Название: Manual completo del método pilates
Автор: Rael Isacowitz
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Pilates
isbn: 9788499106298
isbn:
La práctica del Pilates abre el camino hacia el descubrimiento, continuo y diario. Puedo afirmar con sinceridad que nunca he realizado ni dado una sesión de Pilates en la que no haya aprendido algo nuevo. Y creo que es una afirmación muy significativa, porque he realizado miles de sesiones e impartido miles de clases, y esta afirmación en sí habla muy claro sobre la profundidad del sistema. Por supuesto, es imprescindible que el cuerpo, la mente y el espíritu estén abiertos a tal aprendizaje para beneficiarse de él. Si es así, las posibilidades son infinitas.
2
Alineación, postura y movimiento
En el capítulo anterior sentamos las bases para entender el Pilates: su filosofía, sus principios y su capacidad para influir en todas las facetas del ser humano tal como su creador pretendía. En los capítulos siguientes hablaremos de los conceptos que pertenecen a la ciencia del movimiento humano y su relación con el método Pilates.
El cuerpo humano es un instrumento complejo comparable, en su funcionamiento mecánico, a una cadena de múltiples eslabones: la cadena cinética. El estudio de la cadena cinética resulta fascinante por sus infinitas posibilidades. A pesar de que todos compartan patrones predecibles de movimiento y desarrollo muscular, no hay dos cuerpos que sean iguales. Durante el movimiento, los músculos se activan siguiendo cierto orden o patrón. Con frecuencia es posible ejecutar el movimiento aunque el patrón sea erróneo, y es probable que dicho movimiento sea poco eficaz y conlleve un riesgo de lesión. Consciente de la influencia que un área del cuerpo puede tener sobre otra, el método Pilates trabaja la cadena cinética en su globalidad. Mediante un proceso de refinamiento, el Pilates produce cambios profundos que mejoran el rendimiento del cuerpo y sientan las bases del bienestar.
Estructura musculoesquelética
Examinemos el cuerpo de dentro afuera. El esqueleto es la infraestructura del cuerpo sobre la cual se ordena todo lo demás (figura 2.1a). El esqueleto es una estructura bien diseñada; sobre ella se distribuyen los músculos en capas para proporcionar un medio de sustentación y movimiento a dicha estructura (figura 2.1b). Los huesos actúan de palancas, y los músculos, de cables que mueven las partes del cuerpo en la dirección deseada. Gracias a esta ingeniosa estructura, la musculatura es capaz de actuar con eficacia. No obstante, si el esqueleto no está bien alineado, afectará a toda la estructura y el resultado será una acción muscular ineficaz y la aparición de fatiga y dolores.
Figura 2.1 La correcta alineación del esqueleto se combina con una buena mecánica muscular para generar movimientos eficaces y sin esfuerzo.
El cuerpo humano es la obra cumbre de la mecánica, la ingeniería y la física. Tomemos como ejemplo la rótula, el hueso de libre movimiento situado sobre la rodilla (el hueso sesamoideo más grande del cuerpo). Además de proteger la articulación de la rodilla, la rótula ofrece una gran ventaja mecánica al músculo cuádriceps. Si no hubiera rótula, el músculo tendría que trabajar alrededor de un 30 % más y ser mucho más fuerte y grande para generar una fuerza equivalente. Si la rótula está mal alineada, el funcionamiento de la rodilla se ve afectado y terminan apareciendo patologías crónicas. ¿Alguna vez reparamos en la enorme ventaja mecánica que nos brinda ese huesecillo al andar, correr y saltar? Sirva de botón de muestra de la maravilla mecánica que es el cuerpo humano.
La relación entre la estructura esquelética y el sistema muscular es singular, muy interesante, y constituye la base de cualquier análisis del movimiento. Es habitual que al ejercitarnos pongamos mucho interés en los músculos y descuidemos la estructura esquelética. Si queremos que los movimientos sean eficaces y eficientes, debemos atender a ambos sistemas, el muscular y el esquelético –ambas categorías se usan en un sentido amplio para englobar todos los huesos y tejidos blandos: músculos, tendones, ligamentos, fascia y cartílagos–. Joseph Pilates conocía y respetaba la maravillosa estructura del cuerpo humano, y creó un sistema para ejercitar dicha estructura de todas las maneras imaginables, constituyendo una vía de descubrimiento para la utilización de todo su potencial.
Dos conocidos profesores de Pilates de primera generación, Eve Gentry y Bruce King, describían los movimientos de Pilates haciendo referencia a los huesos que se mueven (en contraposición a los músculos). Imaginarse los huesos ayuda a generar movimientos sin esfuerzo y evita que haya excesiva tensión o fuerza (¡y los inevitables gruñidos y muecas!). Es como si los huesos se movieran por obra de una fuerza interna intangible. Enfocar el movimiento desde la estructura esquelética nos vuelve más conscientes de su alineación. Una alineación correcta es el primer paso hacia la consecución de resultados positivos y del éxito al alcanzar los objetivos deseados.
Columna vertebral
Una de las partes más fascinantes del esqueleto es la columna vertebral (figura 2.2). Compuesta de veinticuatro vértebras móviles y otras nueve fusionadas (cifra que puede variar ligeramente), la columna se muestra muy móvil y posibilita el movimiento multidireccional del tronco. Al mismo tiempo resulta también muy estable y se comporta como una plataforma sólida que permite el movimiento de las extremidades. De hecho, cada una de las articulaciones de las vértebras genera muy poco movimiento y, sin embargo, su movimiento combinado las convierte en un mecanismo dotado de enorme movilidad. Es preferible distribuir el trabajo por toda la columna para potenciar el movimiento de todas las articulaciones vertebrales, antes que forzar una o dos articulaciones vertebrales y provocar fuerzas desgarradoras y una carga excesiva sobre la zona específica. Para el Pilates, la pelvis y la zona baja de la columna (la región lumbopélvica) tienen un interés especial, porque es ahí donde radica el centro de fuerza del cual emanan todos los movimientos.
Figura 2.2 Esta vista de perfil de la columna vertebral muestra sus curvaturas naturales y su correcta alineación.
La cavidad pélvica
La cavidad pélvica, que los médicos llaman bacinete pélvico, es el enclave de la esencia de nuestro ser, la fuente eterna de la vida. Es allí donde radica el centro de gravedad del cuerpo, y allí se halla el punto de encuentro de la anatomía humana y de la metafísica; del sistema musculoesquelético y de la fuerza vital. Este concepto constituye la base de corrientes orientales y occidentales como el yoga, taichí, aikido, ciertos estilos de danza y Pilates. No hay duda de que la pelvis es el centro de fuerza.
El doctor Arnold Kegel, creador de los ejercicios que llevan su nombre (consisten en contraer, aguantar y relajar los músculos del suelo pélvico), reconoció la importancia de la musculatura del suelo pélvico y su desarrollo, en especial para las mujeres СКАЧАТЬ