Название: El oficio del sociólogo en Uruguay en tiempos de cambio
Автор: Miguel Serna
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789876918053
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La pequeñez de la comunidad académica local.
El asentamiento de la demanda en el flujo de egresados.
La localización de la mayoría del cuerpo de sociólogos en Montevideo, con una aún incipiente expansión al interior del país.
La vulnerabilidad del mercado de trabajo profesional, que tuvo una expansión vía Estado, con espacios aún acotados en el ámbito privado y de la sociedad civil.
Un perfil de formación que avanzó a un énfasis excesivo de la metodología y la investigación empírica, pero muchas veces desarticulado del análisis social fundamentado teóricamente.
Una profesión relativamente nueva en el país, pero en un espacio creciente de competencias con otros profesionales, ante una multiplicación de saberes expertos y científicos que conviven entre prácticas de complementariedad interdisciplinaria y competencia en campos comunes de trabajo.
Un cambio de contexto externo de la sociedad con un retorno a las tradiciones y creencias más conservadoras del sentido común, en contraposición y desconfianza del conocimiento científico, más aún del producido por la sociología y las ciencias sociales.
* Profesor agregado, dedicación total, Departamento de Sociología, Udelar. Investigador Nivel II SNI (Uruguay). Doctor en Ciencia Política UFRGS (Brasil). Sociólogo, Udelar (Uruguay). [email protected].
** Asistente efectivo, Departamento de Sociología, Udelar. Candidato a doctor en Sociología, Udelar. Sociólogo y magíster en Sociología (Udelar). Director de Factum. [email protected].
*** Magistra, Casa de la Universidad de Cerro Largo, [email protected].
1. Gerónimo de Sierra, “La sociología moderna y su profesionalización en Uruguay”, en Enrique Mazzei (coord.), El Uruguay desde la sociología, vol. III, Montevideo, Departamento de Sociología, 2005.
2. Las tablas y los gráficos son en su totalidad elaboración propia.
3. Sobre los usos sociales del conocimiento social en las sociedades contemporáneas de América Latina se puede consultar José Joaquín Brunner y Osvaldo Sunkel, Conocimiento, sociedad y política, Santiago de Chile, Flacso, 1993, cap. 1 y 2.
El ejercicio de la sociología frente a la cuestión social
Denis Merklen*
El velo semitransparente del desasosiego
un día se vino a instalar
entre el mundo y mis ojos.
Yo estaba empeñado en no ver lo que vi,
pero a veces la vida es más compleja de lo que parece.
Jorge Drexler, “La vida es más compleja de lo que parece”
El IV Congreso Uruguayo de Sociología nos ofrece la posibilidad de reflexionar aquí sobre las políticas sociales y, más precisamente, sobre el Estado social en el Uruguay frenteamplista, sobre las continuidades y las innovaciones introducidas en ese campo a partir de la llegada de la izquierda al gobierno. Reflexionar en definitiva sobre el Estado social del siglo XXI, tal como este se presenta a dos décadas ya de iniciado este siglo, tal como lo imaginamos y lo proyectamos hacia adelante, no solo en Uruguay sino frente a un capitalismo agresivo que ha recuperado la iniciativa de innovación sobre todos los planos de la vida, la producción de conocimiento incluida.
Reflexionar sobre el Estado social en el marco de un congreso de sociología destinado a pensar el oficio del sociólogo en tiempos de cambio nos obliga a interrogarnos sobre el modo en que hacemos sociología. ¿Cómo piensa la sociología la cuestión social y cómo piensa al Estado frente a esa cuestión social así pensada? Es decir, hay que comenzar por examinar la manera en que el Estado se vincula con las relaciones sociales que estructuran y organizan la vida, la vida cotidiana y la de los grupos y de las categorías en que se divide la sociedad.
Pero no estamos aquí en el espacio público o, al menos, no directamente. Estamos apenas en el seno del mundillo de los sociólogos, aquel en el que cooperamos para producir conocimiento y en el que nos damos las normas para su producción. Y lo hacemos, por cierto, habitados por un muy estricto sentido de la responsabilidad, que nos obliga a la conciencia de saber que la sociedad nos financia, porque la mayoría de nosotros trabajamos en el empleo público, y nos concede algunos privilegios a cambio de que la ayudemos a conocerse mejor y a pensarse de un modo singular, gracias a la inteligibilidad que brinda el “razonamiento sociológico”, por utilizar una expresión de Jean-Claude Passeron. Esa relación entre espacio público, espacios sociales y mundo de la universidad constituye una parte importante de aquello sobre lo que debemos discutir cuando queremos detenernos a observar el modo en que hacemos sociología.
Nuestro propósito es antes que nada el ejercicio de la profesión o del “oficio”, le métier, como llamaron a nuestra actividad Pierre Bourdieu, Jean-Claude Chamboredon y Jean-Claude Passeron. Se trata aquí entonces de reflexionar sobre cómo ayuda la sociología uruguaya a la sociedad uruguaya a pensar la cuestión social y el Estado social. ¿Qué herramientas le damos al Estado para actuar sobre la sociedad? ¿Y cuáles le damos a la sociedad para criticar esa misma acción del Estado? ¿Cuándo y cómo vamos al espacio público para presentar lo que sabemos? Y cómo y cuándo asistimos al espacio público para someternos a la crítica de quienes saben también, no desde un supuestamente bobo “sentido común”, sino desde unas ciertamente muy ricas experiencias sociales. Debemos atención a estas cuestiones fundamentales pues es de ese modo como reembolsamos, parcialmente, esa deuda que tenemos con la sociedad. Evidentemente, ello obliga a evaluar nuestras investigaciones introduciendo la vida social y política en el seno de nuestra universidad, un ejercicio que conlleva los más altos riesgos. Sabemos del preciado valor de la autonomía universitaria. Pero sabemos también de los riesgos que corre una universidad que no piense en el modo en que el conocimiento que produce se relaciona con el mundo que la rodea.
“Políticas sociales y derechos” reza el título del espacio en el que el Congreso de Sociología ha ubicado nuestra conferencia, y quisiera subrayar la opción por algunos términos que refieren a algunos conceptos y categorías. Hasta aquí no hemos hecho referencia alguna justamente a esos términos propuestos por los organizadores del Congreso, “políticas sociales y derechos”. Hemos preferido la expresión “Estado social” a la de uso más corriente, la inglesa welfare state. Y dijimos “cuestión social” y no “pobreza” a sabiendas de que en el Uruguay de hoy se prefiere “pobreza” para nombrar lo que nosotros llamamos “cuestión social”. No hay nada de azar ni de distracción en esas elecciones. Se trata de cuestionar, por medio de ese desplazamiento lexical, esa alianza cognitiva que se ha anudado entre las ciencias sociales –sociología incluida– СКАЧАТЬ