Название: Conservación en la Patagonia Chilena
Автор: Juan Carlos Castilla
Издательство: Bookwire
Жанр: Математика
isbn: 9789561428218
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La cordillera andina divide la Patagonia entre la vertiente oriental, con extensas planicies, relativamente secas y la vertiente occidental, mucho más angosta, con pendientes pronunciadas, estuarios y humedales costeros. Las pendientes se elevan hasta los 4000 m de altura en el monte San Valentín, a 3600 m en el cerro Murallón y 3400 m en el monte Fitz Roy, donde se encuentran grandes campos de hielos permanentes, entre Aysén y Puerto Natales y en la cordillera de Darwin, con proyecciones que desembocan en lagos o directamente en fiordos patagónicos. Los principales ríos tienen un régimen nivo-pluvial torrentoso y hoyas hidrográficas cortas, con grandes caudales (Dirección General de Aguas, DGA, 2009; León, 2005; Calvete y Sobarzo, 2009; Reid et al., 2021).
Debido al efecto barrera de Los Andes y la elevación de las cordilleras patagónicas, la Patagonia chilena en su margen occidental concentra una pluviosidad >6000 mm al año (Mansilla et al., 2021, Marquet et al., 2021). Las dinámicas de circulación de los fiordos están influidas por ríos y las escorrentías de aguas dulces. La circulación horizontal de aguas superficiales (<30 m, con baja salinidad) ocurre desde el interior de los fiordos hacia la boca de los golfos y el océano costero, mientras las masas de agua subsuperficiales saladas ingresan por las bocas de los golfos, debido a los fuertes vientos del oeste y amplias mareas, produciendo procesos de mezcla (Pickard, 1971; Pickard y Staton, 1980; Sobarzo, 2009). Sin embargo, el conocimiento de los procesos oceanográficos en la Patagonia chilena es aún incipiente (Iriarte et al., 2014; González et al., 2011). Pickard y Staton (1980) caracterizan oceanográficamente la existencia de 3 zonas en el maritorio patagónico chileno (latitudes aproximadas): i) Patagonia norte, 41°-47°S; ii) Patagonia central, 47°-53°30’S; iii) Patagonia sur, 53°30’- 56°S. Por su parte, Rovira y Herreros (2016), basados en una revisión exhaustiva de la literatura, proponen distinguir en la Patagonia chilena 3 ecorregiones: i) Chiloé-Taitao, 42°-47°S; ii) Kawésqar, 47°-54°S; iii) Magallanes, 54°-56°S (Figura 1). Esta clasificación de tres ecorregiones marinas patagónicas es usada por diferentes autores (incluyendo algunos en este libro) como equivalentes a macrozonas o macro-sectores biofísicos marinos patagónicos, denominándolos: Patagonia norte, central y sur; con límites similares a los usados por Rovira y Herreros (2016) para las ecorregiones (ver Häussermann et al., 2021; Tecklin et al., 2021; Hucke-Gaete et al., 2021; Molinet y Niklitschek, 2021). Previamente, Sullivan Sealey y Bustamante (1999) y Spalding et al., (2007) habían propuesto el reconocimiento de sólo 2 grandes ecorregiones marinas para la Patagonia chilena: i) Chiloense, 41°-47°S; ii) Canales y Fiordos del Sur de Chile, 47°-56°S. En este libro diferentes autores usan estas terminologías para distinguir ecorregiones y/o macro zonas geográficas, entregando en cada caso nuevos antecedentes biológicos/ecológicos.
4. CONSERVACIÓN BASADA EN LA EVIDENCIA CIENTÍFICA EN LA PATAGONIA CHILENA
Para la toma de decisiones de conservación informada en la Patagonia chilena es esencial recopilar y sintetizar la evidencia sobre la distribución de la biodiversidad, los procesos ecológicos y el conocimiento de las dimensiones humanas de los problemas ambientales más urgentes (Rozzi et al., 2012). Esto se debe a que las principales causas de la degradación de los ecosistemas, desde las amenazas del cambio climático, las especies invasoras, la pérdida de hábitats, la sobrepesca y el cultivo de salmón (Molinet y Niklitschek, 2021; Buschmann et al., 2021; Marquet et al., 2021; Astorga et al., 2021; Reid et al., 2021; Rozzi et al., 2021), son más evidentes en la interfaz entre los ecosistemas costeros de fiordos, canales y de los mares interiores y las comunidades humanas. Abordar estos problemas requiere un marco interdisciplinario sustentado en diferentes fuentes de información. De particular importancia son disciplinas como la ecología, conservación, pesquería, economía, ciencias políticas, derecho ambiental, geografía, antropología y psicología, para comprender plenamente la diversidad de relaciones de las personas con la naturaleza, especialmente aquellas basadas en el conocimiento tradicional y local (Bennett et al., 2017; Rozzi et al., 2012; Tallis y Lubchenco 2014).
Vista panorámica sobre Puerto Aguirre e islas Huichas, Región de Aysén. Fotografía de Javier Godoy.
Figura 1
Ecorregiones marinas de la Patagonia chilena según Rovira y Herreros (2016) y mapa de las formaciones vegetales terrestres, compilado de varias fuentes, incluyendo descripciones y mapas publicados por Pisano (1977), Veblen et al. (1983), Arroyo et al. (1996), Luebert y Pliscoff (2017) y Martínez-Tillería et al. (2017).
Para contribuir a la conservación integrada en la Patagonia chilena, caracterizamos y sintetizamos la evidencia disponible en la literatura sobre la región. Para ello, recopilamos y analizamos los estudios publicados aplicando el enfoque de mapeo sistemático (James et al., 2016), que se define como una síntesis fiable de la cantidad y calidad de la evidencia, en relación a una pregunta de investigación de amplia relevancia (Haddaway et al., 2018). En este estudio la pregunta que nos planteamos fue conocer cuál es el estado del conocimiento sobre conservación y manejo de los ecosistemas de la Patagonia chilena. Este proceso facilitó describir y catalogar la evidencia disponible en estudios publicados de conservación regional, cubriendo la amplitud de la ciencia necesaria para abordar preguntas que tienen impacto en políticas públicas. El equipo de trabajo de este estudio fue liderado por dos expertos senior, los cuales fueron apoyados por una secretaría técnica, quienes tuvieron el rol de recolectar, compilar y catalogar sistemáticamente la evidencia, utilizando el método de mapeo sistemático (Martínez-Harms, 2021). Un panel científico nacional conformado por un grupo interdisciplinario de 8 expertos supervisó la revisión temática y geográfica de la región.
En los 17 capítulos de este libro se analiza la biodiversidad marina, terrestre y de agua dulce de la Patagonia chilena, la aceleración de las presiones de los cambios globales y locales sobre los ecosistemas, los impactos de la acuicultura y las pesquerías, la interrelación de la interfaz tierra-mar, la conservación de glaciares, turberas, estepas y bosques primarios, la conservación liderada por los pueblos indígenas, la conservación basada en la evidencia, así como el manejo de áreas protegidas y tendencias socioeconómicas en la región. Los capítulos recopilan la información disponible en la literatura, revisan críticamente los temas claves de conservación y formulan recomendaciones específicas para una gestión integrada de la conservación patagónica. La evidencia se codificó con un análisis semántico utilizando el programa informático R Bibliometrix y cada publicación se clasificó en cada uno de los cinco sistemas de estudio: i) terrestre; ii) marino; iii) agua dulce; iv) social; v) otra categoría (Mazor et al., 2018). Consideramos los cinco forzantes directos del cambio de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas identificados por la Evaluación de Ecosistemas del Milenio (Millennium Ecosystem Assessment, 2005) e IPBES, 2018. Los cinco forzantes son: i) cambio climático; ii) cambios del hábitat; iii) especies invasoras; iv) sobreexplotación; v) contaminación (Mazor et al., 2018).
Las publicaciones se agruparon en uno o múltiples forzantes y para validar su clasificación, inspeccionamos manualmente la clasificación de los artículos (n= 986) en cada sistema ecológico. El 100% de ellos fueron clasificados en uno de los cinco sistemas de estudio y el 56% de los artículos fueron clasificados por su foco en uno o más de los forzantes de cambio.
4.1. Tendencia temporal
Compilamos una base de datos sobre la Patagonia chilena que documenta claramente el aumento en el número de publicaciones durante la reciente década (ver base de datos en Martínez-Harms, 2021). La mayoría de las publicaciones compiladas se refieren a los sistemas ecológicos terrestres y marinos (Figura 2). El mapa sistemático mostró un aumento exponencial de la evidencia durante СКАЧАТЬ