Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la Familia Manson. Vincent Bugliosi
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Читать онлайн книгу Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la Familia Manson - Vincent Bugliosi страница 45

Название: Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la Familia Manson

Автор: Vincent Bugliosi

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия:

isbn: 9788494968495

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СКАЧАТЬ dos incidentes. O a lo mejor fue el mismo, Danny no estaba seguro. El caso es que «salieron a mangar y volvieron con setenta y cinco pavos. Tex participó. Y se jodió un pie birlándoselos a alguien. No sé si lo mandó al otro barrio, pero le sacó setenta y cinco pavos».

      En el rancho Spahn no había calendarios, les había dicho antes DeCarlo. Nadie prestaba demasiada atención al día que era. Sin embargo, la única fecha que todos los del rancho recordaban era el 16 de agosto, el día de la redada. Fue antes.

      P. ¿Cuánto tiempo antes?

      R. Pues… dos semanas.

      Si el cálculo de DeCarlo era correcto, fue también antes del caso Tate. ¿Cuál fue el otro incidente?

      R. Una noche salieron, todos menos Bruce.

      P. ¿Quiénes?

      R. Charlie, Tex y Clem. Los tres. Bueno, a la mañana siguiente…

      Uno de los inspectores lo interrumpió. ¿Los vio marchar? No, solo que a la mañana siguiente… Otra interrupción. ¿Aquella noche salió alguna de las chicas?

      R. No, creo… que no. Estoy casi seguro de que fueron los tres solos.

      P. Bueno, ¿recuerdas si el resto de las chicas pasó la noche allí?

      R. A ver, las chicas estaban desperdigadas por todas partes, y habría sido imposible seguir la pista de quién estaba y quién no (…)

      Así que cabía la posibilidad de que las chicas se hubieran ido sin que lo supiera DeCarlo. Bien, ¿qué hay de la fecha?

      Eso Danny lo recordaba, más o menos, porque estaba reconstruyendo el motor de su motocicleta y tuvo que ir a la ciudad a por un cojinete. Fue «alrededor del 9, el 10 o el 11» de agosto. «Y se largaron aquella noche y volvieron a la mañana siguiente.»

      Clem estaba delante de la cocina, dijo DeCarlo. Danny se acercó a él y le preguntó: «¿Qué hicisteis anoche?». Clem, según Danny, sonrió «con esa sonrisa de idiota de remate que tiene». Danny miró atrás y vio a Charlie detrás de él. Le dio la impresión de que Clem estaba a punto de responder pero Charlie le hizo señas para que se callara. Clem dijo algo así como «No te preocupes, nos fue bien». En ese momento Charlie se fue. Antes de ir detrás de él, Clem le cogió a Danny de un brazo y dijo: «Nos cargamos a cinco cerditos». Sonreía de oreja a oreja.

      Clem dijo a DeCarlo: «Nos cargamos a cinco cerditos». Manson dijo a Springer: «Nos cepillamos a cinco la otra noche, sin ir más lejos». Atkins confesó a Howard haber apuñalado a Sharon Tate y Voytek Frykowski. Beausoleil confesó a DeCarlo haber apuñalado a Hinman. Atkins dijo a Howard que lo apuñaló ella. De repente a los inspectores les sobraban confesiones. Eran tantas que no vieron nada claro quién estaba implicado en qué homicidios.

      Pasando por alto a Hinman que, después de todo, era un caso del sheriff, y centrándose en el de Tate, tenían dos versiones:

      (1) DeCarlo creía que Charlie, Clem y Tex —sin la ayuda de ninguna chica— mataron a Sharon Tate y a los demás.

      (2) Por lo que entendió Ronnie Howard, Susan Atkins dijo que ella, otras dos chicas (mencionó los nombres de «Linda» y «Katie», pero no quedó claro si estuvieron implicadas en aquel homicidio en concreto), más «Charles», más posiblemente otro hombre, fueron al 10050 de Cielo Drive.

      En cuanto a los asesinatos del caso LaBianca, lo único que sabían era que «hubo dos chicas y Charlie», que «Linda no estuvo metida en aquel» y que Susan Atkins estaba de alguna manera incluida en aquel plural.

      Los inspectores decidieron probar otro enfoque, a través de las otras chicas del rancho. Pero antes quisieron cerrar algunos flecos. ¿Qué ropa llevaban los tres hombres? Ropa oscura, contestó DeCarlo. Charlie llevaba un jersey negro, unos Levi’s, mocasines; Tex iba vestido de forma parecida, creía, aunque a lo mejor llevaba botas, no estaba seguro. Clem también llevaba unos Levi’s y mocasines, además de una chaqueta campera de color verde militar. ¿Observó algo de sangre en la ropa cuando los vio a la mañana siguiente? No, aunque por otra parte no la buscó. ¿Tenía alguna idea sobre el vehículo que cogieron? Claro, el Ford del 59 de Johnny Swartz. Era el único coche que funcionaba en aquel momento. ¿Alguna idea sobre dónde estaba entonces?

      Se lo llevaron remolcado durante la redada del 16 de agosto, por lo que sabía Danny, y probablemente seguía en el depósito de Canoga Park. Swartz era uno de los peones de Spahn, no un miembro de la Familia, pero les prestaba el coche. ¿Alguna idea sobre el nombre verdadero de Tex? «Charles» era el nombre de pila, dijo Danny. Vio el apellido una vez, en una ficha rosa, pero no lo recordaba. ¿Era «Charles Montgomery»?, preguntaron los inspectores utilizando un apellido proporcionado por Kitty Lutesinger. No, no le sonaba. ¿Qué hay de Clem? ¿Te suena «Tufts»? No, nunca oyó que llamaran así a Clem, pero «¿ese chico que encontraron tiroteado en el cañón de Topanga, el de dieciséis años, no se apellidaba Tufts?». Uno de los inspectores contestó: «No lo sé. Ese caso lo lleva el sheriff. Ya tenemos muchos asesinatos».

      Vale, ahora las chicas.

      P. ¿Conocías bien a las tías de allí?

      R. Bastante bien, colega. (Risa)

      Los inspectores empezaron a repasar los nombres que utilizaron las chicas una vez detenidas en las redadas de Spahn y Barker. Y encontraron problemas inmediatamente. No solo usaban alias al ser fichadas, sino también en el rancho. Y no uno solo, sino varios, y, por lo visto, se los cambiaban como la ropa, cuando les apetecía. Para complicar más las cosas, incluso se los intercambiaban.

      Como si estos problemas no bastaran, Danny les dio otro. Fue de lo más reacio a admitir que cualquiera de las chicas fuera capaz de cometer un asesinato.

      Los tíos eran otra cosa. Bobby, Tex, Bruce, Clem, cualquiera de ellos mataría, le parecía a DeCarlo, si Charlie se lo pedía. (Más tarde se supo que todos ellos mataron.)

      Ella Jo Bailey fue descartada: se fue del rancho Spahn antes de los asesinatos. Mary Brunner y Sandra Good también, porque pasaron en la cárcel las dos noches.

      ¿Qué hay de Ruth Ann Smack, alias Ruth Ann Huebelhurst? (Eran nombres de la ficha policial. El nombre verdadero era Ruth Ann Moorehouse, y en la Familia la llamaban «Ouisch». Danny lo sabía, pero por motivos personales no se molestó en informar a los inspectores.)

      P. ¿Qué sabes de ella?

      R. Era una de mis pichurris preferidas.

      P. ¿Crees que tendría agallas para participar en un asesinato a sangre fría?

      Danny dudó un rato largo antes de contestar:

      «Mira, esa pequeña es un encanto. Lo que me reventó fue que un día se me acercó, cuando estaba allí arriba en el desierto, y me dijo: “Me muero de ganas por cargarme a mi primer cerdo”.

      »¡Una chavala de diecisiete años! Me quedé mirándola como si fuera mi hija, la cosita más linda que querrías conocer en la vida. Era preciosa y encantadora. Y Charlie le jodió tanto la cabeza que se te revolvían las tripas.»

      Se determinó que la fecha en que le dijo aquello a DeCarlo fue alrededor del 1 de septiembre. Si para entonces no había matado, no había participado en los asesinatos de los casos LaBianca o Tate. Ruth Ann descartada.

      ¿Conociste a una СКАЧАТЬ