Название: Río torrentoso
Автор: Lawrence M. Friedman
Издательство: Bookwire
Серия: Extramuros
isbn: 9786123251567
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A mediados del siglo XIX, Estados Unidos era quizás muy diferente de Inglaterra; y también de Europa, América Latina y Asia. Hoy, culturalmente hablando, y en términos de ciencia, tecnología, y (en muchos países) estructura política, estas diferencias son quizás menos obvias. La movilidad ha aumentado en todas partes. Y esto ha tenido un profundo impacto en la identidad personal, que es nuestro tema. Lo hace más o un problema, o un tema. Cómo sucedió esto en el siglo XIX, y cuáles fueron las consecuencias, se explicará en los siguientes capítulos. Después de ello, analizaremos tiempos más contemporáneos.
7 Nota del traductor: Aquí el autor utiliza la expresión ‘rolling stones’, que se usa para referirse a una persona que está siempre viajando y cambiando de trabajo, y que tiene la ventaja de no tener responsabilidades, pero también la desventaja de no tener un lugar permanente para vivir.
8 Larry Long, Migration and Residential Mobility in the United States (1988), p. 29.
9 Patricia Kelly Hall y Steven Ruggles, “Restless in the Midst of Their Prosperity: New Evidence on the Internal Migration of Americans, 1850-2000”, J. American History 91:829 (2004).
10 Lawrence M. Friedman y Paul Davies, “California Death Trip,” Indiana L. Rev. 36:17 (2003).
11 Andrew Miles, Social Mobility in Nineteenth and Early Twentieth-Century England (1999), pp. 177-178.
12 Ver en general, Alexander Keyssar, The Right to Vote: The Contested History of Democracy in the United States (2000).
13 Frances Trollope, en Domestic Manners of the Americans (published originally in 1832), sostuvo que en los Estados Unidos “llamar sirviente a un ciudadano libre implica más que una pequeña traición a la República”. En su opinión, para una mujer joven, incluso la “pobreza abyecta” era “preferible al servicio doméstico”, lo que probablemente era una exageración. Ibid (1949 edition, p. 52).
14 Ibid., p. 234. Masticar tabaco era “un hábito vil y universal.”
15 Anthony Trollope, North America (publicado originalmente en 1862); la cita es de una edición de 1951, pp. 266-267.
16 Ver en general, J. R. Pole, The Pursuit of Equality in American History (2nd ed., 1993).
17 Frances Trollope, Domestic Manners of the Americans, p. 121.
Capítulo 2
Un gemelo malvado
La famosa novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y el Mr. Hyde, se publicó en 1886. El Dr. Henry Jekyll, el personaje principal, es un inglés que vive en Londres; él es un miembro de la clase alta, un hombre con sirvientes, un hombre que viaja entre círculos exclusivos. Desde su nacimiento, el Dr. Jekyll, según cuenta su historia, había sido dotado de “piezas excelentes” y de un suministro importante de dinero, lo que le parecían garantizar “un futuro honorable y distinguido”. Sin embargo, el Dr. Jekyll también era culpable de “irregularidades”; él hablaba de una “profunda duplicidad de la vida”. (Stevenson nunca nos dice en qué consistían estas “irregularidades” o “duplicidades”). El Dr. Jekyll cree que el hombre tiene una especie de “naturaleza dual”; una persona como él tiene un ser externo respetable y un ser interno, más propenso al mal. A través de ciertas drogas, el Dr. Jekyll puede liberar ese ser interior y malvado. Puede convertir al Dr. Jekyll en una criatura enana y siniestra, a quien le da el nombre de Edward Hyde. Hyde es el alma del mal. Para otras personas, que lo ven en las calles, parece feo y deformado, aunque nadie puede identificar ninguna deformidad específica. Las drogas hacen que el Dr. Jekyll sea capaz de “destronar” al ser exterior, dejando que la criatura demoníaca, el Mr. Hyde, se suelte en el mundo. Las drogas superan “la verdadera fortaleza de la identidad”; Hyde merodea por la ciudad, cometiendo crímenes, de los cuales, por supuesto, lamenta cuando vuelve una vez más a su otro yo, el bueno y respetable Henry Jekyll. Esta situación tenía que terminar en tragedia; y sucede así cuando Hyde comete un asesinato; las drogas comienzan a perder el poder de revertir la personalidad de Hyde; esta personalidad parece tomar el control completamente cada vez más. El Dr. Jekyll se da cuenta de que no hay salida para él; tanto Jekyll como Hyde deben morir; y así lo hacen.
Esta brillante historia se puede interpretar de muchas maneras. En un nivel, se trata de la naturaleza humana y su mezcla entre el bien y el mal. También se trata de lo que más tarde se conocerá como personalidad dividida. Sin embargo, también puede leerse como la historia de una crisis de identidad. Aquellos que solo ven al malvado Mr. Hyde, que se lo cruzan en la calle, que se lo encuentran mientras merodea, no saben, y no pueden saber, que, en cierto modo, no existe la persona llamada Mr. Hyde; él es, más bien, un aspecto del rico y respetable Henry Jekyll. Del mismo modo, amigos, sirvientes y colegas de Henry Jekyll, personas que creían conocerlo, nunca se imaginaron que existía otro yo, otra personalidad; no tenían idea de que Jekyll era, al mismo tiempo, el malvado Mr. Hyde. En suma, nunca conocieron la “verdadera” identidad de Jekyll o Hyde; y ellos (y el resto de nosotros) nunca podrían decir quién era él “realmente”, si el Dr. Jekyll, el Mr. Hyde, o ambos, o ninguno. Jekyll y Hyde vivían en una sociedad moderna, “anónima” y socialmente móvil, en la que “la vestimenta, la apariencia y el acento distintivos estaban perdiendo su poder para evidenciar a primera vista el estatus social de una persona”. En sociedades “rebosantes de personas extrañas”, y en ellas “el criminal más atroz podía mostrarse en la forma más inocente.”18 El Mr. Hyde no se ‘mostró’ a través de una ‘apariencia inocente’; pero su apariencia, sus modales, su comportamiento, no daban pistas de que él también era el Dr. Jekyll; o, para decirlo de otra manera, que él era el otro aspecto del Dr. Jekyll.
En la famosa novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, un conocido artista, Basil Hallward, pinta СКАЧАТЬ