El libro de las mil noches y una noche. Anonimo
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Название: El libro de las mil noches y una noche

Автор: Anonimo

Издательство: Bookwire

Жанр: Книги для детей: прочее

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isbn: 9788026834847

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СКАЧАТЬ el silogismo puro; conozco las ciencias espirituales y divinas, ¡ y me acuerdo de todo lo que he aprendido! Y ahora dame pluma y papel para que escriba la carta en versos bien rimados y puedas leerla durante el camino, ahorrándote de llevar libros de viaje, pues será para ti una dulzura en la soledad y un amigo discreto en los ratos de ocio".

      Y el pobre mercader, completamente atolondrado, exclamó: "¡Ya Alah! ¡Ya Alah! ¡Dichosa la morada que te sirva de albergue! ¡Cuán dichoso el que la habite contigo!" Y le llevó respetuosamente la escribanía con los accesorios. Y Nozhatú cogió la pluma, la mojó en la almohadilla empapada de tinta, la probó en la uña, y escribió estos versos:

      "Esta carta es la de la propia mano de aquella cuyos pensamientos igualan al tumulto de las olas.

      "Aquella cuyos párpados ha quemado el insomnio y cuya belleza han gastado las vigilias.

      "Aquella que en su dolor ya no distingue el día de la noche y se retuerce en el lecho solitario.

      "Y que no tiene por confidentes más que a los astros silenciosos en la soledad de las noches.

      "He aquí mi queja, tejida en versos cadenciosos y de buena rima, en memoria de tus ojos.

      "No he sentido vibrar en mi alma ninguna cuerda de las delicias de la vida.

      "Mi juventud no ha gozado ninguna alegría, ni mis labios han sonreído dichosos en un día de felicidad.

      "Porque tu ausencia ha enseñado a mis ojos las vigilias y me ha arrebatado para siempre el sueño.

      "Por más que he confiado a la brisa mis suspiros, nunca los llevó hacia aquel a quien los dirigiera.

      "Así es que estoy desesperada y no me atrevo a insistir. Pero quiero firmar esta queja con mi nombre.

      "Yo la dolorosa, la apartada de su familia y de su país, la torturada de corazón y de espíritu.

      Nozhatu´zaman". .

      Cuando acabó de escribir, echó arenilla, dobló con mucho cuidado la hoja, y la entregó al mercader, que la cogió muy respetuoso y se la llevó a los labios y después a la frente. La guardó en una bolsa de raso, y exclamó: "¡Gloria al que te ha modelado, ¡oh maravillosa criatura!"

      En estos momentos de su narración,

      Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.

       PERO CUANDO LLEGO LA 59ª NOCHE

      Ella dijo:

      He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que el mercader exclamó: "Gloria al que te ha modelado, ¡oh maravillosa criatura!" Y le rindió todos los honores y le prodigó todas las manifestaciones de respeto y admiración. Y después la acompañó hasta el hammam, yendo delante de ella, llevando en una bolsa de terciopelo la ropa con que había de vestirse después del baño. Y mandó llamar a la mejor amasadora del hammam, y le dijo:

      "En cuanto haya terminado, vendrás a llamarme". Y mientras Nozhatú tomaba el baño, el anciano mercader fué a comprar toda clase de frutas y sorbetes, y los depositó en la tarima a la cual había de ir Nozhatú a vestirse.

      Y cuando se terminó el baño, la amasadora acompañó a Nozhatú hasta la tarima, la envolvió en paños y toallas perfumadas, y se comieron las frutas y bebieron sorbetes, dando lo que sobró a la guardesa del hammam.

      En este momento llegó el mercader con un cofrecillo de sándalo, lo abrió invocando el nombre de Alah, y ayudado por la amasadora procedió a vestir a Nozhatú, para llevarla al palacio del príncipe Sharkán.

      Y empezó por entregar a Nozhatú una banda de oro para cubrir la cabeza, y esta banda costaba mil dinares. Después una falda a la moda turca, bordada de hilos de oro, y unas botas rojas perfumadas con almizcle, cubiertas de lentejuelas de oro con bordados de flores que llevaban incrustadas perlas y pedrerías. Le puso en las orejas unos pendientes de perlas finas, que costaba cada uno mil dinares, y al cuello un collar de oro afiligranado, y le rodeó los pechos con redes de pedrería. Luego le ajustó el talle por encima del ombligo con un cinturón de diez hileras de bolas de ámbar y medias lunas de oro, y en cada bola de ámbar iba inscrustado un rubí, y en cada media luna nueve perlas y diez diamantes. De suerte que la joven Nozhatú llevaba encima más de cien mil dinares en alhajas y joyas.

      El mercader le rogó que le siguiera, y salió con ella del hammam, y marchaba delante de ella con andar grave y ceremonioso, apartando a los transeúntes. Y todos los transeúntes se asombraban de aquella belleza, y exclamaban: "¡Gloria a Alah en sus criaturas! ¡Cuán dichoso el hombre que la posea!" Y el mercader seguía andando, y ella detrás de él, hasta que llegaron al palacio del príncipe Sharkán.

      Y el mercader se adelantó para entrar en las habitaciones de Scharkán, besó la tierra entre sus manos, y dijo: "¡He aquí que te traigo un presente incomparable, la cosa más bella y más extraordinaria de estos tiempos, el resumen de todos los encantos y todos los dones, la suma de todas las cualidades y de todas las delicias!" Y el príncipe Scharkán dijo: "¡Apresúrate a enseñármelo!" Y el mercader salió en seguida y trajo de la mano a Nozhatú, presentándola al príncipe. Y el príncipe Scharkán no podía reconocer en aquella maravilla a su hermana Nozhatú, a la cual nunca había visto, a causa de los recelos que sintió cuando su nacimiento y el de su hermano Daulmakán. Y llegó hasta el límite del entusiasmo al ver aquel talle y aquellas formas exquisitas. Y el mercader dijo: "Esta es la maravilla incomparable, única en el siglo. Además de la hermosura, don natural suyo, posee todas las virtudes y está versada en todas las ciencias religiosas, civiles, políticas y matemáticas. ¡Y está dispuesta a contestar a todas las preguntas de los sabios más ilustres de Damasco y del imperio!"

      Entonces el príncipe Scharkán se apresuró a decir al mercader: "¡Déjala aquí, busca al tesorero para que te pague su precio y vé en paz!"

      Y al oírlo, dijo el mercader: "¡Oh príncipe valeroso! he aquí que la había destinado al rey Omar AlNemán, tu padre, y venía a rogarte que me dieras una carta de recomendación para él; pero puesto que te agrada, que se quede aquí. ¡Y tu deseo está sobre mi cabeza y sobre mis ojos! Pero en cambio, te rogaré únicamente que me otorgues en adelante el derecho de franquicia para todas mis mercancías y el privilegio de no volver a pagar impuestos de ninguna clase". El príncipe contestó: "Te lo otorgo. Y ahora dime lo que te ha costado esta joven, para que te reintegre su precio". Y el mercader repuso: "Me ha costado cien mil dinares de oro, pero lo que lleva encima vale otros cien mil dinares". Entonces el príncipe mandó llamar a su tesorero, y le dijo: "Paga en seguida a este venerable jeique doscientos mil dinares de oro, y además, otros ciento veinte mil. Y por añadidura, dale el mejor ropón de honor de mis armarios. Y que se sepa en adelante que es mi protegido y que no se le deberá reclamar ningún impuesto".

      Después el príncipe Scharkán mandó llamar a los cuatro grandes kadíes de Damasco, y les dijo…

      En este momento de su narración,

      Schehrazada vió aparecer la mañana. Y se calló discretamente.

       PERO CUANDO LLEGO LA 60ª NOCHE

      Ella dijo:

      "Sed testigos de que desde este momento emancipo a esta joven esclava que acabo de comprar y que me caso con ella". Entonces los cuatro kadíes se apresuraron a escribir СКАЧАТЬ