Santa María de Montesa. AAVV
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Название: Santa María de Montesa

Автор: AAVV

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Nexus

isbn: 9788491345107

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СКАЧАТЬ al consolidar un cinturón hospitalario que separaría Aragón, Cataluña y Valencia, a la par que reforzaba un instituto universalista que escapaba del radio de acción del monarca. El favor del que gozaba en Aviñón el traspaso de los dominios a los sanjuanistas hizo que Jaime II avanzara en enero de 1313 una propuesta de cesión global al Hospital de las encomiendas templarias en el oriente ibérico a cambio del paso a la Corona de diecisiete fortalezas y de las rentas anejas a ellas,21 también del juramento de fidelidad al monarca de los antiguos vasallos del Temple. Es del todo evidente que el rey quería asegurar la fidelidad de quienes serían nuevos dependientes hospitalarios y sustraer de un Hospital potencialmente agrandado los puntos fuertes más significativos, bien por su fortaleza militar bien por su carácter estratégico. Once de los escogidos se encontraban en el extremo sur de Aragón, bajo valle del Ebro y norte de Valencia; cuatro de ellos correspondían a esta última zona: Chivert, Culla, Ares y Peñíscola. El hecho de que un cuarto del total de los núcleos elegidos estuviera situado en el área de atención prioritaria en diciembre de 1307 avala las razones expuestas para la intervención real en esa fecha. Más de cinco años después, el rey seguía preocupado por la incidencia de la disolución del Temple en esa zona y en las aledañas del sur de Aragón y del bajo valle del Ebro.

      Nada salió del anterior ofrecimiento y, poco a poco, fórmulas alternativas centradas en la Orden de Calatrava adquirieron relevancia. La conexión calatraveña garantizaba una vía cisterciense de mayor control sobre el nuevo instituto. Eso sí, Jaime II no deseaba injerencias castellanas, por lo que esta rama debería ser autónoma del maestre de la orden madre. Sobre este proyecto se desarrollaron las discusiones una vez que Juan XXII accedió al solio pontificio en agosto de 1316, tras un largo periodo de más de dos años de sede vacante. Jaime II perfiló el control monárquico al que aspiraba mediante confirmación del ofrecimiento de cesión del castillo real de Montesa como sede de la nueva orden; la fortaleza era presentada como punto fuerte en la frontera con los sarracenos, lo cual no era exactamente así, pero ofrecía una imagen positiva a ojos de la curia pontificia en Aviñón. Este fue el camino que finalmente dio frutos y condujo a la bula pontificia de fundación de la Orden el 10 de junio de 1317. El rey había conseguido alejar todavía más la presencia castellana al ligar el nuevo instituto al monasterio de Claraval, vía los cenobios cistercienses de Valldigna y Santes Creus, separándolo, por tanto, de la filiación respecto a la abadía de Morimond, a la que estaba sujeta la Orden de Calatrava. A su vez, aseguraba, mediante bula adicional, el homenaje del castellán de Amposta por los dominios templarios que el Hospital iba a recibir en Aragón y Cataluña.