Revolución y guerra. Tulio Halperin Donghi
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Название: Revolución y guerra

Автор: Tulio Halperin Donghi

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Historia y cultura

isbn: 9789876294263

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СКАЧАТЬ divino hizo que el régimen subsistiera sobre todo como medio de superexplotación: el sistema de comunidades elaborado por los jesuitas a partir de instituciones prehispánicas fue mantenido para impedir el dominio individual de los indios sobre tierras y cosechas, pero las comunidades eran sistemáticamente saqueadas por sus administradores.

      Al mismo tiempo fue cediendo el aislamiento de la población misionera: las aldeas indígenas se abrían a la presencia de turbios traficantes asunceños y correntinos que –con la complicidad no gratuita de los administradores– se constituían en monopolistas para la adquisición de los tejidos de algodón. En ese contacto los indígenas se europeizaban rápidamente en traje y costumbres; la creación de nuevas necesidades, destinadas a ponerlos más firmemente en manos de los comerciantes, fue emprendida por estos con tesón.

      No debe entonces extrañar que los guaraníes sufrieran con impaciencia creciente el régimen de comunidades, que les cerraba el camino a la prosperidad individual y sólo conservaba los aspectos negativos de la disciplina jesuítica. La población misionera se derrumbaba rápidamente: el régimen jesuítico había asegurado a la zona, abrigada contra el derrumbe demográfico hispanoamericano –y no sólo hispanoamericano– del siglo XVII, una densidad excepcionalmente alta. Ahora esa población iba a volcarse a las tierras ganaderas que acababan de abrirse al sur de las Misiones, y la creciente dureza del trato que recibía en sus aldeas sólo explicaba en parte este proceso, ya esbozado antes de la expulsión. Todo el Litoral aprendió a conocer a los guaraníes de Misiones: en primer término, las estancias jesuíticas del Alto Uruguay; luego, todo Entre Ríos y la Banda Oriental, tierras ávidas de hombres.

      Mientras en las Misiones septentrionales, cuya vida agrícola requeriría el duro trabajo de una población abundante, los guaraníes eran dueños indisputados del terreno, y seguían cultivando su yerba y su algodón y tejiendo sus telas, en las misiones meridionales, sobre el Uruguay, la expansión guaraní chocó bien pronto con la española: a pesar de todas las prohibiciones las tierras misioneras eran pobladas por hacendados de Buenos Aires y Montevideo que se tallaban en esas vastas extensiones enormes estancias de ganados. Hallamos aquí el clima típico del Litoral a principios del siglo XIX: una acelerada expansión económica deja atrás las posibilidades de institucionalización jurídica como las del avance demográfico; una confusa y revuelta realidad humana es la consecuencia necesaria de ello.

      Al sur de Santa Fe, en la orilla derecha del Paraná y el Plata, se encuentra la campaña de Buenos Aires, a la que un esfuerzo reciente ha logrado despejar sólidamente de indígenas hasta el Salado. Al norte de la capital una llanura ondulada, rica en arroyos; al sur, la pampa absolutamente horizontal, abundante en lagunas. A estas diferencias geográficas la colonización ha agregado otras. La campaña porteña está marcada por las huellas del largo proceso a través del cual fue poblada: al norte (San Nicolás, San Pedro, Pergamino, Areco…) se han formado estancias medianas, en las que la agricultura combina con la ganadería (los testimonios que nos quedan a través de los libros de administración de bienes eclesiásticos –confirmados por otros de carácter más impresionista– no señalan casos especiales sino típicos). La zona del oeste (Morón, Luján, Guardia de Luján) es de predominio agrícola y de propiedad por lo general más dividida (la explotación lo está necesariamente); al sudoeste (Lobos, Navarro, Monte) se da la transición hacia formas de explotación mixta, en unidades más extensas que en el norte, mientras que al sur (San Vicente, Cañuelas, Magdalena) el predominio es ganadero. Estas divisiones son necesariamente esquemáticas; marcan una tendencia a la diferenciación local más bien que oposiciones totales. En todo caso la mayor extensión de las propiedades en el sur delata una colonización más nueva (aunque una corriente de colonización igualmente reciente extiende la pequeña propiedad agrícola hacia el oeste, a partir de Luján); el norte es tierra de menores posibilidades de expansión, de población más asentada y más refractaria a las innovaciones.