Conservación en la Patagonia Chilena. Juan Carlos Castilla
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Название: Conservación en la Patagonia Chilena

Автор: Juan Carlos Castilla

Издательство: Bookwire

Жанр: Математика

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isbn: 9789561428218

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СКАЧАТЬ (205; 21%), de agua dulce (148; 15%) y otros (26; 3%). Un creciente número de publicaciones recientes incluyen variables sociales y dimensiones humanas de la conservación (Figura 2).

       Figura 2

      Número acumulado de estudios sobre la región de Patagonia chilena (publicados entre 1980-2017) clasificados por el sistema de estudio. El eje X representa los años y el eje Y representa el número de publicaciones por año. En términos relativos se destaca el bajo número de trabajos en sistemas dulceacuícolas durante el período, además del crecimiento en décadas recientes en el número de trabajos que incluyen variables sociales.

       4.2. Distribución de la evidencia por forzantes de cambio

      La clasificación por forzantes de cambio global (Figura 3) mostró que la mayoría de los estudios se han enfocado en el cambio climático (191 estudios; 19%), seguidos por estudios de especies invasoras (131; 13%), que abordan especialmente los impactos de la salmonicultura y el castor; seguidos por estudios de contaminación (102; 10%), cambios de hábitat (79; 8%) y sobreexplotación de recursos marinos y terrestres (53; 5%). En cuanto a los sistemas terrestres propiamente tales las publicaciones se ocupan principalmente del cambio climático (56; 6%), las especies invasoras (49; 5%) y cambios del hábitat (34; 3,4%).

       4.3. Distribución espacial de la evidencia

      Al georreferenciar los estudios de las publicaciones de la base de datos (2.059 sitios de muestreo para 986 registros), se observó que el 72% de los sitios analizados corresponden al sistema terrestre y solo un 28% al marino (Figura 2). Al codificar luego la evidencia compilada por forzantes de cambio (Figura 3) y por su distribución espacial en la Patagonia chilena, en sus 11 provincias administrativas actuales y las tres ecorregiones marinas (Rovira y Herreros, 2016), obtuvimos los resultados que se describen a continuación (Figura 4).

       Figura 3

      Distribución del número de publicaciones por forzante de cambio directo en los distintos ecosistemas (eje X) y por ecosistema de interés (colores de barras). El eje Y representa los números de publicaciones acumuladas en el período 1980-2017.

      El cambio climático ha sido el tema más estudiado en la provincia de Última Esperanza (108 sitios; 5%) y Capitán Prat (101 sitios; 5%), donde se localizan los campos de hielo, con estudios que documentan el retroceso de los hielos. Para el caso de especies invasoras, el mayor número de publicaciones se concentra en Coyhaique (115 sitios; 6%), Palena (60 sitios; 3%) y Aysén (53 sitios; 3%). Los efectos de la contaminación han sido poco estudiados a nivel de provincias terrestres debido a su escaso impacto relativo en la región; sin embargo, el mayor número de estudios se concentra en Llanquihue con 33 sitios. El cambio del hábitat y la sobreexplotación de recursos naturales también han sido escasamente estudiados en la literatura referida a los sistemas terrestres, considerando la clasificación administrativa de provincias (Figura 4).

      En las ecorregiones marinas patagónicas (Rovira y Herreros, 2016) el cambio climático ha sido abordado con más frecuencia en la ecorregión de Chiloé-Taitao (42 sitios), seguido por la ecorregión Kawésqar (37 sitios) y Magallanes (24 sitios). Los estudios de especies invasoras se concentran por igual en Chiloé-Taitao (30 sitios) y Magallanes (30 sitios), con un número menor en la ecorregión Kawésqar (10 sitios). La contaminación industrial ha sido abordada casi en su totalidad en la ecorregión de Chiloé-Taitao (60 sitios), con muy pocos estudios en las ecorregiones Kawésqar y de Magallanes. El cambio de hábitat ha sido escasamente abordado en las diferentes ecorregiones marinas, mientras que los estudios de sobreexplotación de recursos se han concentrado principalmente en la ecorregión de Chiloé-Taitao (41 sitios), con escasos estudios en Kawésqar y Magallanes.

      Después de espacializar los sitios de estudio a partir de los registros de la base de datos (2.059 sitios de muestreo para 986 registros), se superpuso el mapa de las áreas protegidas terrestres (Tacon et al., 2021) y marinas (Tecklin et al., 2021) con el mapa de evidencia para la región de la Patagonia chilena. Encontramos que menos del 27% de la evidencia se basa en información recopilada dentro de la red de áreas protegidas terrestres y marinas. La mayoría de los estudios se concentraron sólo en los tres parques nacionales más extensos: Bernardo O’Higgins, Laguna San Rafael y Torres del Paine, revelando que una fracción sustancial de esta región permanece escasamente explorada.

       Figura 4

      Distribución espacial del número de publicaciones por provincia administrativa y por ecorregión marina (Rovira y Herreros, 2016) de la Patagonia chilena para el caso de la evidencia codificada por sistema de estudio (A) y por forzante de cambio directo (B).

       5. OPORTUNIDADES Y RECOMENDACIONES PARA LA CONSERVACIÓN DE LA PATAGONIA CHILENA

      La visión integrada e inclusiva del manejo de los ambientes terrestres, marinos, dulceacuícolas y de interfaz mar-tierra, representa una enorme oportunidad para impulsar en la Patagonia chilena un proceso de uso del paisaje distinto al resto del territorio chileno. El pasivo ambiental que ha dejado el modelo de desarrollo extractivista de otras regiones de Chile podría ser evitado en la Patagonia chilena con el impulso de una nueva propuesta de conservación integral mar, tierra y sociedad (Glavovic et al., 2015; Nahuelhual et al., 2021).

       5.1. Bases para un sistema integrado de áreas protegidas en la Patagonia chilena

      La Patagonia chilena cuenta con parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales (e.g., Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado), muchos de ellos colindantes con sistemas costeros, los cuales cubren aproximadamente la mitad de la superficie terrestre (Tecklin et al., 2021; Tacón et al., 2021; Pliscoff et al., 2021). Esta plataforma de conservación representa una oportunidad única para Chile, e inusual a nivel mundial, para integrar la conservación de grandes ecosistemas terrestres y marinos. Las numerosas áreas protegidas terrestres y marinas (Tacón et al., 2021; Pliscoff et al., 2021, Tecklin et al., 2021) cuentan con reducidos niveles de implementación, particularmente las marinas, y una ausencia total en sistemas de agua dulce; entre sus déficits se cuenta por lo general la ausencia de planes de manejo bien desarrollados, insuficientes monitoreos, limitados recursos financieros y humanos para alcanzar una protección real.

      A fin de avanzar y superar la actual situación de conservación de la Patagonia chilena, frente a esquemas de investigación y conservación fragmentarios y competitivos, en este capítulo (ver más adelante) estimamos de alta relevancia la creación de un Centro Interdisciplinario de Conservación de la Patagonia chilena, con connotación público-privada, incluyendo el desarrollo de incentivos para la colaboración binacional Chile-Argentina.

      El desarrollo de mecanismos para alcanzar un adecuado balance entre la protección de sistemas marinos y terrestres en la Patagonia chilena es una oportunidad y a la vez un importante desafío que puede contribuir también a la propuesta de conservación global para el futuro de los océanos (Jones et al., 2018). Una visión de conservación integrada e inclusiva mar-tierra-sociedad permitirá anticiparse a los desafíos nuevos y crecientes, como son la expansión de la acuicultura, el nuevo interés minero por los fondos marinos, el desarrollo de proyectos costeros de energía renovable, la expansión regional del turismo y la ampliación de derechos de uso y actividades productivas en los maritorios costeros. Estos desafíos están presentes hoy en la Patagonia chilena СКАЧАТЬ