Chávez al poder, se ven como coyunturales de la situación actual. Dentro de estos últimos, la política exterior de Chávez constituyó la principal herramienta para promover y fortalecer su proyecto político; su ideologización generó distanciamiento con países de la región; y el petróleo fue un punto de unión con gobiernos que siguieron sus lineamientos. Estas formulaciones poseen sus particularidades con Cuba, en su distanciamiento con Estados Unidos, y tienen incidencia en la relación con Colombia.

      Confrontación con Estados Unidos y cooperación con Cuba, resumen la relación de Venezuela con estos dos países. Durante varios años Venezuela fue un socio estratégico para los norteamericanos. Las posiciones antiestadounidenses, la ayuda a Cuba y los coqueteos con Rusia, China e Irán, se fueron convirtiendo en un problema que irritaba a Washington. Estas relaciones las califica Carlos Romero (2006) como esquizofrénicas, ya que incluyen importantes intercambios comerciales basados en el petróleo y, por tanto, se apoyan en intereses económicos difíciles de cancelar. Esto se explica, porque Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de Venezuela, toda vez que el mercado estadounidense recibe en promedio 1 millón 300 mil barriles diarios de petróleo venezolano, es decir, СКАЧАТЬ