Название: Las luchas por el agua en México (1990-2010)
Автор: Karina Kloster
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9786079465193
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De igual modo, Marx instala el proceso de pasaje de un nivel de conciencia denominado «clase en sí» a otro de «clase para sí», en el cual supondría una transformación de los modos de conocer el orden de lo real. En este sentido, se produce una advertencia acerca de que la identidad de clase sería dependiente, a nivel individual, no sólo de la historia social de esa identidad sino, además, de la forma cultural en la que esa identidad se desarrolla; de ahí la posibilidad de que se produzca una articulación entre la identidad en el plano de clase en sí con la identidad en el plano de clase para sí, es tremendamente dependiente de esa forma cultural. La identidad cultural es la historia de una pertenencia: quien construye la cultura de manera dominante es quien establece el contenido de esa cultura.45
Por tanto, consideramos que las acciones registradas en las bases de datos que sustentan esta investigación expresan diferentes tomas de conciencia de las problemáticas enfrentadas en relación con el agua. Ello supone que hay una forma de expresar radicalmente una problemática y, en ese sentido, la advertencia sería que cuanto mejor se exprese la problemática más capaces serán los individuos de ajustar sus acciones a los objetivos propuestos.
Visto así, los niveles de conciencia permitirían una reflexión más amplia sobre el contenido y las formas de la acción, lo que llevaría, a su vez, a objetivos mejor desarrollados en función de la problemática que se quiere subsanar. De esta manera, se construye un círculo virtuoso de avance del conocimiento y de la conciencia de la propia acción.
Por tanto, a partir de la acción es posible encontrar rasgos de la toma de conocimiento del desequilibrio que motiva la lucha. Por ello el tipo de acción refiere siempre a la toma de conciencia de un conflicto, que puede ser observado, medido, estudiado.
En síntesis, el proceso de lucha social tiene como efecto disparador el momento defensivo que tiende a expresarse en un pasaje al acto de resistencia, de defensa de los recursos o de los derechos que se suponen propios. Este acto de defensa implica, en última instancia, una acción de lucha en su carácter estratégico ya que defender lo que se considera un derecho, se sepa o no, se tenga conciencia o no de ello, constituye en sí una acción de enfrentamiento, esto es, el comienzo de una acción directa que puede convertirse en lucha social.46 Y en la acción de lucha, esto es, en la lucha social es posible advertir no sólo los atributos propios de una acción, sino también el contenido representativo de los niveles de conciencia.
De esta manera, la acción de lucha constituye la unidad de estudio —es decir, de registro, descripción, comparación y análisis— de esta investigación. Se trata del operador teórico-metodológico que permite visualizar el grado y los modos de avance de una lucha social y que, en consecuencia, nos permitirá caracterizar el conflicto del cual parten y al cual están haciendo referencia las distintas identidades sociales registradas en las bases hemerográficas.
Utilizamos como fuente la prensa escrita y tomamos en consideración que ésta tiene un doble carácter: refleja lo que sucede en la realidad y forma parte de la realidad. En tal sentido, la prensa constituye una muestra sesgada por la propia estrategia editorial de cada periódico de lo que sucede en la realidad. Además, al utilizar un enfoque comparativo, aun cuando haya sesgo de fuente, podemos suponer que aquél es sistemático, lo que nos permite ver los cambios producidos. Sin embargo, también debemos señalar que las limitaciones de la fuente son importantes, nos impiden trabajar con la cantidad de acciones totales ya que éstas no aparecen en los periódicos, lo que significa que no trabajamos con la totalidad de las luchas por el agua, sino con la correspondencia de los atributos de las acciones registradas. Por último, vale decir que las conclusiones que se extraigan deberán ponerse en correspondencia con otros indicadores de futuras investigaciones a fin de dar cuenta cabal del proceso histórico que atraviesa la lucha social por el agua en México.
No obstante lo anterior, lo importante de esta muestra es que es periódica, verificable casi todos los días del año y que, con una metodología rigurosa, puede reconstruirse a partir de ésta el «conflicto», entendiendo por conflicto una construcción teórica que legitima y permite realizar una edificación empírica referente a la existencia de una configuración de acciones sociales. De este modo, el «conflicto», como construcción teórica, guardaría una identidad analógica respecto de la realidad que refiere.
Ahora bien, para poder eliminar el sesgo editorial lo que se busca no es la opinión sino la acción de lucha de que da cuenta la noticia. Así es como se aplica a las noticias —en forma sistemática— una serie de observables que nos permiten saber si el evento tuvo lugar o si se puede reconstruir a partir de la noticia. Cada uno de los observables es un atributo de la acción, mientras que la acción es la unidad de registro. De esta manera, se llega a la obtención de una matriz de datos en la que cada nuevo registro refiere a una acción de lucha. Por tanto, nuestra unidad de registro es una acción de lucha reconstruida desde la noticia. De esta manera, la acción de lucha se construye a partir de los atributos que obtenemos al asimilar la noticia desde nuestra batería de observables. Así, la metodología intenta captar mediante observaciones sistemáticas la presencia y la intensidad de indicadores y criterios explicitados en la matriz de datos.
De esta manera surge el hecho,47 que es un producto del investigador: no está dado en la noticia, ni se lo capta de manera directa y mecánicamente. No todo lo que aparece en la noticia es útil para construir un hecho y, con frecuencia, los elementos contenidos en la noticia permiten sólo una reconstrucción parcial del «hecho».
Reconstrucción en el sentido de que la noticia está haciendo referencia a algo en el orden de lo real, algo susceptible de ser localizado en el tiempo y en el espacio, además de ser caracterizable a partir de ciertos otros aspectos. Por otra parte, el investigador asume la tarea de elaborar, a partir de la información de la noticia, un producto que en parte es totalmente original, ya que le impone al registro hemerográfico cierta decodificación y la constitución de un código, cierto procesamiento, ciertos recortes; pero en parte es también la reconstrucción, la reelaboración de un evento, de un suceso realmente ocurrido.
De ahí que el hecho se constituye a partir de un conjunto de observables que están registrados en la noticia, pero incorporando una interpretación cuyo significado remite a un contexto más amplio y supone ya una coordinación de diferentes esquemas, es decir, un sistema de conceptos. Desde esta perspectiva, podemos decir que, con base en los observables, distintos sujetos pueden construir «hechos» de conocimiento alternativos que son diferentes.
Estos hechos nos remiten en realidad a un conjunto de acciones que permiten, a la vez, desentrañar relaciones entre acciones, por lo que la construcción de un hecho es, en principio, la estructuración de: a) las acciones involucradas en una determinada unidad de espacio y tiempo; b) las correspondencias entre los atributos de la acción, y c) las relaciones entre las acciones.
No es que la construcción de un «hecho» se reduzca a eso. Ésa es la etapa inicial, la etapa de la construcción de los primeros «objetos empíricos». Es la constitución de los primeros «observables» acerca de ciertas acciones registradas, por parte del investigador. De esta manera, se comienza a constituir el primer paso en la construcción del hecho, es un primer avance desde la periferia de las acciones que estudia hasta el desentrañamiento de sus interrelaciones y el acceso, nunca acabado, a la centralidad de esas acciones.
Una vez que se haya construido СКАЧАТЬ