Название: Congreso Internacional de Derecho Corporativo
Автор: Группа авторов
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789972455469
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El desarrollo de fintech promete eliminar barreras en el sector financiero y permitir la entrada de nuevos participantes y productos. Conforme se intensifica la interconexión y los límites geográficos se vuelven menos relevantes, el sector financiero podría convertirse en un mercado más abierto y heterogéneo. Los nuevos prestadores de servicios fintech no son exclusivamente entidades financieras tradicionales y, en ese sentido, sus prácticas y la forma en que se relacionan con los usuarios pueden ser distintas. El mercado fintech podría abonar a que los servicios tengan precios más bajos, que exista mayor oferta de opciones y que se mejore la calidad de los productos disponibles.
Para potenciar la posibilidad que tiene fintech de ampliar la competencia en el sector financiero, los participantes —tanto públicos como privados— pueden cooperar para la creación de condiciones y políticas que favorezcan el desarrollo del mercado fintech, considerando las particularidades y diferencias que existen frente a los servicios tradicionales. En este sentido, las siguientes medidas podrían ser detonantes que aumenten la competencia en el sector financiero mediante el crecimiento del mercado fintech: i) reducir los obstáculos que impiden el ingreso de actores pequeños y no tradicionales; ii) implementar políticas que atiendan el riesgo de concentración, y iii) promover la neutralidad tecnológica, la interoperabilidad y el acceso equitativo a las infraestructuras clave.
No obstante que las nuevas tecnologías han permitido que participantes no tradicionales se integren como prestadores de servicios en el sector financiero, aún existen barreras de entrada importantes que inhiben la competencia. Estos factores incluyen la regulación desproporcional o la falta de regulación de ciertas actividades y el acceso limitado al financiamiento.
Con la finalidad de eliminar estas barreras y fortalecer la competencia, se debe promover la aplicación flexible de las políticas públicas, que establezca cargas regulatorias proporcionales a los riesgos de cada actividad o a ciertas condiciones del prestador de servicios, evitando que los nuevos emprendimientos con operaciones limitadas deban cumplir con obligaciones originalmente diseñadas para participantes con dimensiones distintas. Estas podrían tener como uno de sus principios la integración de nuevos agentes económicos al sector financiero y, en su aplicación, las autoridades deberán buscar cooperar con los nuevos participantes para diseñar e implementar marcos regulatorios en los que exista un equilibrio entre la gestión de riesgos y el desarrollo del sector financiero.
Sin embargo, implementar una mejor regulación puede no ser suficiente para lograr un mercado fintech más competitivo. El acceso al financiamiento, al igual que en otras industrias, es fundamental para permitir que nuevos participantes se integren al mercado. En este sentido, podría ser fundamental que los distintos actores del mercado fintech promuevan conjuntamente instrumentos y foros de los cuales surjan mayores opciones de financiamiento y capitalización de emprendimientos fintech.
Para fortalecer la competencia justa en el sector financiero, es necesario atender los riesgos de concentración en ciertos servicios o actividades. La integración vertical u horizontal de ciertos servicios por grupos financieros crea riesgos de concentración relacionados con el control de precios y de abusos a los usuarios. A lo anterior se adiciona lo relativo al riesgo de prácticas contrarias a la competencia por parte de prestadores de servicios clave de infraestructura (como podrían ser aquellos vinculados a sistemas de pago y medios de disposición) o por parte de las instituciones financieras tradicionales (como podría ser el restringir acceso a cuentas bancarias o financiamiento bajo la excusa de la mitigación de riesgos o derisking).
Conforme las tecnologías de la información se colocan en el centro de ciertos servicios financieros, las infraestructuras clave para la prestación de dichos servicios podrían ser diferentes a aquellos que los participantes y reguladores actualmente identifican. En este sentido, las autoridades deberán buscar equilibrios que permitan que el mercado fintech se beneficie de ciertas consecuencias de la integración económica, como la disminución de costos relacionados a las economías de escala, sin que dicha integración signifique un obstáculo infranqueable para la competencia. Para ello, es fundamental la cooperación de autoridades financieras, de competencia económica y de protección al consumidor en el desarrollo e implementación de políticas públicas. Asimismo, podría ser central que los participantes privados —como prestadores de servicios o grupos de consumidores— mantengan un diálogo con las autoridades que permita una mayor comprensión de los riesgos de concentración y las medidas óptimas para atenderlos.
Promover la neutralidad tecnológica y el acceso equitativo a las infraestructuras clave podrá ser crucial para lograr una mayor competencia en el mercado fintech. En términos similares a los riesgos de concentración, la falta de acceso a la infraestructura clave y de neutralidad tecnológica en las políticas públicas puede crear barreras de entrada relevantes y costos que dificulten la participación de nuevos agentes.
En México, la Ley Fintech y la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros reconocen como principios rectores la neutralidad tecnológica y el libre acceso a ciertas infraestructuras, respectivamente. Sin embargo, como en la mayoría de los casos, la emisión de regulaciones que reconozca algunas acciones como prioritarias no es suficiente para potenciarlas. Frente a esto, los participantes del mercado fintech pueden beneficiarse de generar diálogos para promover la estandarización e interoperabilidad de sistemas (la cual podrá ser fundamental para servicios de open banking); mientras que las autoridades deben implementar la regulación para garantizar el acceso equitativo a infraestructuras. Asimismo, podrá ser fundamental que exista y se promueva la transparencia en aspectos como ciertos costos de interconexión y de otros servicios clave para la prestación de los servicios financieros. Estas acciones podrían impulsar la innovación y el desarrollo de nuevos productos, a la par que crear condiciones de competencias más justas que posibiliten el crecimiento orgánico de nuevos emprendimientos.
Diversas entidades financieras tradicionales ven la fintech como un riesgo por nuevos competidores; sin embargo, representa una gran oportunidad, ya que los jugadores también dependen —en muchos casos— del uso de los canales tradicionales. En tal sentido, diversas entidades financieras tradicionales han expresado preocupaciones argumentando el riesgo de operaciones ilícitas o de lavado de dinero a través de fintech. En México, por ejemplo, los reguladores adoptaron un nivel de regulación de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo equiparable al de los bancos, a fin de mitigar ese riesgo; pero también este nivel de regulación ha demostrado que puede ser una barrera de entrada importante para nuevos participantes debido al nivel de obligaciones y requerimientos de inversión.
3.2 Profundizar la inclusión financiera existente
A nivel mundial, se estima que alrededor de 1,7 millones de adultos carecen de acceso a la economía financiera formal (Banco Mundial, 2017). Las razones de este déficit son variadas y dependen de factores económicos, regionales y culturales. Por ejemplo, en algunos casos, la marginación geográfica de ciertas comunidades puede, históricamente, haber representado obstáculos para la bancarización de dichas poblaciones. En otros supuestos, podría haber sido la falta de acceso a la información relativa a los productos financieros disponibles y sus beneficios (falta de educación financiera).
La rápida evolución de la economía digital, la reducción de costos relacionados con los servicios de comunicación, el desarrollo de tecnologías móviles, la creación de infraestructuras físicas, entre otras, muestran posibles soluciones a algunos de los motivos de dicho rezago en materia de inclusión financiera. Como ejemplo, en México, en el 2015, el porcentaje de adultos que reportó tener una cuenta en una institución financiera fue del 44,1 % (Consejo Nacional de Inclusión Financiera [Conaif], 2017); mientras que, según cifras del 2018, el número total de usuarios de telefonía celular —una de las tecnologías con mayor penetración nacional y con las menores diferencias de acceso por región— СКАЧАТЬ