¡Todo debe cambiar!. Группа авторов
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу ¡Todo debe cambiar! - Группа авторов страница 11

Название: ¡Todo debe cambiar!

Автор: Группа авторов

Издательство: Bookwire

Жанр: Зарубежная деловая литература

Серия: Ciclogénesis

isbn: 9788417925611

isbn:

СКАЧАТЬ de la historia de la humanidad y no solo por culpa de la Covid-19, aunque esto debería servirnos de aviso sobre los profundos defectos y características disfuncionales que afectan a todo el sistema socioeconómico. Como este sistema no cambie drásticamente, no tendremos un futuro en el que sobrevivir.

      Srećko: Muchos de los que formamos parte de los movimientos y organizaciones sociales desde hace décadas, las cuales se basan en la proximidad física y social entre las personas, de pronto nos estamos acostumbrando a lo que se ha dado en llamar «distanciamiento social» y «confinamiento» en nuestros hogares. ¿Qué piensa usted que nos reserva el futuro con respecto a la resistencia social en estos tiempos de distanciamiento colectivo que durará todavía unos meses, si no años? ¿Cuál sería su consejo a los progresistas de este mundo —activistas, intelectuales, estudiantes y trabajadores— sobre cómo organizarse en esta nueva situación?, y tal vez pueda decirnos si está usted esperanzado por lo que respecta a que esta situación confusa pudiera ser la antesala de una transformación del mundo, un mundo más ecológico, igualitario, justo y solidario, en contraste con un posible autoritarismo creciente.

      Noam: En primer lugar, debemos recordar que antes de la pandemia ya existían formas de aislamiento social muy perjudiciales. Vaya a cualquier McDonald’s y eche un vistazo a los grupos de adolescentes comiéndose sus hamburguesas sentados alrededor de una mesa, lo que verá son dos conversaciones al mismo tiempo. Una acostumbra a ser una conversación más bien superficial entre los miembros del grupo y la otra es la que cada cual está manteniendo en su móvil desde la distancia. Esto ha fragmentado y aislado a las personas hasta unos extremos extraordinarios. El principio Thatcher de que «no existe esa cosa llamada “sociedad”» se ha ampliado con el mal uso de las redes sociales, las cuales han convertido a las personas en unas criaturas más que aisladas. En los campus de las universidades estadounidenses hay unos carteles que indican «Mira hacia arriba» porque los estudiantes van caminando enganchados a sus móviles. Se trata de un tipo de aislamiento autoinducido muy perjudicial. Ahora mismo estamos en una situación de aislamiento social impuesta desde fuera y solo se puede superar volviendo a crear vínculos sociales de todas las maneras posibles: ayudando a las personas necesitadas, creando organizaciones, haciendo que las ya existentes sean funcionales, planificando el futuro y juntándonos en internet para consultarnos unos a otros, para debatir y encontrar respuestas a los problemas que nos acechan. La comunicación presencial es básica para los seres humanos, pero si nos hemos de ver privados de ella durante un tiempo, podemos encontrar otras formas de continuar e, incluso, ampliar e intensificar nuestras actividades. No será fácil, pero nos hemos enfrentado a problemas aun mayores en el pasado.

      Srećko: ¿Es posible que haya oído el garrido de un loro en su casa mientras usted estaba hablando?

      Noam: Sí, es un loro bilingüe. Puede decir: «Soberanía para todos» en portugués. Es más sabio que lo que nos llega desde Washington.

       Conversación mantenida el 25 de marzo de 2020

      Las llamas de la verdad: Julian Assange

      John Shipton y Srećko Horvat

      Srećko: La última vez que John Shipton y yo nos encontramos fue en Londres, cuando cogimos un tren para ir a visitar a Julian Assange. John, ¿nos podría decir cuándo fue la última vez que vio a Julian y cómo está la cuestión de su encarcelamiento ahora mismo?

      John: Vi a Julian hace un par de semanas. Me dijo que extremara las precauciones con la Covid-19 y nos despedimos sabiendo que no volveríamos a vernos en un mes más o menos, mientras el virus estuviera haciendo estragos. La prisión ha suspendido las comunicaciones ordinarias. En las actuales circunstancias, a Julian todavía lo llevan bajo vigilancia hasta la sala de conferencias de la cárcel. Va desde su celda hasta otra celda provisional, donde espera hasta que todos los pasillos que conducen a la sala de visitas están vacíos, para que no pueda encontrarse con nadie por el camino. Cuando el visitante se dirige a la sala de visitas, tiene que cruzar cuatro puertas dobles de seguridad: una con un perro que te olfatea, otra para tomar tus huellas dactilares, una puerta de rayos X y otra donde te vuelven a tomar las huellas. Te cachean, te tienes que quitar el cinturón y el calzado, y vaciarte los bolsillos. Es toda una aventura entrar en esa prisión monstruosa. Te asignan una tarjeta identificativa y te permiten llevar encima veinte libras, que puedes usar para ofrecerle una taza de café a Julian. En la sala de visitas hay cámaras de alta definición y un equipo de grabación de alta fidelidad.

      Srećko: En cierto sentido, tuvieron suerte de poder visitarlo, tanto usted como sus abogados y otras personas, pero ahora la situación ha cambiado. Según las estadísticas, ahora mismo hay unos once millones de personas que están en prisión. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Mundial de la Salud están apremiando a los Gobiernos para que protejan a los prisioneros, incluso mediante su puesta en libertad. ¿Nos puede explicar qué ocurrió ayer en el órgano jurisdiccional británico y por qué se le ha denegado la libertad bajo fianza?

      John: La presión por parte de la judicatura estadounidense es continua y ha quedado demostrada en las siete comparecencias que Julian ha tenido hasta ahora. Espero que los magistrados del tribunal de extradición se den cuenta de que están siendo utilizados y manipulados para que se desentiendan de todas las obligaciones humanitarias que les competen, así como al Reino Unido, en favor del secuestro judicial de Julian a Estados Unidos. La audiencia de ayer fue para solicitar una fianza que permitiera a Julian venir a vivir conmigo y su pareja, o con solo uno de los dos. Su situación es segura dado que no tiene adónde ir con todos los aeropuertos cerrados, pero la solicitud fue rechazada. El fiscal general de Estados Unidos dijo que las obligaciones del Reino Unido con respecto a los derechos humanos no son de aplicación para Julian. No se pueden aplicar a alguien que está en prisión provisional y que no ha cometido ningún delito en el Reino Unido, además de correr el riesgo de contraer la Covid-19 en una cárcel de máxima seguridad. Es vergonzoso.

      Srećko: Es un escándalo. Está muy claro que se trata de una violación de la democracia y de los derechos humanos. Es evidente que es un intento de aislar y silenciar todavía más a Julian. He estado investigando sobre algunos virus en WikiLeaks y me sorprendió lo mucho que publicaron sobre la gripe porcina, el ébola y la gripe aviar, con la que el Gobierno polaco infectó a personas sin hogar para probar la vacuna. En la situación actual, si se echa de menos alguna voz, es la de Julian. ¿Quizá pueda decirnos cómo estaba la última vez que lo vio?

      John: El Consejo Europeo emitió una petición para la liberación de Julian y la anulación de su extradición, y la ONU —bajo el auspicio del Relator Especial sobre la Tortura y del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria— ha hecho varias declaraciones, respaldadas con información objetiva, aseverando que la extradición debe suspenderse.12 Hace ya diez años que Julian está en detención arbitraria, siete de los cuales fueron en la embajada ecuatoriana. Los últimos once meses los está pasando en una prisión de máxima seguridad. Julian no ha cometido ningún delito. El caso sueco fue desestimado en tres ocasiones. En el caso británico, hubo una conspiración documentada entre la Fiscalía General del Estado y la autoridad sueca encargada de perseguir la delincuencia.13 Se trata de un abuso que ha llevado vergüenza y deshonra a las justicias británica y sueca. Los pueblos ingleses hicieron un gran regalo a la civilización mundial cuando, hace 790 años, colocaron un escudo entre el soberano y el pueblo. Este escudo, que funciona en los dos sentidos, se ha ido deteriorando poco a poco en el caso de Julian Assange. Es una tragedia colosal.

      Srećko: Julian está padeciendo una profunda conspiración e injusticia. Con respecto a la decisión del tribunal en el día de ayer, ¿qué nos puede revelar sobre los próximos pasos? ¿Los abogados van a apelar? ¿El caso llegará ante un tribunal superior? ¿Qué sucederá con la audiencia sobre la extradición prevista para finales de mayo o junio? Es obvio que los testigos de Estados Unidos no pueden venir al Reino Unido de momento.

      John: СКАЧАТЬ