Название: Estereotipos interculturales germano-españoles
Автор: Autores Varios
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Oberta
isbn: 9788437082721
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Toda la atención de los padres jesuitas está puesta, naturalmente, en los esfuerzos para ser embarcados tan pronto como sea posible y ponerse en marcha rumbo a México. Pero los impedimentos burocráticos por parte de los funcionarios españoles despiertan al satírico que Och lleva dentro, que se burla de todo ese minucioso procedimiento que se lleva a cabo en el puerto a la hora de registrar los cuerpos: «Ningún carnicero inspecciona un ternero como nosotros fuimos mirados y remirados por estos señores» (29). Al mismo tiempo informa Och de violentos ataques por parte del pueblo a todo el grupo de jesuitas, cuyo desalojo del barco fue confundido con una supuesta huida de todo el clero, lo que a su vez fue visto como una confirmación de una terrible profecía:
Los de fe más débil, la gente llana acostumbrada a antiguos cuentos, cuando vieron tantos jesuitas salir de una vez, imaginaron que éramos los padres del Colegio y que queríamos ponernos a salvo del peligro y poner pies en polvorosa, y dejarlos a ellos ante tanta necesidad en la estacada (28, recte 30).
Cuando por fin se deshizo el malentendido, todo el pueblo rompió alegremente a reír: «Estaban exultantes, nos deseaban mucha suerte en el viaje y nos dejaron zarpar» (31).
Lo que todo este retraso significó realmente para los padres jesuitas fue que casi perdieron la oportunidad de partir, ya que el nivel del agua del mar era en ese momento el adecuado y, de haberse demorado más la salida, este podría haber bajado, y ello habría hecho difícil, o incluso imposible, el zarpar. Además, surgieron una serie de complicaciones con el capitán, con la tripulación del barco y con un numeroso grupo de viajeros negros. Todo ello lo describe Och muy vivamente y arroja una luz significativa sobre las condiciones de viaje desde España a América. Condiciones, sin embargo, que no son de nuestro interés en este trabajo.
Ignacio Pfefferkorn (1725-1795), nacido en Mannheim (Hausberger, 267-269), aporta asimismo información detallada sobre las relaciones entre los misioneros y los españoles, aunque se limita a aquellos con los que ya había coincidido en México y de los cuales la mayoría ya no podían ser considerados españoles de pura raza, sino descendientes de matrimonios mixtos. Pero incluso en este nuevo contexto parece haber habido tensiones, como así lo apuntan las apreciaciones de Pfefferkorn, que los critica sin excepción como personas poco fiables, incrédulas y entregadas al vicio:
Entre ellos... se encuentran no pocos, los cuales, ¡desgraciadamente!, no tienen temor de Dios, viven apenas sin religión alguna, y a través de su ejemplo impío pervierten a los indios débiles, recién convertidos al cristianismo, y los empujan a menudo a hacer sus mismas maldades (Descripción del paisaje de Sonora, II, p. 420).
De manera global critica el autor la pereza generalizada de los españoles, entre los que incluye a los de la península Ibérica: «No se le puede exigir a ningún español que haga un viaje a pie, por corto que éste sea. Tan sólo una media hora de viaje ya sería razón para la queja» (II, p. 430).
En el tercer volumen, que lamentablemente no ha aparecido publicado, habría hecho Pfefferkorn numerosas indicaciones sobre su viaje de vuelta a Alemania, aunque él mismo señala que tuvo que comedirse en gran medida; por una parte, porque no iba a permanecer tanto tiempo en España como para poder tener esas pretensiones y, por otra, porque otro autor (Büsching) ya había cumplido con esta tarea de forma satisfactoria (II, 8* [sin numeración de página en la impresión]). De hecho, Pfefferkorn tuvo que pasar ocho años en una prisión española antes de recobrar su libertad, lo que naturalmente tuvo que modificar su perspectiva sobre España.
Por último, merece ser citado de nuevo Joseph Och por su extraordinario comentario sobre el genocidio de los pueblos indígenas, que recuerda poderosamente las afirmaciones del famoso Bartolomé de las Casas (1484-1566). En el tercer párrafo, que está dedicado a las «capacidades de los indígenas», comenta amargamente: «La primera crueldad de los españoles fue de tal índole, que miles, incluso millones de almas fueron víctimas de su inhumana mezquindad» (189). Y poco antes afirma clara y llanamente: «Para vergüenza eterna de la humanidad era necesario explicar que esta gente eran nuestros hermanos y verdaderos seres humanos» (ibíd.).
A MODO DE RESUMEN
Si hacemos balance, nos encontramos con una cantidad importante de observaciones dignas de atención que nos ofrecen información sobre las relaciones entre los Jesuitas de habla alemana y la población española, sobre todo en Cádiz, Sevilla y El Puerto de Santa María. A los misioneros alemanes les costó adaptarse al nuevo mundo de la península Ibérica; más de una vez y de forma mordaz se burlaban de las circunstancias de la sociedad española, de la moda femenina, de la forma de presentarse en público de los hombres y de la manera, no muy sugestiva, de preparar la comida. Por otra parte, desde la perspectiva española, ellos son vistos con cierta desconfianza porque procedían de la Alemania marcada por el protestantismo y la lengua alemana era considerada como la expresión del luteranismo. Los misioneros fueron capaces de establecer unas muy buenas relaciones con los altos cargos administrativos eclesiásticos y, como miembros de los Jesuitas que eran, se sentían integrados en la organización global, que se ocupaba de ellos también en España. No obstante, los jesuitas alemanes permanecían marginados, tenían muchas dificultades para dominar el español y obviamente no pudieron establecer buenos contactos personales con la sociedad española. Estaban algo aislados y eran elementos extraños, sobre todo porque se quedaban poco tiempo en España, incluso aunque a veces estos períodos de espera se alargaran durante muchos meses. Pero parece ser que la mayor parte del tiempo lo pasaban como grupo en las casas de la orden y que no entablaron muchas relaciones con la población de la ciudad. Desde un punto de vista intercultural, estas opiniones resultan ser del todo reveladoras en relación con los jesuitas de habla alemana en España, hacen las veces de un espejo que nos acerca el mundo de Sevilla o Cádiz y al mismo tiempo nos ofrecen información importante de cómo percibieron los viajeros alemanes, entre ellos también los misioneros, la cultura española.
(Versión española de María José Gómez Perales)
BIBLIOGRAFÍA
CLASSEN, Albrecht (1997a): «Padre Eusebio Kino ein österreichisch-italienischer Missionar aus Tirol in Sonora/Mexiko und Arizona», Mitteilungen des Instituts für Österreichische Geschichtsforschung 105.3-4, pp. 441-466.
— (1997b): «Ignatius Pfefferkorn, ein jesuitischer Missionar in der Neuen Welt: Ein Beitrag zur deutschamerikanischen Reiseliteratur der Frühneuzeit», Yearbook of German-American Studies 32, pp. 21-45.
— (1997c): «Baroque Jesuit Literature: The German-America Connection. With Special Emphasis on German Jesuits as Observers and Commentators of Southwest Indian Culture in the Seventeenth and Eighteenth Centuries: Attempts of Intercultural Communication», Studien zur Literatur des 17. Jahrhunderts. Gedenkschrift für Gerhard Spellenberg, Hg. Hans Feger, Ámsterdam y Atlanta, Rodopi, pp. 345-376.
CLASSEN, Albrecht (2000): «Joseph Och ein Jesuit des 18. Jahrhunderts im Südwesten von Nordamerika: literarhistorische, imagologische und mentalitätsgeschichtliche Studien», Yearbook of German-American Studies 35, pp. 153-166.
— (2008): «Transcultural Encounters: German Jesuit Missionaries in the Pimería Alta», en Transcultural German Studies / Deutsch als Fremdsprache: Building Bridge / Brücken bauen, ed. Steven D. Martinson y Renate A. Schulz СКАЧАТЬ