Ciudadanos, electores, representantes. Marta Fernández Peña
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Ciudadanos, electores, representantes - Marta Fernández Peña страница 4

Название: Ciudadanos, electores, representantes

Автор: Marta Fernández Peña

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Historia

isbn: 9788491346272

isbn:

СКАЧАТЬ estas perspectivas, este libro se inserta en un marco internacional en varios niveles. En primer lugar, parte de una comparación entre los casos nacionales de Perú y de Ecuador, dentro de un contexto andino. De esta forma, se presta atención a las relaciones –divergentes o convergentes– que presentaron en torno a varios ejes: política internacional, relaciones fronterizas, trasvases culturales, imaginarios compartidos, proyectos comunes o acuerdos económicos, políticos o geoestratégicos. En segundo lugar, se amplía este marco espacial para enmarcar el análisis de las culturas políticas liberales y sus rasgos compartidos en todo el espacio iberoamericano, es decir, un contexto geográfico y cultural que comprende América Latina y la península ibérica. Entiendo que el espacio iberoamericano conformaba en la segunda mitad del siglo XIX un marco espacial de conjunto, en el que se repetían patrones culturales, en el que se desarrollaron procesos políticos parecidos, en el que circulaban ideas compartidas y en el que se movieron los actores históricos traspasando las fronteras nacionales e incluso continentales. Dentro de este contexto, me interesa especialmente contemplar los procesos de trasvases culturales e ideológicos que se produjeron entre España, Perú y Ecuador, así como los rasgos comunes que definían este espacio. En tercer lugar, se utiliza la más extensa noción de espacio atlántico para incluir el estudio de las transferencias culturales entre Perú y Ecuador y otras realidades, tanto europeas como, especialmente, el caso de Estados Unidos. En este último nivel, pretendo analizar las prácticas políticas y discursos compartidos que conectaron los modelos de representación liberal de distintos territorios a través de los viajes y encuentros de políticos e intelectuales. Para ello me acojo al enfoque de historia atlántica, si bien propongo alargar su utilidad hasta la segunda mitad del siglo XIX pues, como ha señalado James E. Sanders, los debates sobre ciudadanía, soberanía y derechos inaugurados en la época de las revoluciones continuaron, incluso intensificados, durante toda la centuria, así como comparto la necesidad de tener presente en el concepto de mundo atlántico las aportaciones iberoamericanas.8

      Para llevar a cabo este trabajo he recurrido a un amplio y diverso corpus documental procedente de Europa y América. En primer lugar, he estudiado la legislación promulgada durante los años 1860-1870 (constituciones, leyes electorales, códigos civiles y penales, leyes de instrucción pública, leyes económicas nacionales y acuerdos comerciales internacionales, etc.) y, especialmente, los debates parlamentarios en los que se discutió cada uno de sus puntos. Estos registros ofrecen una información muy importante para el estudio de la definición de la ciudadanía y la representación política, el desarrollo de los procesos electorales o la evolución de las relaciones internacionales. En segundo lugar, me interesa conocer la opinión pública y la opinión intelectual sobre dichos procesos, un aspecto que queda cubierto mediante la consulta de prensa histórica, propaganda política (folletos y pasquines), literatura y otros textos coetáneos. En tercer lugar, para la aproximación al análisis biográfico de los artífices del sistema político se ha recurrido a diversa documentación de tipo privado –entre la que cabe destacar la correspondencia personal–, así como documentación pública referente a individuos concretos. En este sentido, también ha resultado fundamental la información proporcionada por diferentes bases de datos digitales.

      Me gustaría subrayar el peso que han tenido algunas fuentes documentales concretas para la elaboración de este libro, especialmente dos de las mencionadas: los diarios de las sesiones parlamentarias (denominados Diarios de Debates en Perú y Actas de Sesiones en Ecuador) y la prensa del momento. De hecho, se puede calificar los diarios de sesiones como la fuente primaria principal de esta investigación y quiero, por tanto, resaltar su utilidad. Considero que se trata de un recurso muy valioso, pues en ellos es posible apreciar tres dimensiones discursivas que nos aproximan a los tres niveles de análisis planteados en este trabajo. Por un lado, permite analizar los debates parlamentarios suscitados en torno a la legislación que sería posteriormente aprobada y publicada y, mediante ellos, el respaldo y las objeciones con los que contó o las modificaciones que se hicieron en diferentes puntos desde su planteamiento hasta su redacción final. También se puede tener acceso a través de esta fuente a algunas propuestas de leyes que no llegaron a promulgarse, pero cuyo planteamiento y discusión resultan muy esclarecedores en cuanto a las diversas sensibilidades políticas de las que se componía el Parlamento. Por otro lado, un segundo objeto de análisis a cuyo primer acercamiento se puede acceder a través de esta fuente es el de los sujetos que expresaron o se posicionaron en relación con los discursos esgrimidos en las cámaras, mostrando con ello sus propias convicciones ideológicas u otras circunstancias personales. En este sentido, la perspectiva biográfica puede ayudarnos a definir si los discursos vertidos en el Parlamento por ciertos individuos tuvieron realmente repercusión entre sus pares o no. Y, por último, utilizando como herramienta metodológica el análisis del discurso, esta fuente nos aproxima a la comprensión de los significados que los conceptos tenían en la elaboración de los imaginarios colectivos.

      A pesar de la gran utilidad que concedo a los diarios de sesiones para el desarrollo de esta investigación, y junto a las posibles limitaciones que conllevan y a las que me he referido, tengo que señalar también algunos de los problemas que he encontrado en torno al acceso a estos. Debo admitir que, pese a haber acudido a numerosos archivos y bibliotecas, no siempre ha sido posible localizar en ellos los ejemplares de las sesiones parlamentarias de toda la década objeto de mi estudio. De este modo, la Biblioteca del Congreso de la República de Lima no alberga las sesiones de 1866 y 1867; mientras que en el Archivo de la Función Legislativa de Quito no se encuentran los debates de 1862, 1866 y 1870. Estas ausencias, no obstante, se han podido solventar mediante la consulta de otro tipo de fuentes, como la prensa, en la que a menudo aparecían las transcripciones completas de las sesiones parlamentarias.