El Despertar Del Valiente. Morgan Rice
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El Despertar Del Valiente - Morgan Rice страница 16

Название: El Despertar Del Valiente

Автор: Morgan Rice

Издательство: Lukeman Literary Management Ltd

Жанр: Зарубежное фэнтези

Серия: Reyes y Hechiceros

isbn: 9781632913340

isbn:

СКАЧАТЬ El olor era cautivador. En el claro también había docenas de hombres y Kyra, después de examinarlos, se desconsoló al ver que eran soldados Pandesianos. Se sorprendió al verlos aquí sentados alrededor del fuego, riendo, bromeando entre ellos, sosteniendo sacos de vino y con las manos llenas de carne.

      En el otro lado del claro, Kyra alcanzó a ver filas de carruajes de hierro con barras. Docenas de rostros hambrientos se asomaban en ellos, los rostros desesperados de niños y hombres cautivos. Kyra no tardó en darse cuenta de lo que pasaba.

      “Las Flamas,” le susurró a Dierdre. “Los llevan a Las Flamas.”

      Dierdre, aún a unos quince pies enfrente de ella, se quedó inmóvil con los ojos fijos en los cerdos rostizados.

      “¡Dierdre!” dijo Kyra sintiendo peligro. “¡Debemos irnos de inmediato!”

      Pero Dierdre no la escuchó y Kyra, dejando de ser precavida, se precipitó para agarrarla.

      Pero tan pronto como la alcanzó Kyra percibió movimiento en uno de sus lados. Al mismo tiempo Leo y Andor gruñeron; pero era muy tarde. Desde el bosque salió un grupo de soldados Pandesianos arrojando una gran red enfrente de ellos.

      Kyra se volteó y de forma instintiva trató de tomar su bastón, pero no hubo tiempo. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que pasaba, Kyra sintió la red cayendo sobre ella y restringiendo sus brazos y entonces se dio cuenta, desconsolada, de que ahora eran esclavos de Pandesia.

      CAPÍTULO SIETE

      Alec se agitaba mientras caía de espaldas sintiendo el aire frío y con su estómago retorciéndose mientras se acercaba al suelo y a la manada de Wilvox. Sintió cómo su vida pasaba delante de sus ojos. Había escapado de la mordida venenosa de la criatura arriba de él simplemente para caer a lo que seguramente sería una muerte instantánea. A su lado, Marco también se retorcía mientras caían juntos. Era poco consolador. Alec tampoco quería ver a su amigo morir.

      Alec sintió cómo caía sobre algo y un dolor seco en su espalda, y esperaba sentir colmillos encajándose en su piel. Pero se sorprendió al ver que era el cuerpo musculoso de un Wilvox retorciéndose debajo de él. Había caído tan rápido que el Wilvox no había tenido tiempo de reaccionar y había caído directo en su espalda, suavizando su caída y derribándolo al suelo.

      Escuchó un gran golpe a su lado y miró a Marco caer sobre otro Wilvox, aplastándolo también lo suficiente para mantener sus mandíbulas a distancia. Esto redujo la pelea a solamente dos Wilvox. Uno de ellos saltó dirigiendo su mandíbula hacia el estómago expuesto de Alec.

      Alec, aún de espaldas y con un Wilvox debajo de él, permitió que sus instintos tomaran el control y, mientras la bestia saltaba encima de él, se arrojó hacia atrás y levantó sus botas de forma protectora arriba de su cabeza. La bestia cayó sobre ellas y Alec inmediatamente la empujó derribándola hacia atrás.

      Cayó a varios pies de distancia sobre la nieve dándole un muy valioso tiempo a Alec; y una segunda oportunidad.

      Al mismo tiempo, Alec sintió cómo la bestia abajo de él empezaba a librarse. Se preparó para atacar y Alec reaccionó. Se volteó rápidamente y le puso un brazo sobre el cuello atrapándolo, sosteniéndolo muy cerca para que no pudiera morder y apretando tanto como podía. La criatura se retorcía furiosa tratando de liberarse y Alec tuvo que usar toda su fuerza para contenerla. De alguna manera lo logró. Apretó más y más fuerte. La bestia trataba de salirse dándose vuelta y rodando en la nieve, pero Alec no la soltó y rodó junto con ella.

      Alec alcanzó a ver a otra bestia que se abalanzaba y apuntaba hacia su espalda expuesta, y ya anticipaba sentir los colmillos hundiéndose en su piel. No tuvo tiempo para reaccionar, así que hizo lo que le dictó su instinto: sin soltar al Wilvox, rodó sobre su espalda sosteniéndolo enfrente de él con la espalda encima de su estómago y sus patas en el aire. La otra bestia, en el aire, cayó con sus colmillos sin encontrar a su objetivo que era Alec, hundiendo sus colmillos en el estómago expuesto de la otra bestia. Alec la sostuvo con fuerza usándola como escudo, y esta chilló y se retorció. Finalmente sintió como dejó de moverse en sus brazos mientras la sangre le escurría.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4AAQSkZJRgABAQEBLAEsAAD/2wBDAAcFBQYFBAcGBQYIBwcIChELCgkJChUPEAwRGBUaGRgVGBcbHichGx0lHRcYIi4iJSgpKywrGiAvMy8qMicqKyr/2wBDAQcICAoJChQLCxQqHBgcKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKioqKir/wAARCATmBJYDASIAAhEBAxEB/8QAHwAAAQUBAQEBAQEAAAAAAAAAAAECAwQFBgcICQoL/8QAtRAAAgEDAwIEAwUFBAQAAAF9AQIDAAQRBRIhMUEGE1FhByJxFDKBkaEII0KxwRVS0fAkM2JyggkKFhcYGRolJicoKSo0NTY3ODk6Q0RFRkdISUpTVFVWV1hZWmNkZWZnaGlqc3R1dnd4eXqDhIWGh4iJipKTlJWWl5iZmqKjpKWmp6ipqrKztLW2t7i5usLDxMXGx8jJytLT1NXW19jZ2uHi4+Tl5ufo6erx8vP09fb3+Pn6/8QAHwEAAwEBAQEBAQEBAQAAAAAAAAECAwQFBgcICQoL/8QAtREAAgECBAQDBAcFBAQAAQJ3AAECAxEEBSExBhJBUQdhcRMiMoEIFEKRobHBCSMzUvAVYnLRChYkNOEl8RcYGRomJygpKjU2Nzg5OkNERUZHSElKU1RVVldYWVpjZGVmZ2hpanN0dXZ3eHl6goOEhYaHiImKkpOUlZaXmJmaoqOkpaanqKmqsrO0tba3uLm6wsPExcbHyMnK0tPU1dbX2Nna4uPk5ebn6Onq8vP09fb3+Pn6/9oADAMBAAIRAxEAPwD6PooooGFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFABRRRQAUUUUAFFFFAFHVZdUhtVbRLOzvLjeA0d5dtboFwckMschJzjjA6nnjB5fwF401vxz4Ti8QRaDp9laXUMrWiNqjvI0qOUCuPIARSVPzAsQMfKc8dtXgvwuj8Uah8D9Cg0zQ7PUNHgS7a4tLnUvs0mpt58jLGMRuvlclWVym9hhsR58wA9I8I+KfFHiS6eW98K2enaQrssWoLq/nfa1BYCSFBCCyEqCGYplXVl3Cs3xF8QPFGhePNJ8NQ+D7O9OtPKLC6XWdiMsfLmRTDlCqYYgbuuFLHiut8LeJdP8YeGLLXtGaRrO8QsglTa6kEqysPUMCDjI44JGDXHeNv+S6fDH/uLf+ky0Ab/AIw8R694Y8JSa3aaDZ6kbO2a4v7cakYjEFALeWxiIkAG85Ow4XgEnFXfCPie18W+HINTtl8mb/VXlmxPmWdwv+sgcEAhlbjkDIwcYIqv8Rv+SW+Kv+wNef8Aol65vxP/AMWz8Rr4vsf3Hhi/mx4ktk+ZYpXwkV5HHxhi5CybSSwIOxmG4AGlqPivxfaeN7fw/aeEdPuY7uGa5gv21sxxiKNlU718gsrfPFwoYZkGCQGI1vFnjXRfBlrbyazPIbi8cxWVlbRGW4u5McJGi8kkkDJwoLKCRkVWluYLz4keHrm0mjnt5tD1CSKWJwySKZrEhlI4IIOQRXL6RP8A29+0p4g/tG6tz/wjWmQ2+m2TDLfv1WSW4XLfKwyI2ZQMq6Anj5gDqINZ8YzRm5k8I2cFuHci3k1kG7MYYgfIsRi3soBC+dtyQC45Is6B4x0/xFrOp6VaQ3lvfaSkJvobqHyzC8u/EfXDEBM7lyhDKVZga27mdLW1luJRIyRIXYRRtI5AGTtVQWY+gAJPQCuJ0f4jeBtX8Z3Nto91eXGuyJHaXMS6Zeb41ikcASAx4jCvMwLNjG75jwMAFmx8Z6p4kuruTwXotnqGkWz+SmqXuoNbRXcgJD+QFhkLopAHmcKWyFyBmrPhHxxB4s1PXdObTbzSr7RblIZ7S9UCXayBlkO3KYYiQDazZVQ2cMK5LSNB8d/CvTE0jwtZWfjLw/G8htbaW4WxvbXe7PhpDmORBzk4DFpOAFXFdb4Q8YaL4uur+SwsbzT9XtEij1C01GyNvdQKS7RK+RggguygMcB88E0AdTXLfELx5p/w68MLrWqRyTo1zFbpDF9+Qsctt4xkIHYAkA7cZGRXU153rut+E73x5quneKta0u0tbPSTprQXV8lu8pusPcKQzBiBHHbbWXA/eOMkjCAHf21zBeWsVzaTRz28yCSKWJwySKRkMpHBBByCK4nxx4/1TwNqdhJeeHY7vQru5EMmo296zS2yhPMkkeAREkKiyt8rN8sZJK5ArN+BPiN9W8ByaLd3tneXnhu5bTGmtJ1kSeFOIpVwB8hX5VYj5vLJzknHSeMLaC81jwnbXcMc9vNq00csUqBkkU6feAqQeCCDgg0Ab/2r7Vpf2vSGt7zzYfNtW87EU2Vyh3qG+U8fMA3ByAa5fwv4p8Ua54h1Ow1TwrZ6Xa6Xc/Zbi6Gr+eZGMYkUxoIRkFXjPzFMB+5BUZOg6j/wrvxingrWrzboepYPhaa4l3sm0ASWbuTn5WZfK3A5Uhd5OFHSeGP+Ri8Zf9hmP/032lAHPxePfFknxCm8Hv4S0uK+j08ais764/kyw7wmVIti2dxIwyj7p7YJ0tS8X694bjN74o8M СКАЧАТЬ