Acabado de transformados poliméricos. QUIT0209. Sergio Hurtado Melo

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       Actividades

      7. ¿Qué máquina de impresión sería adecuada para la impresión de una botella de plástico y cuál sería su principio de funcionamiento?

      8. ¿Qué parámetro de control tienen en común los métodos de secado del material impreso mediante evaporación del disolvente y mediante rayos infrarrojos?

5. Tampografía

      La tampografía es un proceso de impresión por transferencia, en el cual se utiliza una almohadilla flexible o tampón que recoge la impresión de una placa grabada con tinta y la pasa al objeto que se va a imprimir. El principio de funcionamiento se basa por un lado en la creación de una placa grabada denominada cliché. Con una pieza llamada espátula y mediante un movimiento mecánico, se cubre de tinta el cliché y se dispone de otra pieza, denominada cuchilla, montada paralelamente a la espátula y que avanza sin tocar el cliché de forma que, cuando retrocede, retira toda la tinta depositada en la superficie a excepción de la del hueco de grabación, quedando el cliché limpio. Posteriormente, el tampón se sitúa sobre el cliché, desciende sobre la grabación y recoge la tinta, vuelve a subir y se sitúa frente a la pieza a imprimir y deposita toda la carga de tinta en ella, donde el tampón flexible se adapta a superficies rugosas e irregulares sin dejar de mantener la nitidez de la reproducción de forma absoluta.

      Como ventajas, este método de impresión presenta que se puede realizar una impresión multicolor y que se puede usar cualquier tipo de tinta de impresión o pintura, pudiendo decorar de forma automática, dependiendo del tipo de producto, hasta 20.000 piezas por hora. Y como inconvenientes, se encuentra el alto coste de los diseños y que se requiere de un equipo y operación secundaria.

      5.1. Clichés

      En función de la calidad de impresión que se desea y de la cantidad de piezas a imprimir, se usa un tipo de cliché u otro. En el cliché se graba el diseño a imprimir a una distancia de al menos 25 mm del borde y centrado en la placa, para asegurar así una posterior impresión completa y nítida.

      Cuando se tenga en el diseño líneas finas o largas, este debe estar entre 5 y 15 grados con respecto al recorrido de la cuchilla para evitar que se hunda demasiado. Para tener una óptima impresión, el grabado debe realizarse en torno a 25 μm de profundidad, donde posteriormente el tampón solo toma una película de tinta de 12 μm, permaneciendo el resto en el cliché y teniendo en cuenta que, de toda la tinta tomada, entre un 40 y un 60% en volumen corresponde al disolvente, que se evapora durante la transferencia, y que el secado de la película real de tinta que permanece en la impresión varía entre 5 y 8 μm.

      A continuación, se distingue entre clichés de acero y de fotopolímeros.

      Acero

      Está fabricado en acero con una alta resistencia mecánica a la abrasión y se usa en los procesos industriales donde es necesario una elevada producción, además de una alta calidad en la impresión y en los sistemas cerrados de tinta, de los que se hablará más adelante en el presente capítulo.

      Presenta una serie de características, como son la posibilidad de grabado en varias etapas, que presenta una superficie muy fina y que posee, como se ha dicho, una alta resistencia mecánica que favorece la obtención de una elevada calidad en la impresión.

      Fotopolímeros

      Está fabricado en una capa de plástico sensible a la luz ultravioleta (UV), donde, si fuera necesario, se une con un adhesivo a una placa metálica que sirva de soporte.

      Estos clichés se usan para impresiones de materiales de una y de doble capa. En los de doble capa, la capa superior es de unos 25 μm, desaparece durante el proceso de grabado; y en los de una capa, el espesor de esta llega a ser de hasta 400 μm.

      5.2. Tampones

      Los tampones son fabricados normalmente en silicona y son los encargados de depositar la película de tinta recogida del cliché sobre el objeto a imprimir.

      Estos tampones han de ser flexibles para garantizar una transferencia del diseño sin manchas ni distorsiones y se fabrican en una amplia gama de tamaños, formas y durezas en función de las necesidades.

      Tamaño

      En cuanto al tamaño, el tampón ha de ser lo más grande posible para asegurar una impresión sin manchas ni distorsiones y, en cualquier caso, mayor que el diseño a imprimir, de forma que cuanto menos se deforme el tampón, mejor, ya que el diseño impreso estará más definido.

      El problema que presentan los tampones de gran tamaño es que necesitan también una prensa grande y, de esta forma, un tampón de mayor tamaño se ve afectado más acusadamente a las vibraciones provocadas por la prensa que uno de menor tamaño, además de que tienen un mayor coste.

      Forma

      En lo referente a la forma, todos los tampones tienen forma convexa y poseen ángulos laterales que proporcionan estabilidad en la impresión, asegurando así que no haya manchas en la misma.

      La forma óptima para un tampón es cónica semicircular, para que pueda realizar un balanceo por igual en todos los lados, evitando la formación de burbujas de aire, aunque hay veces que, debido al objeto o el diseño a imprimir, son necesarias otras formas del tampón, como por ejemplo cuadradas o rectangulares.

      Dureza

      En cuanto a la dureza, este es un parámetro que influye en la calidad de la impresión y en la vida útil del tampón.

      Un tampón duro puede realizar una buena impresión y tiene una mayor esperanza de vida debido a su estabilidad mecánica, aunque en muchos casos esta dureza no puede ser aprovechada debido a que el tampón dañaría al objeto que se desea imprimir. Por tanto, el grado de dureza de un tampón se selecciona en función de la presión que se va a ejercer en el proceso de impresión.