Название: El rey festivo.
Автор: AAVV
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9788491332596
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Fig. 3. Franz Floris. La Victoria. Arco de los Genoveses, Amberes, 1550.
Dejando ya la entrada de Amberes y pasando a la de Gante, además del papel que tuvo el cronista Jean Oste en la orientación iconográfica y literaria, hay que citar la conocida participación del arquitecto F. Van de Velde. Contratado por la comisión municipal encargada de la entrada del príncipe, Van de Velde tendría a su cargo la dirección de los trabajos de arquitectura y escultura, además de la realización de los dibujos que habrían de ser la base para los grabados que se conservan sobre los arcos.
Aunque desconocemos que tipo de participación tuvieron en los elementos artísticos del viaje a Alemania, lo cierto es que el pintor Diego de Arroyo y el escultor Juan de Serojas formaban parte de la delegación española que acompañó al príncipe durante el viaje (Calvete, I, 1552: 15).
Fig. 4.1. Hans Vredeman de Vries, Caryatidum sive Athlantidum Multiformium (...), ca. 1565
Fig. 4.2. Arco público. Entrada triunfal, Amberes, 1549. Schryver, C., Spectaculorum in susceptione Philippi Hisp. Prin..., Amberes, 1550.
Otro recibimiento destacado en cuanto a la participación de los artistas fue el que prepara Madrid a Felipe II y, sobre todo, a Ana de Austria en 1570. Destacados pintores y escultores convertirán la entrada de los nuevos esposos en un espectáculo de notable calidad artística. Entre los escultores hay que destacar la presencia de Pompeyo Leoni, que realizaría la escultura de Carlos V y el emperador Fernando en el primer arco, así como la de Felipe II y las figuras alegóricas del tercero. López de Hoyos escribe en su crónica lo siguiente: «[...]refiere al natural el rostro del Emperador, porque assi esta como todas las demás estatuas que diremos, que son de las manos de Pompeyo Leoni Italiano esculptor de su Magestad, con gran espíritu y braveza» (López de Hoyos, 1572: 34v.); «[...]los colossos de bulto, que fueron la Religión, Clemencia, Temperancia, Prudencia, y el de la magestad del rey Don Phelippe nuestro señor, fueron singularmente acabados, y de la mano y compostura de Pompeyo Italiano sculptor de su magestad[...]» (López de Hoyos, 1572: 215v..). La participación del escultor italiano en la entrada de Madrid hay que verla desde la condición de este como artista al servicio de la corona (Checa, 1992:107). De acuerdo con las descripciones que se hacen en la crónica de López de Hoyos, las esculturas efímeras del artista italiano tendrían importantes puntos de conexión con las obras permanentes que realiza con los mismos temas.
El segundo de los nombres de escultores que, relacionados con aquella entrada triunfal se nos proporciona en las fuentes, es el de Lucas Mitata, escultor de conocida andadura por tierras castellanas y extremeñas, que, además de la posible colaboración con Pompeyo Leoni en algunos de los arcos (Azcárate, 1958:223), realiza las esculturas monumentales de Baco y Neptuno y el grupo escultórico que se levantó en la Plaza de El Salvador con el tema del Juicio de Paris. «Su artífice fue Lucas de Mitata Español y tuvo muy buen término esta obra con las de Bacho y Neptuno» dice López de Hoyos en su crónica (López de Hoyos, 1572: 241 v.; Velázquez, Gómez, Espigares y Jiménez, 2007: 118). De la colaboración con Pompeyo Leoni en los arcos no tenemos noticia documental que lo confirme; de su mano fueron también, según López de Hoyos, las figuras realizadas en yeso para el segundo arco, en el cual hasta este momento se desconoce la participación de Pompeyo Leoni; «[...]son todas las figuras de color de mármol blanco Ginovisco, fue su artífice Lucas de Mitata Español, raro hombre en su profectión y facultad[...]» (López de Hoyos, 1572: 118 v.).
Al referirse a las pinturas que en el interior del primer arco fingían ser esculturas en relieve, López de Hoyos dice que «los artífices que lo pintaron son los más raros que en nuestros tiempos conoscemos de nuestra nación española, Alonso Sánchez artífice de su magestad y Urbina natural de Madrid» (López de Hoyos, 1572: 63). Se refiere el cronista a Alonso Sánchez Coello y a Diego de Urbina, los cuales pintaron además dos emblemas del tercer arco.
Con estos datos podemos deducir la participación conjunta de los artistas de Felipe II, Pompeyo Leoni, Sánchez Coello y Diego de Urbina, en los arcos más espectaculares de la entrada, como fueron el primero y el tercero. Otra conclusión a la que podemos llegar, es la referente a la excepcionalidad que temáticamente suponía para alguno de estos artistas su participación en los arcos de triunfo y esculturas monumentales, como es el caso de la presencia de temas inspirados en la emblemática (Pizarro, 1999: 138 y ss.).
Diego de Urbina tendría, además, otro tipo de intervención en aquellos acontecimientos de Madrid en 1570. El pintor servirá al ayuntamiento de Madrid como veedor en la obra de fábrica que el escultor Miguel Martínez debía realizar en la Puerta de Guadalajara, la cual se remodeló aquel año con motivo de la entrada de Ana de Austria y Felipe II (Chaves, 1989: 103).
En la entrada de Felipe II en Sevilla en 1570, y además del protagonismo que desempeñó Juan de Mal Lara y Bartolomé de Hoces, «obrero mayor de la ciudad», en la misma, hay que mencionar la intervención de Benvenuto Tortelo, maestro mayor de la ciudad, el cual tendría la responsabilidad de llevar a la práctica el programa humanístico de Mal Lara.
La mayor parte de los artífices trabajan en la ciudad donde se organiza el acontecimiento, aunque no suelen faltar los artistas que forman parte del cortejo real o principesco. Este es, por ejemplo, el caso del cortejo que acompaña al príncipe en su viaje por los Países Bajos en 1549, en el cual y entre teólogos, letrados o médicos, se encontraba el organista Antonio de Cabezón y el artista Diego de Arroyo, «a quien ninguno de nuestra edad aventaxa en el arte de Pintar» (Papeles tocantes al emperador Carlos V, s.l., s.a. BN. Mss 1751, f. 6 v.). Es este seguramente el caso de la vinculación de Juan de Herrera con la entrada triunfal de Felipe II en Lisboa en 1581, cuya relación con los viajes de Felipe II se remonta nada más y nada menos que al viaje a los Países Bajos y Alemania en 1548. En efecto, el joven Herrera se incorporaba en Valladolid al séquito que debía acompañar a aquel en su viaje a Flandes. Es de suponer que Herrera acumulara importantes saberes artísticos durante aquella espléndida jornada. Por otra parte, Herrera estuvo en Sevilla unos días antes de la entrada de mayo de 1570 al objeto de habilitar el alcázar para el alojamiento de Felipe II.
Como decimos, es probable que en 1581 el arquitecto de Felipe II formara parte del séquito que, con el ejército del duque de Alba, precede a la llegada del monarca y dispone los preparativos de esta; entre estos se encontraba la realización del arco de los alemanes, cuya traza se debe a Juan de Herrera. No faltan tampoco las opiniones en favor de un mayor protagonismo de Herrera en dicha entrada, como es aquella que hace a Herrera y al propio Duque de Alba responsables del conjunto del programa del recibimiento (Segurado, 1987:100). En favor СКАЧАТЬ