Un Mar De Armaduras . Морган Райс
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Un Mar De Armaduras - Морган Райс страница 14

СКАЧАТЬ a Matus, mirando hacia el océano. Ella se esforzó por ver la embarcaciónde de Reece en la distancia, pero ya había desaparecido. Una ola de ira corrió por ella; se había perdido del último vistazo de él.

      "No es asunto tuyo", dijo ella.

      Matus siempre había desaprobado la relación con su primo, y ya estaba harta. Era el punto de discordia entre ellos, y amenazaba con separarlos. A ella no le importaba lo que Matus – o cualquier otra persona – pensara. No era de su incumbencia, hasta donde ella sabía.

      "Sabes que está por casarse, ¿no?", le preguntó Matus, acusando, acercándose a su lado.

      Stara meneó la cabeza, como queriendo alejar el pensamiento de su mente.

      "Él no se casará con ella", contestó.

      Matus parecía sorprendido.

      "¿Y cómo lo sabías?", dijo él, presionando.

      Ella se dio vuelta hacia él, decidida.

      "Él me lo dijo. Y Reece no miente”.

      Matus la miró, sorprendido. Entonces su expresión se volvió sombría.

      "¿Entonces le hiciste cambiar de parecer?".

      Ella lo miró, desafiante, ahora enojada con ella misma.

      "No necesité onvencerlo de nada", dijo. "Era lo que él quería. Lo que eligió. Él me ama. Siempre ha sido así. Y yo lo amo".

      Matus frunció el ceño.

      ¿Y estás de acuerdo entonces con destruir el corazón de esta chica, quienquiera que sea?".

      Ella frunció el ceño, no queriendo escuchar esto.

      "Reece me amaba mucho antes de lo que amaba a esta chica nueva".

      Matus no cejaría.

      "¿Y qué hay de todos los planes cuidadosamente establecidos del Reino? Te das cuenta de que esto no es sólo una boda. Es un teatro político. Un espectáculo para las masas. Gwendolyn es la reina, y también es su boda. El reino entero y las tierras lejanas, estarán allí para observar. ¿Qué pasará cuando Reece cancele? ¿Crees que la reina lo tomará a la ligera? ¿Por todos los MacGil? Harás que todo el Anillo sea un caos. Les pondrás a todos en nuestra contra. ¿Tus pasiones valen tanto?".

      Stara miró a Matus, con frialdad, con endurecimiento.

      "Nuestro amor es más fuerte que cualquier espectáculo. Que cualquier Reino. No podrías entenderlo. Nunca has amado como nosotros".

      Ahora Matus enrojeció. Movió la cabeza, evidentemente furioso.

      "Estás cometiendo el peor error de tu vida", dijo él. "Y también Reece. Van a hacer caer a todo el mundo con ustedes. Es una decisión tonta, egoísta, infantil Tu amor infantil debe permanecer en el pasado".

      Matus suspiró, exasperado.

      "Escribirás una misiva y la enviarás en el siguiente halcón a Reece. Le dirás que has cambiado de parecer. Le pedirás que se case con esta chica. Quienquiera que sea".

      Stara sentía hincharse de rabia hacia su hermano, una rabia como nunca había sentido.

      "Te pasas de la raya", dijo. "No pretendas darme un consejo. Tú no eres mi padre. Eres mi hermano. Si vuelves a hablarme así una vez más, no vuelvas a dirigirme la palabra".

      Matus la miró, claramente atónito. Stara nunca le había hablado así antes. Y lo decía en serio. Sus sentimientos por Reece eran mucho más profundos que su vínculo con su hermano. Mucho más profundo que cualquier otra cosa en su vida.

      Matus, conmocionado y herido, finalmente se dio vuelta y se marchó furioso.

      Stara se dio vuelta y miró hacia el mar, esperando alguna señal de la embarcación de Reece. Pero sabía que estaba muy lejos.

      Reece, pensó. Te amo. Mantén el rumbo. Aunque enfrentes cualquier obstáculo, mantén el rumbo. Sé fuerte. Cancela la boda. Hazlo por mí". Por nosotros.

      Stara cerró los ojos y apretó sus manos, y rogó y oró a cada dios que conocía para que Reece tuviera la fuerza para llevarlo a cabo. Para que volviera por ella. Para que los dos finalmente estuvieran juntos para siempre.

      Sin importar lo que costara.

      CAPÍTULO DIEZ

      Karus y Falus, los dos hijos de Tirus, bajaron rápidamente por la escalera de piedra de espiral, descendiendo más y más profundamente, hacia la mazmorra donde estaba su padre. Odiaban la indignidad de tener que descender a este lugar para ver a su padre, un gran guerrero que había sido el rey legítimo de las Islas Superiores. Y en silencio, juraron venganza.

      Sin embargo esta vez, llevaban noticias, que podría cambiar todo. Noticias que finalmente les daba un motivo de esperanza.

      Karus y Falus marcharon hacia los soldados que hacían guardia en la entrada de la prisión, sabían que eran hombres leales a la reina. Se detuvieron, enrojeciendo, odiando tener que sufrir la humillación de tener que pedir permiso para ver a su padre.

      Los hombres de Gwendolyn los analizaron, como debatiendo, después asintieron con la cabeza unos a otros, y dieron un paso adelante.

      "Extiendan los brazos", ordenaron a Karus y a Falus.

      Karus y Falus lo hicieron, maldiciendo, mientras los soldados les quitaban sus armas.

      Luego abrieron las puertas de hierro, lentamente y los dejaron entrar, cerrando y dando un portazo y poniendo llave a las rejas, detrás de ellos.

      Karus y Falus sabían que tenían poco tiempo; sólo se les permitiría a visitar a su padre por unos minutos, como lo habían hecho, una vez por semana, desde que había sido encarcelado. Después de eso, los hombres de Gwendolyn les ordenarían irse.

      Caminaron hasta el final del largo corredor de la mazmorra, todas las celdas estaban vacías, su padre era el único que estaba aquí, en esta antigua prisión. Finalmente, llegaron a la última celda de la izquierda, débilmente iluminada por una antorcha parpadeante contra la pared, y se dieron vuelta hacia los barrotes y se asomaron dentro, buscando a su padre.

      Lentamente, Tirus surgió de los rincones oscuros de la celda y se acercó a los barrotes. Los miró, con su rostro demacrado, su barba descuidada, sombrío. Miró con la expresión desesperada de un hombre que sabía que nunca volvería a ver luz del día.

      Los corazones de Karus y de Falus se desmoronaron al verlo. Les hacía sentirse más resueltos para encontrar una manera de liberarlo y para vengarse de Gwendolyn.

      "Padre", dijo Falus, esperanzado.

      "Traemos noticias urgentes", dijo Karus.

      Tirus los miró, con una pizca de esperanza en su tono.

      "Hablen entonces", gruñó.

      Falus aclaró su garganta.

      "Nuestra hermana, al parecer, ha vuelto a enamorarse de nuestro primo, Reece. Nuestros espías nos dicen que los dos planean casarse. Reece pretende cancelar su boda en tierra firme y casarse con Stara".

      "Debemos СКАЧАТЬ